El alcalde recibe a Madrid Total el viernes por la mañana en su despacho, un cuarto espacioso en la primera planta del edificio de piedra del Ayuntamiento. Lo heredó del anterior regidor, el socialista Óscar Cerezal, la persona que le animó a meterse en política. El primer edil habla con este diario de la próxima cita con las urnas, de su trayectoria en el Ejército de Tierra y en el Instituto Armado y de su tensa relación con Vox y el PP en el pueblo.

—¿Qué es más difícil, ser alcalde o guardia civil?

—Ser alcalde, indudablemente...

Cuenta Labrador que haber militado en el Ejército de Tierra y después en la Guardia Civil le ha convertido en un alcalde "muy metódico" y "ordenado". De hecho, sus compañeros y el personal laboral bromean diciéndole que tiene "TOC". En su despacho se nota el orden, pero destaca aún más la lámina con la caricatura de Pablo Iglesias Posse -el fundador del PSOE- que cuelga sobre la pared. También lo heredó de su predecesor, aunque Labrador enganchó en el mismo marco unas postalitas de la Virgen y de un Jesucristo crucificado. "Hubo un momento en el que me replanteé mi vida, tuve contacto de nuevo con la Iglesia y recuperé mi fe cristiana".

Un tablero político peculiar

Manzanares El Real se encuentra a 52 kilómetros por carretera del centro de Madrid. El municipio, encajonado entre La Pedriza y el embalse de Santillana, conserva el castillo medieval más famoso de la Comunidad, construido por la familia Mendoza en el siglo XV. Es un pueblo pequeño, de 9.247 vecinos, pero con un tablero político peculiar. Históricamente, el PP suele ser el partido más votado en las elecciones generales y en las autonómicas. En las municipales, en cambio, gobierna el PSOE desde 2007, pero nunca ha podido hacerlo en solitario.

El Partido Popular fue el grupo más votado en los comicios municipales de 2019, pero un acuerdo entre los socialistas y la marca local de Podemos-Equo convirtió a Labrador en alcalde. En la anterior legislatura, el PSOE gobernó en coalición con el PP y con un grupo independiente.

De la patrulla al Ayuntamiento

Antes de su salto a la política, Labrador pasó durante casi dos décadas entre el Ejército de Tierra y la Guardia Civil. Desde pequeño sentía una devoción especial por el trabajo militar y policial. No le venía de familia: ningún pariente directo estaba vinculado a las Fuerzas Armadas y sus padres trabajaban en un restaurante.

El alcalde, que hoy tiene 41 años, hizo la mili a finales de los 90 en el Cuartel General del Ejército de Aire en Moncloa. "Me gustó mucho el ambiente y los valores que se transmiten en las Fuerzas Armadas y el trabajo que desempeñan".

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Labrador ingresó en la Artillería del Ejército de Tierra en enero del 2000, según su curriculum vitae. Estuvo destinado en Tarifa. En 2008 dio el salto a la Guardia Civil. Su periodo de formación en la Benemérita lo pasó en Calpe (Alicante). Después, recuerda, consiguió plaza en el Puesto de Collado Villalba, donde trabajó unos ocho años. Su último destino fue Manzanares el Real. En su pueblo, formaba parte de la unidad de seguridad ciudadana: patrullaba, recepcionaba denuncias... "Haces de todo (...) en los pueblos pequeños es donde más se aprende", dice. Durante nueve años también desempeñó diferentes cargos en la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Cuando el anterior alcalde socialista, su "amigo" Óscar Cerezal, le propuso que se presentara como candidato, Labrador, tras darle muchas vueltas, aceptó: "Entiendo la política como algo temporal". Se sentía atraído por el "compromiso social" del cargo público del primer edil. Para poder concurrir a las elecciones, solicitó la condición de servicios especiales. De esta forma, pasó a estar en situación de agente 'en suspenso', es decir, no cobra desde entonces de la Guardia Civil y tampoco está sujeto a las leyes penales militares y a las normas disciplinares del Instituto Armado.

"Vox y PP no conocen la Guardia Civil"

El gobierno de coalición que dirige Labrador desde 2019 se ha enfrentado, como todos, a una pandemia y a la subida de los precios de la luz. "Ha sido una legislatura complicada", reconoce. Aun así, está orgulloso del trabajo de su equipo y espera revalidar el cargo para cumplir todos los compromisos pendientes de su programa progresista.

El agente asegura que "últimamente" el trato con la oposición se ha vuelto "más tenso y farragoso". En concreto, el alcalde acusa al Partido Popular -que lidera la oposición con cuatro concejales- y a Vox - que cuenta con uno- de fomentar el "fango político".

El alcalde, José Luis Labrador, en su despacho, decorado con una caricatura de Pablo Iglesias Posse y símbolos religiosos. Miguel Fiter

Labrador asegura que el edil de Vox, Francisco José Alonso Aneiros, y "alguno" del PP le han atacado en los plenos verbalmente "en muchas ocasiones" por ser "guardia civil y de izquierdas". "El Partido Popular y Vox no conocen la Guardia Civil. Atacarme con eso, como mi puesto de trabajo, no tiene ningún sentido. Yo estoy orgullosísimo de ser guardia civil, de ser funcionario del Estado, pero también estoy orgulloso de ser socialista", señala.

El regidor insiste en que la Guardia Civil no pertenece a ninguna ideología y carga contra aquellos de la derecha y la extrema derecha que quieren "patrimonializar" las instituciones: "La ideología está dentro de la persona".

Críticas de la oposición

Desde el Partido Popular lanzan varias críticas contra José Luis Labrador. Le acusan de que les informa de los planes del Gobierno municipal a través de las redes sociales y de la web del Ayuntamiento. A juicio de los populares, Labrador y su equipo solo han sacado adelante durante la legislatura dos proyectos de envergadura.

Sobre lo primero, el alcalde guardia civil responde presumiendo de que su Gobierno es el más transparente de la historia de Manzanares el Real. Y sobre la segunda acusación, Labrador defiende que ha cumplido con el 98% de su programa y que rematará su proyecto si revalida la alcaldía tras el 28-M.

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El PP también reprocha a la coalición de PSOE-CUV que haya "comprometido" 4,5 millones de euros que recibirá el municipio de los fondos europeos. El alcalde, nuevamente, se justifica: "No te dan una subvención a fondo perdido para dedicarlo a lo que quieras. Tiene que ir [asociado] a un proyecto".

El 28-M, casi con seguridad, serán las últimas elecciones a las que se presentará Labrador. "El objetivo es ganar por mayoría", dice, consciente de que en las últimas legislaturas el PSOE ha gobernado en coalición con los unos y los otros.