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La última medida tomada por los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid para exigir la mejora de sus condiciones laborales es volver a convocar la huelga. Esta vez de forma indefinida desde este pasado lunes.

Y es que, tras convocar los paros el pasado 15 de julio, decidieron desconvocarla ante la ola de incendios que desde hace unas semanas asola el país.

Pero, ante la continuidad de la "misma situación, sin renegociar un convenio y trabajando con la misma precariedad que hasta ahora", han decidido volver a retomarla, a pesar de que el problema por los incendios en toda España todavía no se haya solucionado.

"Estamos todavía en el mes de agosto. Las condiciones han mejorado un poco, pero siguen siendo desfavorables y en cualquier momento pueden empeorar. Hay que estar alerta", explica Jesús Molina, bombero forestal de la región madrileña, presidente del comité de Tragsa -empresa pública de la que dependen- y representante del sindicato Firet.

"Siempre que salga un incendio forestal vamos a dar lo mejor de nosotros y vamos a proteger a la ciudadanía, pero necesitamos que mejoren nuestras condiciones para que en un futuro se dé un servicio al cien por cien", asegura Molina. La huelga la afrontan con el 80% de servicios mínimos.

Por eso, y ante la inseguridad de que se atiendan sus peticiones, han vuelto a tomar esta medida, a pesar de que este jueves está prevista la reunión a tres con la Comunidad de Madrid y Tragsa.

"Entendemos que sentará las bases para que se pueda llegar a un acuerdo, pero iremos a la misma con cautela, puesto que es la primera reunión. Habría que aceptar acercar posturas, que de momento no está ocurriendo", comenta el presidente del comité.

"Avances positivos"

"Dimos un margen de diez días para volverla a convocar para que la Comunidad de Madrid y Tragsa iniciase conversaciones con nosotros. De hecho, les citamos a una reunión el día 18 de agosto a la que no se presentó ninguna de las dos partes. Decidimos, ante esta poca responsabilidad que tenían con el conflicto, reanudar la huelga este lunes", afirma Molina.

Dicen ver "avances positivos", después del encuentro entre el Gobierno regional y Tragsa el pasado viernes, pero, como aseguran en un comunicado, no desconvocarán la huelga hasta que no haya "certezas".

"Nuestras reivindicaciones siguen en pie y firmes en tanto en cuanto no se llegue a un acuerdo satisfactorio para las tres partes", matiza el representante del sindicato.

"Acogemos con optimismo el anuncio de la Comunidad de su intención de estabilizar la plantilla todo el año, el plan de mejora de nuestras bases y la aplicación de la categoría de Bombero forestal que nos corresponde por ley. Pero todo esto no dejan de ser solo promesas insuficientes", añaden desde el comité.

En este sentido, rechazan la integración en el convenio de las BRIF (Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales estatales).

Una posibilidad fruto de la reunión entre Tragsa y la Consejería de Medio Ambiente, como ha informado Europa Press. "Intentan aplicarnos un convenio que no hemos negociado, de un servicio distinto al nuestro y con unos rangos salariales que están muy lejos de permitir vivir en la comunidad con el nivel de vida más caro de toda España", dicen.

Actualmente, los efectivos de las Brigadas Forestales de Madrid se rigen por el Convenio Sectorial de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales de la Comunidad de Madrid, un convenio colectivo sectorial autonómico sobre el que, según Tragsa, "no está legitimada para la negociación".

Se trata de un convenio caducado desde 2008. Por eso, sus reivindicaciones principales tratan de la negociación de uno nuevo por encontrarse este "obsoleto".

"Madrid nos tiene sumidos en la precariedad más absoluta. Tenemos sueldos de 1.280 euros mensuales, solo 100 euros más que el salario mínimo interprofesional", exclamaba Molina en abril en un reportaje de Madrid Total, cuando comenzaron las manifestaciones.

Pero además de estas quejas, los profesionales suman otras como el reconocimiento de la peligrosidad y de la categoría profesional, la revisión del régimen de descansos y la eliminación de la temporalidad, ya que el 40% de la plantilla solo está contratada los meses de verano. "Esperamos que podamos llegar a un acuerdo y que esta huelga termine lo antes posible".

Competencias

Desde el Ejecutivo autonómico sostienen que las competencias en esta materia son estatales, ya que se trata de una empresa pública.

"Lo que hace la Comunidad de Madrid es contratar un servicio a Tragsa. En todo momento apoya las reivindicaciones para que en sus negociaciones los trabajadores consigan las mismas condiciones que las brigadas forestales que trabajan en toda España", ha defendido el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, este lunes tras visitar las zonas afectadas por el incendio de Tres Cantos.

Por su parte, Francisco Martín, el delegado del Gobierno en Madrid, también ha instado a la Comunidad a asumir su "responsabilidad" para mejorar las condiciones laborales de estos efectivos.

En declaraciones a los medios en Alcorcón este lunes, ha subrayado la "oportunidad" que tiene el Gobierno regional de modificar las condiciones en las que trabajan estos profesionales "y, por lo tanto, mejorarlas" con el nuevo encargo a Tragsa que está previsto que entre en vigor a partir de enero.

Y es que el Gobierno autonómico ya ha anticipado que renovará el encargo a la empresa pública, mejorando en 4 millones el importe, hasta los 32 millones, e incluyendo las contrataciones del personal durante los 12 meses del año.