Dos huelgas, ceses o dimisiones semanales y la izquierda intentando sacar rédito político de cada paso (aunque se dé por motivos que no tienen nada que ver con la atención sanitaria). Ese es el panorama con el que va a tener que lidiar la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en uno de los otoños más calientes que se recuerdan en materia sanitaria desde las mareas de batas blancas.

La presidenta pasa el ecuador de octubre y negocia los presupuestos con su principal socio en la Asamblea de Madrid, Vox, mientras que en la calle los médicos convocan dos huelgas: una en Atención Primaria y otra en las Urgencias del Infanta Sofía. Movilizaciones lideradas por los cinco sindicatos de la región, a las que se le suman los ceses de varios gerentes de algunos de los hospitales más grandes de Madrid.

Desde el Gobierno regional apuntan que estos hechos no tienen nada que ver, pero la izquierda (en su papel de oposición) los relaciona directamente. Mientras, los profesionales sanitarios claman por mejores condiciones laborales asegurando que en los hospitales se ha creado una situación de "crispación y enfado" que llega a las altas esferas.

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Aunque la situación haya explotado en octubre, es necesario contextualizarla. Al principio del verano, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid anunciaba que iba a cerrar 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP). Unas semanas más tarde, y tras varias manifestaciones lideradas por la izquierda (Podemos, Más Madrid y el PSOE), el Ejecutivo de Ayuso daba marcha atrás y anunciaba su reapertura para este otoño.

Para llevar a cabo la apertura de estos centros, el Gobierno regional y los diferentes sindicatos se sentaron a negociar unas condiciones laborales que, a la vista de los acontecimientos, no han gustado a los médicos. Así, los cinco principales sindicatos han terminado convocando para este mes de octubre una huelga indefinida que comenzará el día 25.

Antonio Zapatero

Entre el cierre de las urgencias y la negociación para su reapertura, en la Consejería de Sanidad no ha parado de haber cambios. El más importante de ellos, la salida del que ha sido la mano derecha del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, durante la campaña de la Covid-19: Antonio Zapatero.

El internista dejaba su cargo pero, según fuentes muy cercanas, no lo hacía por disparidades con la gestión de la Consejería, sino por el reto que le proponía trabajar junto al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. De hecho, su sustitución ha sido tan rápida como continuista: su mano derecha en el Zendal, Fernando Prados, ocupa ahora su puesto.

Esta semana la oposición ha querido ligar la salida de Zapatero con la gestión de la sanidad madrileña por parte de Isabel Díaz Ayuso, así como con la reciente dimisión de la gerente de Atención Primaria del Sermas, Sonia Martínez.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la dimisión de Martínez se debe única y exclusivamente a motivos "médicos y personales" pues padece una enfermedad desde hace más de seis meses y, de hecho, en estos momentos ya está "de baja".

Enrique Ruiz Escudero ha sido el primero en salir a defender a su equipo. Según ha asegurado, todas estas dimisiones han sido 100% personales y no han tenido nada que ver con su gestión. Algo que no puede justificar con el cambio de las cúpulas de los altos cargos de los hospitales madrileños.

Esta misma semana, su Consejería ha cesado a dos gerentes de dos importantes hospitales: el Gregorio Marañón y el Clínico San Carlos. Tal y como ha confirmado este diario por fuentes del sector, han sido dimisiones por motivos dispares, pero podrían no ser las únicas. Eso sí, ninguna de ellas tiene nada que ver con la huelga de Primaria.

Cinco grandes hospitales

El cese que más ha sorprendido al sector sanitario ha sido el de José Soto Bonel, relevado de su cargo de gerente del Hospital Cínico San Carlos tras 21 años. Soto es un histórico de la sanidad madrileña y ocupa cargos de gran responsabilidad dentro de diferentes asociaciones del sector.

Desde la Consejería no dan razones para su cese, pero, según ha podido saber este diario, se debe a un proyecto del Gobierno regional de "renovar" a todos los gerentes por una cuestión "generacional". Es decir, quieren que entre savia nueva a las direcciones de los hospitales madrileños.

