Este domingo 2 de octubre se celebraba el Día de los Santos Ángeles Custodios, patrón de la Policía Nacional. Por esta efeméride, como viene siendo habitual, la Policía Nacional de Málaga ha organizado un acto conmemorativo en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga. Allí, han sido condecorados 81 agentes -todos ellos con cruces blancas al Mérito Policial y dos más con la cruz roja-, 8 colaboradores ajenos al cuerpo -también con la cruz de color blanco- y un can de guía canino, el único héroe de cuatro patas protagonista durante la jornada.

Este entrañable labrador se llama Badi y tiene diez años. Llegó a manos de su dueño, el policía José Antonio Garrido, cuando no era más que un pequeño cachorro. A los cuarenta días, Garrido comenzó a entrenarlo para ser un perro policía. Entró al cuerpo dos años más tarde. Cada día estaba lleno de juegos, era la única forma de que este pequeño labrador comenzase a entender la dinámica en la que iba a entrar. "Fue muy difícil enseñarle tan cachorro. Todos los días eran jugar, entrenar, trabajar... Siempre se empieza con un juego encaminado a un objetido. El trabajo es diario, puesto que los malos son muy listos y todos los días hay que hacer cosas nuevas", recalca Garrido. 

Badi. Ayuntamiento de Málaga

Este lunes condecoraron a Badi por su trayectoria como agente canino. Está especializado en drogas, billetes de curso legal y armas y ha participado en cientos de operaciones. Una de las más épicas se produjo hace unos cuatro años, cuando el perro logró captar 2.000 kilos de marihuana en el interior de generadores. "En Málaga hay mucho trabajo y él ha sido un perro muy bueno. Por desgracia en Málaga y en la Costa del Sol hay mucho trabajo... también en otras provincias como Jaén, Granada o Melilla", explica el agente.

Garrido, acariciando a su compañero de cuatro patas. AR

Así, a sus diez años, Badi ya comienza a ser un abuelito, por lo que va siendo hora de buscarle sustituto. "Sí, ya estamos en la búsqueda de un sustituto. Él sigue trabajando, tiene un olfato muy efectivo, pero ya tengo que ir buscando sustituto, aunque sé que otro labrador como él, imposible", zanja el dueño de Badi con una sonrisa. 

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