España se encuentra repleta de rincones de interés que merece la pena visitar, y en esta ocasión vamos a hacer mención a Belmonte, un pueblo cerca de Madrid que sorprende a todos por contar con un hotel de lujo de cinco estrellas que cuenta con una cueva termal excavada a mano, la cual ha sido construido sobre una casa solariega del siglo XVI.

A apenas dos horas de Madrid se encuentra El Bálsamo, un proyecto de remodelación que se inició en el año 2019 y que abrió sus puertas al público en verano de 2020. Desde entonces, se habla de este lugar con un lugar ideal tanto para el verano como para el invierno, contando con dos piscinas perfectas para los visitantes.

Dos cuevas centenarias

Durante el verano, los visitantes pueden disfrutar de una piscina salir exterior en las que darse un buen chapuzón y hacer frente a las altas temperaturas, mientras que durante el invierno es posible hacer lo propio con una espectacular cueva centenaria que ha sido convertida en una piscina termal climatizada, uno de los principales atractivos del lugar.

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La piscina termal también se encuentra a disposición de los huéspedes en verano, pero cuenta con una temperatura media anual de 24 grados centígrados. Además, hay que tener en cuenta que no es la única cueva excavada a mano de este pequeño hotel rural situado en la provincia de Cuenca.

Esto se debe a la existencia de una segunda cueva centenaria, que en este caso cuenta con una cocina y una alacena con tinajas de arcilla centenarias y una chimenea. De acuerdo a los documentos de los que dispone el hotel, este espacio se utilizaba en su época para la elaboración del vino y su posterior conservación.

Durante la temporada alta y los fines de semana, la estancia mínima en este hotel es de dos noches. En función de la época del año, las tarifas varían, pero el coste por noche en una habitación doble se sitúa entre los 100 y los 200 euros. La reserva de una estancia en este establecimiento permite disfrutar de una hora en exclusiva de la piscina terminal situada en una cueva centenaria.

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Además de todas las posibilidades que ofrece el propio hotel, hay que tener en cuenta todos los atractivos del pueblo de Belmonte.

¿Qué ver en Belmonte?

Belmonte ofrece muchas experiencias a todo aquel turista que decida visitar este pequeño pueblo de Cuenca, que cuenta con menos de 2.000 habitantes. Caminar por sus calles supone viajar en el tiempo, ya que cuenta con diferentes espacios y edificios que parecen de otra época, como su castillo, la Colegiata de San Bartolomé, su fortaleza o sus empedradas calles por el casco antiguo.

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Antes de hablarte de los principales lugares a visitar de Belmonte, debes saber que puedes disfrutar de su excelente gastronomía castellano-manchega, en la que destacan especialmente platos típicos como el zarajo, la sopa castellana, el atascaburras y el pisto manchego, entre otras.

Asimismo, Belmonte se encuentra a poco más de una hora de Cuenca y cerca de Madrid, lo que hace que sea un destino perfecto para poder disfrutar de una buena escapada. Entre los lugares de mayor interés turístico de Belmonte se encuentran:

• Castillo de Belmonte: sobre el Cerro de San Cristóbal se encuentra el Castillo de Belmonte, desde donde se pueden contemplar las mejores vistas de la villa sobre sus pies. Se trata de una de las construcciones de su tipo mejor conservadas de Cuenca, siendo Bien de Interés Cultural desde el año 1931. Su interior ha sido rehabilitado como museo, pudiendo visitarse tanto este como el Trebuchet Park, el mayor parque histórico de máquinas de asedio del mundo.
• Colegiata de San Bartolomé: el edificio religioso más importante de Belmonte, también declarado Bien de Interés Cultural, fue construido en el siglo XV sobre los restos de un santuario visigótico del siglo V. Es de estilo principalmente gótico, destacando especialmente la Puerta del Sol y la Puerta de los Perdones. En su interior destaca especialmente la sillería del coro, que se encuentra tallada en madera de nogal.
• Palacio del Infante Don Juan Manuel: situado junto a la Colegiata de San Bartolomé, fue el primer alcázar de Belmonte. Fue construido en la primera mitad del siglo XIV por el infante Don Juan Manuel y, en el año 1419 nació en él Don Juan Pacheco, el primer marqués de Villena.
• Otros edificios religiosos: entre el resto de edificios religiosos que deben conocerse y ser visitados se encuentran el Convento de los Jesuitas, el Convento de los Trinitarios y la Ermita de la Virgen de Gracia. En este último se guarda la imagen de la patrona de Belmonte.
• Otros edificios civiles: además de los anteriores, hay otros edificios civiles en Belmonte que son dignos de ser visitados, como es el caso de la Casa Bellmonte, el Palacio de Buenavista, la Casa de los Baíllo, la Casa de los Hinestrosa, el Corral de Comedias o el Pósito.
• Muralla de Belmonte: construida en el siglo XV, en el interior está limitado el casco histórico de este pueblo, aunque en la actualidad tan solo se conservan en perfecto estado dos de sus tramos, ambos a los pies del Castillo de Belmonte. Originalmente, esta contaba con un total de cinco puertas de acceso, pero actualmente se usan tres: la Puerta de Chinchilla, que es la más antigua de Belmonte, la Puerta del Almudí y el Arco de la Estrella.