El colegio concertado Purísima Concepción fue construido en 1651 y su historia llega a su fin este 2023, 372 años después. El centro asegura que "las instalaciones no están preparadas para ofrecer una educación a la altura del siglo XXI" y que "no cumple con la actual normativa de seguridad".

Este colegio, ubicado en el número 20 de la calle Puebla, fue levantado para dar ayuda a las niñas huérfanas que había en la ciudad. Tras más de tres siglos funcionando, la escuela cerrará sus puertas para siempre debido a que las condiciones en las que se levantó en aquel momento no son las mismas que exige la legislación actualmente. Así lo ha explicado Raúl Mayoral, gerente de la congregación Hermandad del Refugio, a 20 Minutos. 

El próximo 22 de junio será el último día en la historia de este centro, pese a las quejas de las familias de los estudiantes, que se oponen categóricamente al cierre. Tanto es así, que han lanzado una recogida de firmas en Change.org. 

"Este cierre arbitrario afecta a niños y niñas desde edad infantil hasta adolescentes, a niños en condiciones especiales que son atendidos de forma directa por un equipo de docentes altamente capacitados. Afecta a familias muchas de ellas inmigrantes de Filipinas y Latinoamérica", asegura el comunicado de las familias afectadas. 

"La Hermandad del Refugio pone en peligro el seguimiento de la educación de más de 250 niños, niñas y adolescentes, dejándolos sin espacio de estudio en un colegio que tiene historia y una educación de calidad. Además, pretender dejar sin trabajo a todo el profesorado de esta institución".

"Toda la comunidad educativa, representada en el alumnado, las familias, los docentes y la Fundación Teresiana nos oponemos al cierre. No se están siguiendo canales legales, quieren sacarnos y sin opciones reales de ayuda a todos los afectados. No permitamos el cierre del colegio Purísima Concepción".

El centro, sin embargo, asegura que el cierre de esta institución no implica el "abandono" de los estudiantes, según indican desde la Hermandad. Han ofrecido dos escuelas alternativas para que los 250 alumnos puedan seguir yendo a clase en el barrio de Malasaña.

"Hemos intentado cumplir con la petición de los padres de que los alumnos fuesen en bloque y estuviesen cerca del Purísima Concepción", ha asegurado Mayoral al citado periódico. 

Así pues, 186 estudiantes empezarán el próximo curso en el colegio Santa Isabel y cinco, en el Mercedarias de la Caridad. El resto de familias "lo han rechazado porque prefieren ir a uno cerca de sus casas". 

La hermandad ha estudiado la posibilidad de reformar el edificio para adaptarlo a las normativas de seguridad y las necesidades de los alumnos, pero el coste resulta inasumible. 

No obstante, el edificio podría no quedarse vacío. La Hermandad está estudiando la posibilidad de ampliar su comedor social. "Todos los días vienen 250 personas a comer aquí, pero solo 60 de ellos pueden sentarse en las instalaciones. El resto reciben una bolsa con alimentos fríos". Así pues, con una reforma menor, podrían ampliar el espacio para albergar a más comensales.