A solo 2 minutos de la Puerta del Sol puedes encontrar una playa en pleno centro de Madrid. Nadie pensaría que el GramaBar, en la calle de la Cruz 19, esconde en su interior una terraza interna de techo abierto y arena de playa.

Este chiringuito tropical, inspirando en Venezuela y sus playas caribeñas, busca que los madrileños crucen el 'charco', especialmente con el sentido del gusto, a través de su comida latina, cócteles y zumos de frutas naturales. Y así lo hacen de primera mano su equipo de venezolanos que trabajan el restaurante encabezado por Rómulo Moncada, propietario del Grupo Grama. Este grupo hostelero incluye también el restaurante de fusión japo-mexicano Sákale y foodtrucks que llevan a festivales como el MadCool.

"Es la playa de Madrid y tratamos de representar cómo es el caribe para nosotros. Grama le llamamos al césped en Venezuela, y el primer Grama Lounge tenía una pared de césped natural, y así de simple es su nombre", explica Kala Madriz, responsable de Marketing de Grupo Grama. El restaurante caribeño abrió hace 9 años, en un primer momento, en Preciados. Llegó a abrir un segundo en Fuencarral, que finalmente cerró, y en época de pandemia trasladaron Grama junto a Sol.

Exterior de GramaBar, en la calle de la Cruz 19, donde nadie se pensaría que se esconde en su interior una playa. GramaBar

Gastronomía venezolana y coctelería de autor, con sabores tropicales a base de frutas naturales, con cocina ininterrumpida de una del mediodía a una de la noche. Los fines de semana para cenar y los domingos para tomar el brunch, son las horas más demandadas para visitar Grama.

El local, con un aforo de 70 personas, está formado por un jardín tropical interno y un salón en la entrada del restaurante con la barra de coctelería, todo con decoración tropical.

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Carta caribeña

En su carta no pueden faltar de entrantes las arepas y cachapas, y de plato principal, sus parrillas criollas al estilo venezolano y el sancocho de costilla, que es una sopa. El precio medio es de 25 euros por persona.

Parrillita. GramaBar

Para un comensal que visita por primera vez Grama, para tener la experiencia venezolana al completo, desde el restaurante recomiendan que pidan la cesta criolla, para así degustar distintos entrantes pequeños: cuatro yucas, cuatro empanaditas, cuatro tequeños, cuatro tostones y cuatro arepitas. Acompañado de guasacaca, papelón, salsa rosada, ensalada rallada, y queso latino. 

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De plato principal, es imprescindible la parrilla criolla, una bandeja con cortes de punta trasera (picaña) y pollo con guarnición de yuca hervida al mojo, chorizo criollo y ensalada coleslaw. Finalmente, el típico postre latinoamericano Tres leches.

Cócteles de autor

Sus cócteles más venezolanos, destacan desde el restaurante, son un trago llamado Cayo Sombrero, —como una pequeña isla venezolana— ron, Malibú, lima, piña, blue curaçao y licor 43; y el cóctel Papelón Fresh, ron, papelón (caña de azúcar), hierbabuena, lima, amaretto y agua con gas.

El trago Cayo Sombrero de ron, malibú, lima, piña, blue curaçao y licor 43. GramaBar

Además, hay infinidad de jugos de frutas naturales. Entre ellos, el zumo de maracuyá, coco o papelón con limón.

Otras bebidas curiosas que suelen pedir los grupos de jóvenes son las Peceras. Literalmente una pecera llena de una mezcla de diferentes alcoholes a elegir con fruta picada perfecta para compartir.

Grama es el oasis en medio de Madrid donde meter los pies en la arena y desconectar.