Las carreteras de circunvalación de Madrid son necesarias para poder evitar la congestión del tráfico tanto de la propia capital de España como para permitir que los conductores se puedan mover de un lugar a otro de la región con una mayor comodidad. Además, permiten la unión con todas las autovías que nacen en el centro del país, contribuyendo de igual manera a la estimulación de la actividad económica.

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Entre todas estas destaca la M30, una de las vías de circunvalación madrileña que tiene más tráfico a nivel local y nacional. Se prolonga a lo largo de 32,5 kilómetros, con un radio medio de 5,1 kilómetros con respecto a la puerta del Sol, discurriendo de manera íntegra por la ciudad de Madrid. Hay que tener en cuenta que, por ella, circulan al día más de 300.000 vehículos. Esta carretera rodea los distritos centrales de la capital, y una de sus particularidades es que es la única autopista española cuya titularidad recae sobre el ayuntamiento.

El origen de la M30

En el año 1857 se creó la primera carretera de circunvalación que pretendía delimitar la ciudad, y que se le dio en su momento el nombre de M-10, en un recorrido que principalmente transcurría por Colón, Recoletos, Bulevares, Princesa, Alcalá y Gran Vía.

El desarrollo de esta primera M-10 hizo que dentro del mismo plan se estableciese una segunda vía de circunvalación, en la que fueron incluidas todas las áreas urbanas, siendo denominada Paseo de Ronda, si bien todo el mundo acabó llamándola M-20. Entra transcurría por las calles Doctor Esquerdo, Pedro Bosch, Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa y Francisco Silvela.

Cuando no habían pasado ni 50 años desde la creación de la M-10, fue cuando se decidió crear la tercera circunvalación, decisión tomada tras comprobar el notable crecimiento que había experimentado la ciudad de Madrid. Esto hizo que fuese necesario una nueva para poder responder a las necesidades de comunicación de la capital de España.

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Fue allá por el año por el año 1929, cuando con el Plan Zuazo-Jansen, llamado "Anteproyecto de Trazado Viario y Urbanización de Madrid" se comenzó a proyectar un tercer anillo de circunvalación sobre la ciudad de Madrid, aunque no fue hasta la década de 1970 cuando dieron comienzo las obras, que llegaron a su fin en 1974. La M30 cuenta con una forma que es semejante a la de un diamante, contando con dos sectores diferenciados: este (Inicio de la A-1 hasta el Nudo Sur, que es el comienzo de la A-4) y oeste, también conocida como la autopista del Manzanares (entre el Puente de los Franceses y la carretera de Cádiz). Ambos tramos se unen en el Nudo Sur.

Por su parte, el sector norte comprende desde el enlace del Pardo hasta el nudo de Manoteras, conectando con la A-1, la M-11, y el Paseo de la Castellana. Asimismo, también sirve para unir las diferentes carreteras de la capital de España, haciendo que sea entrada y salida de una elevada cantidad de vehículos a diario. Miles de ellos lo usan cada día y la M30 es muy importante para el acceso y salida de la capital del país.

¿Por qué se llama M30?

Para muchos es desconocido el origen del nombre de la M30 de Madrid. La nomenclatura de la misma viene dada por que se trata del tercer cinturón de circunvalación de Madrid. Además de servir como unión de todas las carreteras radiales que parten desde Madrid, también se el nexo de unión de otras autovías como la M-50, la M-607 o la A-42, entre otras.

Para darle su denominación se decidió utilizar la letra "M" por ser la ciudad de Madrid, el número "3" por ser la tercera vía de circunvalación, y el "0", por ser una carretera de circunvalación. De ahí nace su nombre completo: M30.

Esta una carretera de la que hay que destacar que hay distintos límites de velocidad, que dependen del lugar por el que se circule, encontrándose de esta manera los conductores tramos a 50 km/h, a 70 km/h….

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En torno a la M30 nos podemos encontrar distintos edificios muy conocidos en Madrid, como el edificio Torrespaña, la ermita de la Virgen del Puerto, la plaza de toros de Las Ventas, el Real Club Puerta de Hierro, el Hospital de la Paz o el Hospital de Ramón y Cajal, entre otros.

Debajo de la M30 se esconde una capilla

Madrid está lleno de secretos y curiosidades, y algunas de ellas sorprenden, y mucho. Este es el caso de la capilla que está escondida bajo la M30. Se trata de la capilla ahora llamada Santo Domingo de la Calzada, aunque popularmente es conocida como capilla del Puente, y que con anterioridad se había bautizado como Parroquia del Bautismo del Señor.

En su momento se aprovechó de manera temporal un puente de la M30 mientras se encontraba un terreno para albergar la parroquia. En su edificación apenas había recursos para su construcción, lo que hizo que se levantase en circunstancias de precariedad. La capilla, por aquel entonces llamada Parroquia del Bautismo del Señor se logró afianzar entre los vecinos de Puerta de Hierro.

Los pocos recursos que se utilizaron para su construcción provocaron que fuese necesaria una rehabilitación y la capilla logró resistir, siendo aún posible la visita a uno de los lugares de culto más desconocidos de Madrid. Esta capilla se encuentra situada entre la avenida Fuentelarreyna y la calle Arroyofresco.