Un tren de la bruja donde cada vagón es una mesa completamente decorada, una noria que dentro alberga una mesa, una reproducción calcada de un tiovivo donde se puede comer, columpios voladores suspendidos en el aire de asiento donde los comensales se balancean mientras comen e incluso una zona de circo con una simulación de jirafa.

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La Morenilla, en pleno barrio de Chamberí, es el nuevo restaurante en el que no sólo estarás en una feria de lo más completa, sino que también viajas en el tiempo y en el espacio. Un local que sorprende de principio a fin, con dos estancias completamente diferenciadas, pero con un punto de conexión entre sí: la abuela 'Morenilla'.

La nueva generación de la empresa familiar Grupo Le Cocó le ha dado un cambio de aires a su restaurante sin olvidar sus raíces ancestrales. Le Cocó, conocido por sus otros locales: Fellina, La Cerda, Anónimo Club, Antonella y Guilietta; ha reformado su restaurante en Alonso Martínez conocido antes como El Columpio, para crear una auténtica feria americana ambientada en los años 80 en pleno centro de Madrid. "En esta capital gastronómica hay que estar renovándose constantemente", informa a Madrid Total Alba González, que junto con su hermano y su padre regentan el grupo hostelero. 

El restaurante La Morenilla cuya decoración es una feria. La Morenilla

Después del éxito que tuvo el pasado mes de agosto la reforma de su restaurante La Cerda, Le Cocó le ha encargado la decoración al mismo diseñador, a José Piñero. El resultado se pudo ver hace un mes con la inauguración de un restaurante que conserva un ambiente familiar, acogedor y tradicional en la primera estancia y, en contraposición, en la segunda estancia, toda la diversión, espectáculo y fantasía que se puede encontrar en una réplica exacta de una feria.

En la entrada se encuentra la Casa de Antojos de La Morenilla, una simulación del pequeño pueblo segoviano de la abuela de los González, Torrecilla del Pinar, donde puedes tomar tapas como los antojos de mejillones en escabeche, los antojitos de croquetas, las patatas 'meneás' con torreznos o el madrileño montadito de calamares.

El salón simula la feria del pueblo de La Morenilla ambientado en la época que vivió su abuela, los años 80, y con un toque de fantasía añadido, atracciones americanas. El punto de conexión entre ambos escenarios es el pasillo en el que se encuentra la máquina recreativa 'Zoltar' (típica en las ferias americanas y conocida por la película Big) que, como en esta ficción, hace de máquina del tiempo, adentrando a los clientes en un mundo lleno de colores, de luz y de detalles al cruzar la cortinilla que los lleva al comedor principal. Además, el restaurante tiene terraza y el aforo total es de 177 personas.

Zona de circo de La Morenilla. La Morenilla

Comida tradicional mediterránea

Su oferta gastronómica no se queda atrás. Una mezcla de comida tradicional mediterránea con toques modernos. 

Su tarta de queso al gusto. La Morenilla

De sus platos destacan, entre los pescados, su fideuá del mar con chipirón y ajonesa, su bacalao en gabardina tipo Labra y su salmón confitado, y entre sus carnes, el lomo alto de vaca vieja, el rabo de vaca en lasaña o el costillón de vaca buena.

En los postres no puede faltar su arroz con leche y espuma de canela de la yaya, su flan casero con nata o su tarta de queso fluida al gusto, "rallamos el queso y la cantidad que quiera el cliente en el momento, ya sea azul, de cabra, etc.", apunta González. El precio medio es de 35 euros por persona.

Toda su carta y decoración están cuidados al más mínimo detalle para que, pasando por el 'Zoltar', los clientes lleguen a la diversión y color que ofrece la feria de La Morenilla.