El exfutbolista malagueño Sergio Contreras, más conocido como Koke, se enfrenta a una pena de cárcel de 16 años por, presuntamente, liderar una red dedicada a comprar grandes cantidades de drogas, sobre todo marihuana, que luego envasaba y trasladaba a otros países europeos.

Este lunes comenzará el juicio que sentará en el banquillo al exjugador y a 17 personas más. En total, hay fijadas 12 sesiones de vista oral a partir del próximo 2 de mayo.

Según el escrito provisional del fiscal al que ha tenido acceso Europa Press, Koke "asumía la dirección de las operaciones dando las instrucciones necesarias de qué cantidades comprar, a qué precio y dónde llevarlas".

El fiscal también señala como parte de la organización a la novia y el hermano del exjugador. Así, mientras ella se hacía cargo supuestamente del pago y cobro a proveedores e intermediaba en las operaciones, su hermano realizaría labores de transporte y envasado de las sustancias estupefacientes.

Otro de los acusados "desempeñaba igualmente una posición relevante", en concreto, era el "encargado de dar soporte financiero de importantes cantidades económicas" al grupo a través de un tercer acusado.

El resto de las personas señaladas tenían otras funciones como realizar el etiquetado, proporcionar la marihuana, llevar a cabo las labores de vigilancia o custodia o eran los encargados de alquilar los vehículos para el transporte de la mercancía, según las investigaciones realizadas por la Unidad de Antidrogas de la Guardia Civil.

Elevada capacidad económica

Para poner en marcha este entramado, la red "contaba con una elevada capacidad económica y estructura logística que le permitía obtener grandes cantidades de sustancia estupefacientes, disponer de viviendas donde envasar al vacío y preparar la droga para su posterior transporte".

De esta forma, según la acusación pública, en cada operación alquilaban vehículos distintos "para dificultar una eventual investigación".

Sin embargo, los agentes tenían todas las pesquisas abiertas. En octubre de 2019, tuvieron conocimiento a raíz de las intervenciones telefónicas de que Koke estaba organizando un transporte de droga oculta en un cargamento de ajos.

A pesar de que se interceptó este transporte, la organización continuó y preparó otro para noviembre de ese mismo año. Según el fiscal, la red compraba partidas de droga en distintas localidades que luego supuestamente almacenaban en la vivienda de dos de los acusados.

Gracias a los movimientos de varios de los acusados captados por los dispositivos de geolocalización instalados en vehículos, los investigadores volvieron a interceptar este otro cargamento, pero tampoco en este caso cesaron en su actividad. Según el fiscal, la red supuestamente volvió a preparar otro en días posteriores.

A partir de ahí, se practicaron numerosos registros domiciliarios, entre ellos en el apartamento del exfutbolista y su pareja en Estepona, donde los agentes se incautaron de diversas cantidades de dinero. 

Para ambos, el fiscal solicita 16 años de prisión y una multa de 15 millones de euros por un delito contra la salud pública en cantidad de notoria importancia en el seno de una organización criminal. El resto de acusados se enfrentan a este mismo delito, en algunos casos, agravado por tenencia ilícita de armas.

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