Estas mismas fuentes insisten en que Soto puede ser el primero de muchos cambios en las cúpulas de los hospitales de la región, aunque no han querido dar más datos, ni señalar centros. Lo que sí dejan claro es que no ha sido una cuestión política.

José Soto era, hasta esta semana, el gerente con más trayectoria profesional de la sanidad española. Sedisa

El otro cese ha sido el de Joseba Barroeta Urquiza. Fue relevado de la cúpula del Gregorio Marañón y todo parece indicar que se tomó esta decisión porque no "superó" el periodo de prueba al frente de centro. Se realizó una evaluación de su gestión y no fue satisfactoria para la Consejería.

Desde las altas esferas de la sanidad madrileña matizan dos importantes aspectos del cese de estos gerentes. Por un lado, el hospital del que estaban al cargo y, por el otro, el matiz político.

Normalmente, cuando un gobierno llega al poder, suele poner al cargo de la gestión de las instituciones a directivos que tengan sintonía con su modelo. Es algo que no sólo ocurre en Madrid, sino en toda España.

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En este sentido, desde los sindicatos regionales insisten en que los cambios no han sido por "querer poner a los suyos". Algo que, afirman,"sí podría ocurrir en Andalucía".

En el otro lado están los hospitales. Fuentes del sector insisten en que en Madrid hay "cinco grandes hospitales" que tienen una importante relevancia para la opinión pública: la Paz, el 12 de Octubre, el Clínico San Carlos, el Ramón y Cajal y el Gregorio Marañón. Casualmente, en dos de estos centros acaban de cambiarse a los gerentes.

Las únicas dimisiones que sí están más ligadas con la remodelación de los nuevos PAC (Puntos de Atención Continuada), que sustituirán a los 40 Servicios de Atención Rural (SAR) y 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), son las registradas en el servicio SUMMA 112.

Hace unas semanas se produjo la salida de Pablo Busca, exgerente del 112 que llevaba 7 años en el cargo, y de Jesús Vázquez, cesado como director general de Asistencia Sanitaria de la Administración. Desde los sindicatos insisten en que la situación del SUMMA es "ingobernable" porque están "vaciando de efectivos" este servicio para llenar los nuevos PAC. Y eso está pasando factura a trabajadores y altos cargos.

Huelgas

La izquierda madrileña ha aprovechado esta catarata de ceses y renuncias, para cuestionar la gestión de la presidenta regional. Prueba de ello fueron las reacciones que, a través de sus redes sociales, lanzaron los líderes de Más Madrid, PSOE y Podemos respecto a la dimisión de la gerente de Atención Primaria.

Pese a que se trataba de un tema personal de salud, Mónica García, Juan Lobato y Alejandra Jacinto vincularon la dimisión con "la chapuza de las urgencias".

"Llevamos un año en Madrid encadenando rectificaciones, cambios de planes, ceses y dimisiones de directivos de la sanidad pública. Improvisando", criticó el portavoz del PSOE en la Asamblea, Juan Lobato.

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Además, los propios sindicatos reconocen que esperan contar con la presencia de Más Madrid, Podemos y el PSOE durante la convocatoria de huelga que se va a producir, tanto en toda la Atención Primaria madrileña como en las Urgencias de Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes.

Los sindicatos insisten en que la situación de los hospitales es límite "y no sólo en Madrid". Aun así, la huelga que se ha convocado en toda la región pretende mejorar las condiciones laborales de cerca de 700 profesionales que atenderán los nuevos Puntos de Atención Continuada.

Según han informado desde AMYTS (sindicato médico madrileño), el nuevo modelo de urgencia extrahospitalaria supone aumentar la jornada laboral de 1.536 horas anuales a 1.642,5, así como la modificación radical de sus turnos de trabajo y una "previsible minoración de sus retribuciones".

La consejería no da por perdidas las negociaciones y espera que la huelga se desconvoque. Este mismo martes Ruiz Escudero aseguraba que su equipo va a seguir "buscando una solución". "Criticaron nuestra propuesta, pero no propusieron otro modelo", ha lamentado.