Publicada
Actualizada

Las claves

Madrid es una gran ciudad en la que su sistema de transportes juega un papel fundamental. Este sector es básico para el funcionamiento de cualquier urbe. Sin embargo, lo es aún más en una localidad del tamaño de la capital de España, la cual no solo tiene que hacer de eje del país, sino también vertebrar el funcionamiento de los municipios que tiene alrededor.

Por ello, uno de los grandes retos de Isabel Díaz Ayuso es conseguir que los transportes madrileños, y que el tráfico de la ciudad en general, funcionen de una manera correcta. Algo que no siempre se consigue como sucede en estos momentos, donde buena parte de las principales arterias de la ciudad se encuentran asediadas por las obras de mejoras y remodelación.

Igual sucede con servicios ferroviarios como el Metro o el Cercanías, ya que puntos tan importantes como las líneas 6 del suburbano y C-3 y C-4 de Cercanías se encuentran en obras. Sin embargo, hay otro frente que afecta a los transportes que nada tiene que ver con las infraestructuras que también preocupa diariamente a los madrileños.

Son sus diferentes abonos, los cuales han ido cambiando de precio en los últimos meses en función de la vigencia o no de las subvenciones ofrecidas por el Estado y por la Comunidad. Y no solo eso, sino que como parte de un programa de modernización, algunos títulos también van a sufrir algunos cambios importantes para muchos usuarios.

Y es que en pocos meses, cientos de miles de madrileños podrían dejar de usar la famosa tarjeta roja del Abono Transporte. El motivo es que la Comunidad de Madrid quiere hacer que todos sus usuarios puedan llevarla en el teléfono móvil, para así hacer de su utilización un proceso más cómodo, evitando pérdidas. No obstante, esto también tendrá algunos perjuicios.

¿Fin al Abono Transporte de Madrid?

Todavía no es oficial. Pero está en proceso. Y es que la Comunidad de Madrid quiere facilitar el uso del transporte público a todos los madrileños y a los visitantes de la capital de España y de buena parte de la región. Para ello, pretende hacer un cambio en los títulos del Abono Transporte, de manera que se desechen las tarjetas físicas y estas puedan ser utilizadas desde el teléfono móvil.

Algo así como lo que sucede con las tarjetas de crédito o de tantos y tantos establecimientos en España y en el mundo. Es por ello que la famosa tarjeta roja que millones de madrileños usan cada día podría tener los días contados, al menos en el formato físico con el que tradicionalmente la conocemos.

Uno de los anhelos, y de las medidas ideadas a futuro, de Isabel Díaz Ayuso es modernizar todos los servicios de la Comunidad de Madrid, empezando por el transporte público. Y para ello, nada mejor que sustituir la tradicional tarjeta por un sistema digital. Eso sí, desde el Ejecutivo regional aseguran que por ahora este será un sistema que, tras su implantación, será opcional.

Es decir, quien quiera decir adiós a la tarjeta física podrá hacerlo. Pero quien quiera seguir manteniéndola, también podrá. La única limitación es que no se podrán compartir ambos sistemas. Así que si decidimos pasarnos al bando digital, no habrá vuelta atrás. Esta medida forma parte de un programa en el que también se contemplan posibles cambios en las zonas tarifarias para la red del suburbano.

El objetivo es hacer del Metro de Madrid, y por ende de otros formatos de movilidad como los autobuses, un servicio más cómodo, moderno y eficiente. Por ello, es fácil pensar que la tradicional tarjeta roja tiene los días contados. Un salto que no solo consideran necesario, sino también lógico y natural.

Hay que mencionar que este sistema ya ha sido puesto a prueba, pero solo con aquellos usuarios que tienen un dispositivo Android mediante tecnología NFC y la utilización de la aplicación Google Wallet. Aunque el reto lógicamente es hacerlo accesible a todos los usuarios, sin distinción de sistema operativo.

El proceso de digitalización arrancó el pasado verano con unos 8.000 madrileños que participaron en esta prueba piloto. Para utilizar este sistema bastaba con disponer de un teléfono Android 9.0 o superior, tener activado el NFC e instalar Google Wallet. Después, solo será necesario acercar el móvil al torno para validar los viajes como ya se hace con la tarjeta.

El nuevo sistema ofrece una mayor seguridad. Nuestra tarjeta se asocia a un único dispositivo y así se elimina la opción de poder hacer duplicados. Y si perdemos el móvil, se puede bloquear o transferir la tarjeta a otro terminal. El Consorcio Regional de Transportes de Madrid tiene previsto ampliar esta tecnología a Apple Wallet, a tarjetas bancarias contactless y a aplicaciones de patinetes y bicicletas.

Y el reto a futuro es que los usuarios puedan recibir notificaciones en tiempo real con información sobre incidencias y recomendaciones para sus viajes. De cara a 2027 se implantará el sistema de pago inteligente Account-Based Ticketing, capaz de calcular automáticamente la tarifa más económica según los viajes realizados. Todo ello supondrá una inversión de 40 millones de euros para situar el transporte madrileño al nivel de las grandes capitales internacionales como Londres o Singapur.