De Sergio Roberto de Carvalho ya se ha hablado en otras ocasiones, pero ahora oficialmente va a renacer en España. Será juzgado aquí, no por fingir su muerte en Marbella en 2020 porque eso sigue siendo un misterio, sino por su relación con el remolcador Titán III. El buque transportaba 1700 kilos de cocaína en agosto de 2018 y se encontraba entre las islas de Madeira y Azores cuando lo abordaron agentes de Vigilancia Aduanera, luego fue interceptado el pesquero Sempre Cacharelos que iba a ser el enlace de la organización criminal para hacer llegar la cocaína a tierra española.

Por estos hechos ya fueron condenadas 14 personas, y sólo faltaba el exmayor Carvalho. Ya que fue policía militar en Brasil, pero luego se pasó al lado de los malos. Cuando el brasileño llegó a España directamente entabló contacto con los clanes de narcotráfico gallegos. O eso se supone, veremos qué dice la Audiencia de Pontevedra. Porque cuando se iba a abrir juicio oral, se hizo el muerto. Y se esfumó de la Costa del Sol con su identidad falsa surinesa a través de los jets privados de la compañía de la que era propietario.

Pero cuando fue detenido de nuevo en un restaurante Budapest (Hungría) en 2022, comenzaron sus problemas de nuevo. Porque varios países se rifaban juzgarlo; Bélgica, EEUU, Brasil y España. Según la información de Javier Romero en la Voz de Galicia la justicia húngara ya ha autorizado el traslado a España de Sergio Roberto de Carvalho para que sea juzgado en la Audiencia de Pontevedra.

Desde el pasado verano se encuentra en una prisión belga por sospechar de organizar un alijo de 3,2 toneladas de cocaína, en Bélgica se alió con el narcotraficante neerlandés Flor Bressers que tenía buenos contactos en el puerto de Amberes. La historia de este expolicía es tan curiosa que a pesar de haber sido condenado en varias ocasiones en Brasil por corrupción, y por haber creado rutas de drogas desde 1980 seguía cobrando la pensión por su extrabajo hasta octubre.

Le llegaban 2.500€ al mes estando en prisión y esa cuantía se aumentó en alguna ocasión hasta los 6.000€ porque la justicia brasileña le dio la razón en un litigio tras retirarle durante meses su pensión. Pero definitivamente se le retiraron estos pagos tras una nueva decisión judicial que fue publicada en el Boletín Oficial de Mato Grosso do Sul (Brasil).

Sergio Roberto de Carvalho formó una organización criminal extensísima por Brasil y por Europa que logró transportar más de 50 toneladas hacia Europa por aviones privados, portacontenedores o veleros, para ello ha tenido grandes colaboradores. Pero en el narcotráfico más tarde o más temprano, desde los jets y las mansiones se puede pasar rápido a estar comiendo techo o noches en vela sin dormir por la tensión de que un enemigo te encuentre.

Mientras ha estado en la cárcel el clan de Carvalho ha sufrido varios golpes policiales, y el pasado mes de diciembre tuvo un duro revés. Rodrigo Rodrigues Boeira fue asesinado en São José dos Pinhais (Curitiba, Brasil), un sicario le disparó desde una moto mientras se encontraba en un parking.

Murió al instante, estaba en libertad provisional por organizar un alijo desde el estado de Espíritu Santo hacia el puerto francés de Le Havre (Normandía). Boeira era el hilo directo en ese estado brasileño con el Sergio Roberto de Carvalho, con él discutía rutas y mejores opciones para hacer llegar la cocaína a Europa. Pero cuando el capo principal cae, los subordinados pueden verse involucrados en luchas internas para mejorar su posición o les ajustan cuentas por deudas pendientes.

De Carvalho posiblemente sea de los mayores narcotraficantes que ha pisado suelo español, después de más de 25 años las rutas de cocaína que estableció en Mato Grosso do Sul siguen estando activas. Conseguía pasar cocaína desde Bolivia hasta la ciudad fronteriza de Columbá y de ahí a los demás estados brasileños para acabar llegando Europa. Conseguía el mejor el precio, pero ahora no le servirá de nada porque es probable que se pase lo que resta de su vida en prisión.





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