La lacra que mató el sábado a Juan, un asturiano de 42 años que viajaba en coche por la M-50 junto a su mujer y su hijo, también acabó con la vida de Edoardo a mediados de marzo. Y con la del joven Víctor en septiembre de 2019. Todos ellos murieron en accidentes provocados por kamikazes.

Desde 2015, al menos siete personas fallecieron en las carreteras madrileñas tras estrellarse contra vehículos que circulaban en sentido contrario. En esta serie de siniestros también perdieron la vida dos de los kamikazes. 

El último nombre en sumarse a esta trágica lista es el de Juan Fernández García, un ovetense de 42 años que trabajaba como comercial de bebidas de la empresa Industrias Cima. Juan se subió a su Hyundai i20 con su mujer Clara y su hijo Martín para poner rumbo a las playas de Roquetas de Mar, según La Nueva España. La familia iba a pasar diez días en la playa. 

[Juan, el hombre que murió en la M-50 de Madrid tras chocar contra un kamikaze: viajaba con su hijo a la playa]

Las vacaciones de esta familia de San Claudio se esfumaron en el kilómetro 62 de la M-50, a la altura del municipio madrileño de Alcorcón. En este punto, el coche de Juan, que iba al volante, se encontró de frente con otro vehículo que circulaba en sentido contrario. El accidente frontal fue fatal. El padre perdió la vida al instante. Su mujer y su hijo resultaron heridos, pero sobrevivieron al impacto.

El conductor kamikaze, un colombiano de 35 años, también ingresó en el hospital con heridas. Al parecer, circulaba con alto grado de embriaguez. La Guardia Civil investiga ahora si el piloto se equivocó de carretera o lo hizo de forma intencionada. 

El Jeep kamikaze de la M-11

A través de la hemeroteca, Madrid Total ha contabilizado los diferentes accidentes provocados por la imprudencia de conductores kamikaze en los últimos años. 

Juan Fernández es la segunda persona que ha fallecido este 2023 en las carreteras madrileñas en un siniestro de este tipo. La primera fue Edoardo di Lorio, un empresario que en la madrugada del 5 de marzo cogió un taxi para volver de Ifema, donde se encontraba trabajando en un festival. 

El taxi en el que viajaba Edoardo se estrelló contra un Jeep que circulaba en sentido contrario por la M-11. El fallecido, nacido en Roma y afincado en Miami, era un conocido empresario del mundo de los festivales. Estaba casado y no tenía hijos. El kamikaze, de 18 años, dio positivo en alcohol y drogas. 

La desgracia de Víctor en la M-50

Sin duda, uno de los sucesos que más conmocionó a los madrileños en 2019 fue la muerte de Víctor en la M-50. Ocurrió en la madrugada del 15 de septiembre, cuando este joven de 20 años se dirigía al supermercado Carrefour donde acababa de conseguir trabajo como carnicero. A la altura del kilómetro 25 de la autovía de circunvalación, su coche fue embestido por el de Kevin Cui, que conducía en dirección contraria. Fue condenado a ocho años de prisión por el homicidio.

El condenado, de origen chino, había consumido alcohol antes de coger el coche y rebasaba la velocidad permitida en el momento de estrellarse contra el joven madrileño. En 2021, tras conocer la sentencia, Paco, el padre de la víctima, se ahorcó en una cancha deportiva de Rivas-Vaciamadrid tras una larga depresión.

Las otras muertes

Además de estos tres episodios, desde 2015 las carreteras madrileñas han registrado otras imprudencias de kamikazes que terminaron en tragedia. En agosto de aquel año, según informó El País, un supuesto kamikaze mató a la conductora de un todoterreno en el kilómetro 17 de la autovía de Andalucía (A-4) tras recorrer al menos cinco kilómetros en la dirección opuesta. El presunto homicida, un rumano de 30 años, también falleció en el siniestro. 

Además de la desgracia de Víctor en septiembre de 2019, en diciembre de ese mismo año tuvo lugar un siniestro similar en Móstoles. Pablo C., el conductor imprudente, circulaba ebrio y drogado por la A-5 y acabó con la vida de otro joven. Fue condenado a siete años y un mes de cárcel y 12 años sin carné por homicidio doloso, tal y como informó El Mundo. 

Hace algo más de dos años, en marzo de 2021, el escenario que registró un accidente kamikaze fue la carretera A-2. El siniestro se produjo a la altura del kilómetro 28, a la altura de Alcalá de Henares. La primera hipótesis que barajaron los investigadores fue que el piloto kamikaze pudo equivocarse de vía y circular con su todoterreno en sentido contrario sin quererlo. Murieron él y el conductor del vehículo contra el que se empotró. 

También nació de un despiste el accidente que acabó con la muerte de una kamikaze de 72 años y un joven de 23 en la M-501, en marzo del año pasado. La mujer, según las primeras hipótesis, se equivocó y entró mal a la carretera. Otros vehículos trataron de avisarla dándole las luces y pitando el claxon, pero la mujer no reaccionó a tiempo. A la altura del kilómetro 38, en Chapinería, se estrelló frontalmente contra el vehículo del varón.