Málaga

La Diputación de Málaga ha presentado este jueves las primeras conclusiones del estudio que continúa realizando sobre proyecciones climáticas para realizar un diagnóstico de los efectos a corto y medio plazo del cambio climático a nivel provincial; un trabajo que arroja como datos que de aquí al año 2040 podrían producirse menos precipitaciones pero con carácter más torrencial y un incremento de las temperaturas.

El presidente de la Diputación, Francisco Salado, ha advertido durante la presentación de estas conclusiones iniciales, junto al diputado de Medio Ambiente, Turismo Interior y Cambio Climático, Cristóbal Ortega, de que ninguna de las conclusiones arrojadas "es buena".

El informe proyecta dos escenarios posibles de cara a 2040: uno de ellos condicionado por las medidas que se puedan adoptar y que frenen en parte los efectos del cambio climático; y un segundo escenario que refleja los efectos si no se hace nada al respecto.

El primero de estos cambios se produciría en el clima, que evolucionaría del actual clima mediterráneo a uno más seco y cálido, con temperaturas más altas, reducción del clima húmedo a las zonas más altas de la provincia y episodios de lluvia cada vez menos frecuentes pero con hitos torrenciales.

Algunos hábitats específicos y microclimas asociados a lugares elevados, como la Sierra de las Nieves, se retraerían a mayor altura, por lo que sería necesario ascender más para poder encontrar zonas con un clima y una biodiversidad como los que se pueden observar actualmente.

En el mejor de los escenarios, ha proseguido Salado, estos cambios en el clima se notarían de una forma moderada a la zona más oriental de la provincia, el este de la comarca de Antequera y la zona de Casares, en el litoral occidental.

En el caso más desfavorable, aparte de esas zonas, habría una tropicalización severa en la comarca de Antequera y en la Serranía de Ronda, donde la temperatura media podría aumentar entre 1,3 y 1,5 grados. En el resto de la provincia el aumento podría llegar a los 1,2 grados.

En cuanto a las precipitaciones, "un factor que por desgracia ya notamos", ha apuntado Salado, las lluvias tenderían a concentrarse en menos días al año, pero con más episodios torrenciales, en el mejor de los casos. En el peor de ellos, las precipitaciones podrían reducirse hasta 34 litros por metro cuadrado en la zona occidental, precisamente la que recoge más precipitaciones actualmente.

"Es un escenario preocupante ante el que sólo cabe actuar reduciendo emisiones y llevando a cabo medidas favorables para el medio ambiente", ha incidido Salado, quien ha añadido que la "mejor acción para frenar emisiones en la provincia es el tren litoral".

El Gobierno central, ha dicho, debe comprometerse con este proyecto: "Quitaría decenas de miles de coches de la calle y nos quitaría estrés pero nos tenemos que tomar en serio que el tren es el transporte del futuro y veo que pasan los años y no se toma en serio. ¿Que vale mucho dinero? Más dinero vale que perdamos el planeta".

Málaga más viva

Ante el diagnóstico provincial, Francisco Salado ha anunciado la puesta en marcha de la plataforma Málaga+viva, que permite a la ciudadanía encontrar actividades de protección del medio ambiente en las que participar de forma voluntaria, y a las empresas y entidades, difundir sus buenas prácticas en esta materia.

Esta herramienta se enmarca en el plan Málaga Viva, creado por la Diputación en 2016 para luchar contra el cambio climático, que como una de sus grandes iniciativas tiene el programa Un millón de árboles.

Desde la puesta en marcha del programa se han organizado 40 salidas que han servido para plantar cerca de 350.000 ejemplares de especies como la jacaranda, la encina, el algarrobo, el quejigo, frutales como almendros, granados, higueras y nogales, y arbustos mediterráneos como la lavanda, el romero y el tomillo, todos ellos cultivados en el Vivero Provincial, en parajes naturales de toda la provincia, al tiempo que se ha contribuido a crear una conciencia social en torno a la importancia de cuidar el entorno natural.

Estas plantaciones de árboles, las denominadas arboladas, son jornadas lúdicas y de convivencia en las personas de toda la provincia participan de forma voluntaria y gratuita. "Este liderazgo medioambiental nos ha convertido a ojos de muchos en referente, por lo que desde la creación de estos programas, muchas de las organizaciones y asociaciones medioambientales acuden a nosotros para articular medidas o campañas", ha explicado el presidente.

Precisamente, esto sucede con "la ola de solidaridad y compromiso con el medio ambiente que se ha generado a raíz del incendio de Sierra Bermeja". "Todas las semanas recibimos decenas de propuestas, ofrecimientos de colaboración, disposición a ayudar, tanto por parte de colectivos como a título individual. Y por todo ello queremos dar un paso más con la creación de una nueva plataforma que ayude a canalizar todo ese compromiso, todo ese entusiasmo, y que no caiga en saco roto", ha enfatizado Salado.

Todo se hará a través de la página web malagamasviva.org. Las entidades que organicen actividades relacionadas con el cambio climático pueden registrarse y subir sus eventos, que se recogerán en una agenda que la ciudadanía podrá consultar para inscribirse en las acciones, que serán de carácter gratuito.

"Es la única forma, entre todos, de frenar en parte los cambios climáticos a los que nos enfrentamos, cuyas consecuencias económicas y sociales podrían cambiar nuestra forma de vida para siempre", ha concluido el presidente, quien ha recalcado: "Proteger nuestro entorno está en nuestra mano. Demostremos que la provincia de Málaga está más viva que nunca y más implicada que nunca en la lucha contra el cambio climático".

Sierra Bermeja

En su intervención, Salado ha señalado que el incendio en Sierra Bermeja, aun no extinguido pero sí controlado desde el 14 de septiembre, "nos tiene que servir para corregir los errores cometidos". "El bosque no está para no tocarlo, la anterior Junta decía no tocar para conservar y el hombre, ordenadamente, tiene que interactuar con la naturaleza porque eso puede llevar a una mejor conservación".

Ha lamentado Salado que no se haya permitido el pastoreo o la saca de troncos muertos y maleza: "Si la sacabas te cobraban". Por ello, ha dicho que este gran incendio "tiene que servir para ordenar mejor nuestro monte" y ha considerado, por ejemplo, que plantar pino mediterráneo, que quema "muy rápidamente y que es una bomba de relojería", quizá no sea lo más correcto.

Salado ha abogado por plantar especies que "no sean agresivas a la hora de un incendio y que, además, puedan crear riqueza para quienes viven cerca", citando el castaño y otros árboles frutales. Es más, ha puesto como ejemplo cómo en el País Vasco hay grandes masas forestales con grandes cortes en las que interactúa la ganadería y la agricultura, que protegen, además, los vecinos de ese campo.

"Esas grandes masas forestales, si no hay cortafuego ni tratamiento preventivo, al final viene un incendio y es complicado", ha insistido, añadiendo la importancia de seleccionar bien las especies: "Si vas a lo fácil siembras un pino que crece rápido pero es un error, hay que ir a especies que sean productivas aunque crezcan más lento".

Noticias relacionadas