Subir sólo una story a Instagram y llenar el cupo de reservas de su restaurante para un mes y medio. Ese es el día a día de Cocituber, el influencer gastronómico que va descubriendo los bares de barrio con las tapas y raciones más gochas de Madrid.

Hace cinco meses abrió su propio restaurante, 'Los Clásicos de Cocituber' en Vallecas. La fama ha sido tal que hace tres semanas ha tenido que abrir su segundo local a unos metros del primero: 'Los Clásicos de Cocituber 2'. Esta 'secuela' también tiene las próximas semanas al completo, así que está preparando una tercera apertura, esta vez en algún municipio de Madrid, que seguramente sea Alcobendas.

Hoy en día, la fama del influencer es abrumadora. "Fue una locura la apertura. No dábamos a basto con las reservas", explica el propio Cocituber, Alfonso Ortega (40 años, Ávila), que invita a Madrid Total a su famoso restaurante el día que toca cocido, la especialidad de la casa junto con la oreja.

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Cuando Cocituber está en sus restaurantes, va saludando por todas las mesas dado que sus clientes prácticamente van a verlo a él; pero realmente, Alfonso no trabaja en sus dos bares, sino en las tabernas más clásicas de Madrid.

Es famoso en las redes por sus vídeos y ahora lo son sus restaurantes. En menos de dos años ha hecho 500 reels en Tik Tok e Instagram, cada uno en un bar diferente, en los que recomienda los platos, raciones y tapas más contundentes como el bocadillo de oreja en Villaverde, pinchos en San Sebastián, la tortilla de patata en Vicálvaro o los arroces en Alcobendas.

Exterior de 'Los Clásicos de Cocituber'. M. L.

Alfonso ha plasmado la esencia de sus vídeos en sus restaurantes. "El bar de siempre está empezando a morir. Yo quería recuperar eso con un toque moderno. Sabía que iba a ser un éxito, pero la respuesta ha sido brutal", informa.

Sus seguidores aumentan por miles al día: "Solo ayer -jueves- gané 2.000. Tengo 140.000 seguidores en Instagram", ejemplifica.

Todo un clásico

'Los Clásicos de Cocituber' es un acogedor restaurante con aforo para 60 personas que se les ha quedado pequeño. De ahí 'Los Clásicos de Cocituber 2', un local más amplio a 10 minutos del otro con espacio para 90 personas y una terraza para 40. 

Alfonso Ortega posa junto a la pared que tiene dibujada su cara. M. L.

Cómics por las mesas y en las paredes, pósters de clásicos del cine, cuadros de grandes cómicos españoles... Los restaurantes comparten decoración similar y homenajean a los clásicos musicales y literarios. La carta se encuentra dentro de cuentos e historietas infantiles de toda la vida como 'Teo', 'Mortadelo y Filemón' o 'La Sirenita'. La cuenta llega en una carátula de VHS como la de la película 'Titanic'. Además, una de las primeras paredes del primer restaurante tiene la cara del propio Alfonso Ortega: "Mi socio la mandó pintar. Yo siempre digo que es la parte más fea del restaurante", indica con humor.

Las expectativas de este bar son bastante altas al ser Alfonso prácticamente un personaje público. Aun así las críticas están siendo bastante positivas y el resto de influencers gastronómicos acuden a probarlo y a hacer sus vídeos allí.

Zona que homenajea a los humoristas clásicos españoles. M. L.

Tapas y raciones

La oreja a la plancha con patatas bravas, al igual que en sus vídeos más virales, es el plato estrella. Ambos restaurantes, que abren de jueves a domingo, sirven un total de 510 kilos de oreja cada semana.

Calamares a la andaluza, croquetas de jamón, rabo de toro o carabineros, cachopo asturiano de cabrales y cocido, solo ciertos días a la semana como los viernes, son las apuestas seguras. El precio medio por persona es de 25 euros.

El contundente cocido de 'Los Clásicos de Cocituber'. M. L.

Millones de seguidores

"Desde el minuto 0 los vídeos lo petaron". Alfonso arrastra masas con un solo click. Sus vídeos llevan muchas horas de trabajo y mucho dinero detrás. Prueba unos diez restaurantes a la semana y sube un vídeo por día. Va de incógnito a los sitios y la mayoría los paga de su bolsillo. "Me gasto entre 1.000 y 1.500 euros al mes en restaurantes", afirma el influencer.

Sus vídeos gustaron por alejarse de los locales de postureo. "Yo conocía buenos bares de barrio en Madrid. Cada uno en una punta. En Vallecas, en Usera... en los que ponen contundentes raciones y al no estar de moda la gente no los conocía", cuenta.

Durante la pandemia decidió subir vídeos de recetas a Youtube sin grandes pretensiones. "Pensé con una amiga el nombre más cubre que se podía poner: Cocituber". De ahí pasó a grabar vídeos en bares que desde el primer momento recibieron miles de visitas en Tik Tok. Su primer vídeo viral obtuvo 1,5 millones de visualizaciones. Fue en la 'Casa de los Minutejos' en Carabanchel, conocido por su sándwich de oreja y salsa picante.

Alfonso no tenía nada que ver con este mundo. Fue monologuista y trabajó en una oficina hasta que lo dejó por esto. Ahora es un influencer de barrio. "Si paseo por cualquier barrio, como Vallecas, todo el mundo me saluda por la calle; pero si voy por el centro, nadie me conoce".

Cocituber está en lo más alto. En cuestión de meses ha ganado miles de seguidores, va a abrir un tercer restaurante y lo más satisfactorio para él, saber que deja huella en cada bar de barrio que pisa.

Los Clásicos de Cocituber

Lugar: Camino de la suerte 42 y Avenida del Ensanche de Vallecas, 9.

Especialidad: oreja, croquetas, calamares y cocido.

Precio medio: 25 euros.