Así, Madrid se une a otras regiones como Andalucía o Cataluña para regular los servicios de trasportes de viajeros como Cabify o Uber. Todavía no se conoce mucho de sus líneas de trabajo, pero, según han adelantado fuentes de la Consejería de Transportes, la intención es limitar las subidas abusivas de precios y penalizar las cancelaciones de servicios y retrasos injustificados. 

Aunque todavía se trata de un primer borrador, que deberá ir evolucionando durante estos meses, esto confirma lo avanzado por el exconsejero David Pérez, en una entrevista para EL ESPAÑOL-Invertia en la que hablaba de "impedir la subida abusiva de precios". 

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Durante grandes macroeventos de los últimos años, como determinadas ediciones del Mad Cool o conciertos de artistas internacionales, los usuarios de estos sistemas de transportes se han quejado de la subida "injustificada" de los precios. Es un tema recurrente siempre que hay grandes conglomeraciones de gente e, incluso, algunas empresas ya se han comprometido en este sentido. 

Como también adelantó este diario, Cabify ya se había comprometido con la Comunidad de Madrid a limitar el suplemento por alta demanda que la compañía contempla en sus tarifas a 10 euros sobre el precio base.

El compromiso de Cabify llegaba tras la polémica del último Mad Cool Festival en el que los viajes de la compañía Uber (con una duración de menos de veinte minutos) llegaron a superar los 100 euros.

La Comunidad de Madrid siempre ha apostado por la convivencia entre ambos mundos, taxistas y VTC, al contrario que ciudades como Barcelona. Aun así, mientras que desde la región intentaban sacar a delante la regulación de los servicios de taxi, con varias protestas, las VTC se habían dejado al margen. 

Ahora, sí se habla de un primer reglamento en cuyo borrador inicial se prohíbe algo que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, siempre había reclamado: la captación activa y la publicidad engañosa. 

Cómo limitar el precio

Todavía no se sabe de qué manera van a limitar las subidas abusivas, puesto que es un borrador que verá la luz en diciembre.

Isabel Díaz Ayuso y Jorge Rodrigo. CAM

En el caso de la compañía Cabify, su compromiso se resume en que el suplemento de alta demanda, que se activa cuando el volumen de peticiones de viajes es muy elevado, se limite a los diez euros. Tal vez esa pueda ser una de las herramientas usadas por el Gobierno regional, aunque no hay nada concreto. 

[No más licencias, regulación de precios y zonas exclusivas de taxis: así es el decreto VTC de Andalucía]

Por ejemplo, en Andalucía lo que prevé su normativa es establecer una tarifa máxima "por proporcionalidad y necesidad y previa audiencia de las organizaciones del sector, de consumidores y usuarios".

Esto impone a las plataformas intermediarias la responsabilidad de indemnizar a los usuarios cuyos precios hayan sido abusivos. Es una forma, se ha declarado desde la Junta de Andalucía, de "velar por los derechos del consumidor". Además, en la norma andaluza la empresa de VTC también debe resarcir al cliente por la cancelación del servicio contratado.

Regulación del Taxi 

Respecto a la regulación del Taxi, que tantas manifestaciones ha conllevado, la Comunidad se ha comprometido a disponer de forma "inmediata" de la ordenanza. 

En estos momentos, el reglamento está en fase de alegaciones y se prevé que esté aprobado antes de que finalice el año. Como ya se adelantó, una de las principales novedades será el 'examen' de taxista.

Se trata de acreditar una serie de conocimientos mínimos (se desconoce si con una prueba escrita, oral u otra modalidad) relacionados con el idioma, los primeros auxilios y la ubicación de lugares relevantes de Madrid. 

También se sigue adelante con la propuesta de que los taxistas puedan adquirir su vehículo mediante un formato de compra o adquirirlo en régimen de renting.