Ha vuelto a ocurrir. El pasado martes, 1 de agosto, un dron volvió a visitar la cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre. Así lo cuenta la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones de Málaga (AFPF), quien además asegura que los funcionarios de la prisión hallaron al día siguiente cuatro smartphones en una celda en el marco de un registro, así como marihuana y hachís.

La asociación cree que el hallazgo de la droga y los teléfonos está estrechamente relacionado con la visita del dron durante la jornada anterior, pues es habitual que los presos consigan estos objetos mediante estos pequeñísimos aviones teledirigidos.

Según explica Rafael Paniza, secretario de Relaciones Institucionales de AFPF, el dron entró sobre las 5.30 horas. Un funcionario de guardia escuchó el ruido que provocaban las hélices y pudo comprobar que se trataba de un dron que se encontraba sobre el módulo 13 de la prisión, que suelen habitar presos extranjeros. La actuación de este funcionario fue fundamental, pues al detectar esta actividad sospechosa pudieron hallar la droga y los teléfonos en un registro exhaustivo a la mañana siguiente.

A los presos relacionados con el acceso de estos drones a prisión se les aplicó el artículo 75.1 (limitaciones regimentales exigidas para el aseguramiento de su persona y por la seguridad y el buen orden de los establecimientos). Sin embargo, este suceso no ha sido el único acontecido en los últimos días.

Los funcionarios de la cárcel de Alhaurín de la Torre, el mismo día del registro, también interceptaron otro teléfono móvil y droga que presuntamente un reo habría obtenido tras un vis a vis. También se le aplicó el artículo 75.1, según informan desde el Sindicato.

De la misma manera, se le aplicó a otro reo el artículo 72, que implica aislamiento provisional, después de que presuntamente golpeara a otro compañero de la prisión en el módulo 6. Incluso en aislamiento siguió insultando reiteradas veces a los trabajadores. El secretario de Relaciones Institucionales lamenta el día que pasaron sus compañeros en un día de mucho trabajo que desgasta "física y psicológicamente".

Por todos estos sucesos, Paniza reclama a los dirigentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias atención a las demandas que hacen desde el sector con el objetivo de "trabajar en condiciones de seguridad". "Este tipo de altercados son comunes en la cárcel de Alhaurín de la Torre; somos conocedores de donde trabajamos, pero los que parecen que no lo saben son ellos", zanja.

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