Nuevo conflicto alrededor del edificio okupado de la calle Azucenas 62, en el madrileño barrio de Tetuán. Tras el desalojo llevado a cabo por la Policía Nacional el pasado miércoles, varios vecinos se han negado a abandonar su hogar. 

Según han dejado constancia varios informes de los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, el inmueble tiene un alto riesgo de derrumbe tras varias décadas de abandono. Situación que no ha echado para atrás a varias familias que han decidido quedarse allí. 

Tras la operación ejecutada por la Policía Nacional, cuatro familias han sido desalojadas, pero cinco viviendas siguen teniendo inquilinos. Uno de ellos, en declaraciones a Telemadrid, afirmaba que llevaba seis años viviendo en el edificio. 

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Reconocía que sobrevivía "sin luz" pero que se iba "apañando". También en sus declaraciones, el vecino negaba el trapicheo de droga en el edificio. Algo que ratifican todos los vecinos que viven alrededor del inmueble.

De hecho, varios afectados han denunciado "inseguridad, robos, venta y consumo de drogas a plena luz del día". Todo ello, unido a problemas de salubridad, puesto que el edificio de dos plantas tiene humedades, basura y una gran colonia de ratas. 

La Policía Municipal está permanentemente vigilando el inmueble y, de hecho, se prevé que se tapie la puerta de la entrada.

Este edificio no es la primera vez que salta a actualidad informativa. En noviembre de 2023 se produjo un violento desalojo por parte de una empresa especializada en desokupaciones, que terminó con siete personas de esa empresa detenidas.

Otras desokupaciones

Este no ha sido el único edificio desokupado esta semana en el barrio de Tetuán. En el número 338 de la calle Bravo Murillo se produjo otro desalojo que ha traído consigo, según los vecinos de alrededor, un foco de insalubridad por la cantidad de basura acumulada.

Los vecinos han pedido al Ayuntamiento acabar con este problema de raíz derribando el bloque, puesto que hay una plaga de ratas incontrolable en la zona.

Según los datos iniciales, unas 20 personas vivían en esta casa okupa que, ahora desalojada, esperan derrumbar para construir un nuevo edificio.

En el año 2015 el edificio colindante se derrumbó y los vecinos también temen que pase lo mismo con este bloque.