Agentes de la Guardia Civil han desmantelado una banda criminal que se dedicaba al tráfico de heroína en la Cañada Real Galiana. La operación se ha saldado con 21 personas detenidas, además de 18 registros. El entramado delictivo utilizaba a menores para vigilar la actividad policial cuando vendían la droga y ocultar las sustancias, ha informado la Benemérita en un comunicado a Europa Press.

En los diferentes registros, el Instituto Armado incautó más de 300 gramos de heroína y 200 de cocaína. Además, también se hallaron dos plantaciones de marihuana con cerca de mil plantas y 62.000 gramos de marihuana en cogollos. La banda también poseía cuatro armas de fuego cortas, una escopeta, dinero en efectivo y nueve vehículos de alta gama. A los detenidos se les acusa de los delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, pertenencia a grupo criminal, elaboración y cultivo de marihuana y defraudación del fluido eléctrico.

Las primeras pesquisas comenzaron a principios de este año, tras detectarse un aumento de personas que acudían a la Cañada Real. Ante esta anomalía, la Guardia Civil estableció dispositivos de vigilancia que les permitieron identificar a los miembros de tres clanes distintos, asentados todos ellos en la Cañada Real.

Uso de menores

La investigación se vio dificultada por las extremas medidas de seguridad que tomaban los miembros del grupo, dado que cambiaban de manera habitual de terminales telefónicos realizando viajes "a ningún sitio" en vehículo.

También utilizaban a los niños y mujeres de la Cañada para vigilar los accesos cuando realizaban alguna venta importante, quienes alertaban de la presencia policial. Les usaban además para la ocultación de la droga.

[Quiénes son los Saavedra, el clan de la droga que vendía hasta 500 dosis diarias en la Cañada Real]

Tras horas de investigación, los agentes lograron identificar a todos los miembros del grupo, con "una férrea estructura" liderada por un matrimonio. Sus dos hijos estaban en el escalón inferior y juntos se encargaban de abastecer de la heroína a los traficantes de la Cañada.

Los investigadores han logrado detener al suministrador, un conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como a los colaboradores que le ayudaban en las tareas de transporte e introducción de las sustancias estupefacientes en la Cañada Real Galiana.

Habitaciones para el consumo

El entramado contaba con siete viviendas desde las que distribuían la droga, tenían las plantaciones y donde incluso se habían habilitado habitaciones específicas para que sus clientes pudieran consumir en el interior.

Algunas de las viviendas eran facilitadas por los cabecillas del grupo a cambio de que vendieran la droga o se encargaran del cuidado y la vigilancia de las plantaciones.