Al oeste de Madrid se sitúa una de las localizaciones más conocidas por todos, como es la Casa de Campo, el mayor parque público de la capital de España. Este lugar, declarado Bien de Interés Cultural se trata de uno de los mejores lugares para poder llevar a cabo todo tipo de actividades al aire libre, ya sea para disfrutar de un buen paseo, para montar en bicicleta, para correr o para remar, entre otras.

Si hablamos de lugares emblemáticos de la Casa de Campo, pocos hay que lo sean tanto como su lago, un estanque artificial renacentista que tiene una superficie que supera los 80.000 metros cuadrados, y en el que se pueden practicar numerosas actividades como triatlón, pesca deportiva o piragüismo. En sus orígenes, también se empleaba como reserva de peces para su consumo por parte de los ciudadanos.

El lago data del siglo XVI, cuando el rey Felipe II encargó un proyecto paisajístico para la capital de España al arquitecto Juan Bautista de Toledo. Después de siglos, el estanque fue vaciado en el año 2017 por última vez, y este hecho dejó al descubierto algunos de sus mayores secretos, por lo que ahora podemos conocer lo que hay en las profundidades del lago de la Casa de Campo.

¿Qué esconden las aguas del lago de la Casa de Campo?

En las aguas del lago de la Casa de Campo se hallaron yacimientos arqueológicos de lo más variados. Al ser vaciado el estanque se pudieron encontrar restos que permitieron estudiar, entre otras cosas, la evolución de la telefonía móvil desde el año 1982, última vez en el que había sido drenado, hasta hace unos años. En el fondo de sus aguas se pudieron encontrar cientos de dispositivos móviles, aunque esto no fue lo más destacado.

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En el ecosistema del lago de la casa de campo se encontró a “Margarita”, una carpa de más de 1 metro de longitud y 12 kilogramos de peso, así como miles de peces de especias muy variadas, como el carpín, la tenca, el percasol, la carpa común, el pez gato, el barbo y la gambusia. De todos ellos, se encontraron 14.000 ejemplares de especies invasoras que fueron sacrificados.

Tras llevarse a cabo el vaciado del estanque, la Policía se vio obligada a intervenir en varias ocasiones, ya que en el fondo del lago se hallaron fardos sospechosos, una pistola, balas y unos huesos de gran tamaño, que posteriormente se pudo comprobar que eran huesos de vaca, con la incógnita de cómo llegaron a este lugar.

Entre los tesoros que encontraron los operarios tras el vaciado del agua del lago de la Casa de Campo se encontraban:

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• Dispositivos móviles, cámaras de fotos y relojes.
• El fémur de una vaca.
• Una torre de un ordenador de sobremesa.
• Una pistola y balas.
• Cientos de sillas, muchas de ellas llegadas al lugar tras una pelea entre aficionados de equipos de fútbol.
• Discos duros.
• Urnas funerarias.
• Carteras y documentos personales.
• Más de una veintena de tapas de sartenes atravesadas por un hilo creando un curiosos sistema de contrapesos.

Curiosidades de la Casa de Campo de Madrid

Además de saber qué hay en las profundidades del lago de la Casa de Campo, conviene conocer algunas de las curiosidades más interesantes de este lugar tan emblemático de la capital de España:

Mayor parque público de Madrid

La Casa de Campo es, de todos los partes públicos de la ciudad de Madrid, el mayor de todos con una extensión total de 1722,60 hectáreas, lo que lo hace situarse por otros tan conocimientos como el del Retiro, el parque del Oeste, el del Capricho, el Campo del Moro, el Real Jardín Botánico o la Quinta de Vista Alegre, entre otros.

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Además, una curiosidad con respecto a sus dimensiones es que, es cinco veces más grande que el Central Park de Nueva York y casi siete veces mayor que el Hyde Park, el parque más emblemático de la capital inglesa, Londres.

Fue coto de caza de la Corona española

La Casa de Campo como tal tiene su origen en el año 1519, cuando Carlos I se encontraba en el poder y como finca recreativa de la corona que dispuso del Palacio de los Vargas, el cual fue remodelado en el año 1773 por Sabatini, y posteriormente en el siglo XX y más recientemente años atrás.

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Felipe II quiso ampliar el cazadero de El Pardo para hacer que este lugar fuese coto de caza de la Corona, y durante el reinado de Fernando VI pasó a ser declarado Bosque Real. Tras la proclamación de la Segunda República el pueblo recuperó la Casa de Campo, abierto al público desde el 20 de abril de 1931.

El puente de la Culebra

Francesco Sabatini fue un arquitecto italiano muy vinculado a la historia de la capital de España. Fue el responsable de muchas obras decorativas y artísticas que han logrado sobrevivir al paso del tiempo en la Casa de Campo, una de las más llamativas es el puente de la Culebra, construido en el año 1782 por orden de Carlos III.

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Se encuentra situado en una zona poco transitada de El Zarzón, un puente que no era nada funcional puesto que por sus formas no cabían carruajes, siendo un puente estrecho. El nombre de Culebra lo recibe por su trazado serpenteante, motivado por varios pretiles de granito que en la actualidad son reproducciones, ya que los originales fueron robados.