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En Andalucía, británicos; en Baleares y Canarias, alemanes, y en Cataluña, franceses. Es la fotografía tradicional del extranjero que compra una casa de vacaciones en nuestro país, un perfil asentado durante décadas que, tras la pandemia, empieza a diversificarse dejando notorias sorpresas.

La mayor de ellas es el auge de los estadounidenses, que desde la pandemia han revolucionado el paisaje nacional. Son ya los principales compradores extranjeros –no residentes– en cinco comunidades autónomas: País Vasco, La Rioja, Asturias, Galicia y Castilla-La Mancha.

Es un avance imposible de intuir hace solo cuatro años, cuando los estadounidenses no lideraban este tipo de compras en ninguna región. Pero después de la pandemia ha llegado la revolución a estos territorios, antes comandados por franceses, belgas y alemanes.

Su veloz avance queda recogido en un estudio de CaixaBank Research, que apunta a que su crecimiento puede tener que ver con el fuerte alza en la llegada de turistas de EEUU desde 2019.

Desde ese año y hasta 2024, han visitado nuestro país un millón más de estadounidenses, hasta sumar un total de 4,3 millones en el periodo. Que esta escalada de visitas se haya traducido en un interés por comprar lejos de las grandes ciudades es, por ahora, la explicación más plausible al fenómeno.

Los territorios conquistados por los estadounidenses no les sitúan, con todo, en el podio de compras de vivienda realizadas por extranjeros no residentes; al final, las transacciones protagonizadas por compatriotas de Donald Trump apenas representan el 2,6% sobre el total de este tipo de compraventas, pero da idea del potencial de su perfil para crecer.

Por dos motivos: las compraventas de extranjeros –residentes y no residentes– están creciendo a un fuerte ritmo y además está cambiando el peso de las diferentes nacionalidades que se están convirtiendo en los nuevos vecinos de los españoles.

Aumentan las compras de extranjeros

Sobre el primer punto, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana ofrece las cifras. Los extranjeros han comprado el 18% del total de viviendas vendidas entre el primer trimestre de 2024 y el primer trimestre de este año. 

Es un 38% más que las compradas en 2019, y máximo en la serie histórica, que se inicia en 2006. Dentro del grupo de extranjeros, fueron los residentes en nuestro país, aquellos que adquieren una vivienda por motivos laborales o educativos, generalmente en zonas urbanas, los que más transacciones realizaron, el 56,2% del total. 

Pero a pesar de su más modesto peso, los movimientos de los no residentes guardan claves que nadie más tiene sobre cómo evoluciona el mercado de residencias vacacionales, que son su principal objetivo. Su demanda es completamente diferente: prefieren zonas turísticas y propiedades de gama media-alta o alta.

Un extranjero no residente paga de media 3.063 euros por metros cuadrado, frente a los 1.795 euros por metro cuadrado que desembolsa un extranjero residente. El segmento que activan,es, por tanto, también muy diferente.

Los británicos pierden peso

Pues bien, las compras de extranjeros no residentes han crecido más que las de los residentes en los últimos años, animados por aspectos como la percepción de seguridad en España o la estabilidad geopolítica frente a otros destinos, apunta CaixaBank Research.

También está el hecho de que, pese a la escalada de precios de la vivienda, ésta aún sea más barata que en sus países de origen.

Aunque no todos han comprado más, lo que ha hecho que cambie el paisaje. Los británicos, principales compradores de vivienda en España, de hecho han perdido cuota desde la pandemia. Si la pasada década representaban el 22% de las transacciones, ahora ostentan el 15%, por culpa del Brexit y la depreciación de la libra.

¿Quiénes ganan peso? Alemania, Bélgica y los Países Bajos han avanzado hasta consolidarse como actores clave. Francia y Suecia han perdido algo de cuota en los últimos años, aunque siguen en tercera y sexta posición. Mientras, Polonia se constituye como la otra sorpresa después de Estados Unidos.

Porque Polonia es la nacionalidad que más peso ha ganado entre estos dos periodos: de apenas representar el 0,7% del total en la década previa a la pandemia, al 4,7% de 2020-2024. Ya tiene la quinta posición en el ranking del año 2024, superando a Suecia y Francia.

El informe concluye resaltando, además del avance estadounidense, el de los latinoamericanos, especialmente argentinos, colombianos y venezolanos, que doblan su peso, aunque siga siendo muy modesto.

En conjunto, representan cerca del 1% de las operaciones de este colectivo, frente al 0,5% que suponían en la década anterior.