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Los médicos se quedan solos. Tanto el Ministerio de Sanidad como el resto de sindicatos que conforman la mesa de negociación del Estatuto Marco (SATSE, FSS-CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde) han rechazado la creación de un estatuto propio para la organización médica.

En concreto, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) y la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) han manifestado en numerosas ocasiones la necesidad de elaborar un texto específico que recoja "sus especiales condiciones de formación, responsabilidad y desempeño laboral".

Durante la rueda de prensa de este lunes para informar del estado de las negociaciones, los sindicatos (que están dentro del ámbito de negociaciones) han mostrado su completo rechazo. No están de acuerdo "en jerarquizar" las necesidades.

"No hay ninguna petición que reclamen los médicos que no esté dentro del estatuto común. Ninguna mejora profesional o retributiva queda fuera. No deber haber diferencias entre facultativos", precisa Manuel G. Moreira, secretario nacional de CIG-Saúde.

Con todo, los sindicatos han terminado matizando que esto lo reclaman "sólo algunas organizaciones médicas específicas".

"Dentro de nuestros sindicatos hay muchos médicos a los que les parece injusto lo que se está pidiendo", expresa Lucía García, responsable del Área de Políticas Transversales de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO.

Continúa añadiendo que todos los profesionales que forman parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) deben tener cabida en el Estatuto Marco en igualdad de condiciones.

Por su parte, como ya adelantó este periódico, el departamento de Mónica García ha recalcado que no cederá a la exigencia de los médicos. "Elaborar un estatuto propio de cualquier colectivo llevaría a fragmentar un sistema que cada vez demanda más cohesión, más multiprofesionalidad y más trabajo en equipo".

Como ya han precisado anteriormente, las singularidades que puedan a afectar a determinados colectivos se recogerán en "capítulos o secciones específicas".

Este fue uno de los principales motivos por el que se convocó la huelga del pasado 13 de junio. Sin embargo, ante la negativa del Ministerio, las organizaciones médicas han anunciado otro paro nacional para el 3 de octubre.

Hace unas semanas, manifestaron que se desarrollaría el 10 de ese mes.

Fuera de la negociación

Tras la rueda de prensa, ambas organizaciones (SMA y CESM) muestran su preocupación y malestar. Denuncian que, una vez más, han sido excluidos del ámbito de negociación del personal estatutario, ya que dentro sólo hay una representación minoritaria de los médicos.

"En esa mesa no existe una representación real y específica de la profesión médica, ya que de todos los miembros convocantes solamente uno de sus integrantes es médico, y forma parte del sindicato CIG-Saúde. Una organización nacionalista gallega que agrupa a todas las categorías del personal sanitario (médicos, enfermeros, celadores, administrativos, etc)", exponen en un comunicado.

Con todo, estas agrupaciones continúan defendiendo la necesidad de crear un estatuto propio que regule sus condiciones laborales específicas.

"No queremos ninguna posición de privilegio. Ni pensamos que tengamos más derechos que otros como se ha insinuado. Pero sí, creemos que es necesaria esa negociación porque tenemos condiciones de jornada diferentes. Y no sólo de eso, de organización del trabajo y de gestión clínica", aclara José María Soto, vicesecretario general de CEMS al Observatorio de la Sanidad.

Desde el Sindicato Médico Andaluz coinciden con el punto de vista de la confederación sindical médica. "Somos prácticamente los únicos que hacemos guardias y los que soportamos unas jornadas laborales que sobrepasan las 48 horas semanales en muchos casos. Tenemos un papel en el sistema sanitario que no tienen otros colectivos", matiza Rafael Ojeda, presidente del SMA.

En esa misma línea, continúa aclarando que, todas estas circunstancias, le perjudican con "unas jornadas laborales pésimas y unas obligaciones mayores que no se ven compensadas en ningún tipo de reconocimiento".

Mejoras

El nuevo borrador que presentó Sanidad el pasado viernes incluye algunas mejoras con respecto al anterior presentado en enero. Este nuevo texto ha eliminado algunos elementos como la exigencia de que los médicos que hagan el MIR (ya se especificó en el anterior borrador) sólo puedan trabajar en la sanidad pública cinco años después de terminar la residencia.

Además, ha incluido el reconocimiento retributivo por la realización de guardias, equiparable a la jornada ordinaria.

Del contenido del actual borrador, destacan la periodicidad de las ofertas públicas de empleo. Se harán cada dos años, y con un plazo de resolución de uno.

Otros avances son el aumento del número de niveles de carrera profesional, que pasará de 4 a 5 en todos los servicios de salud. La retribución será proporcional a los niveles previamente establecidos y las convocatorias de carrera serán, al menos, anuales.

A pesar de esto, las organizaciones médicas (CESM y SMA) consideran insuficientes los avances en el Anteproyecto del EM. Se trata de mejoras limitadas. "Las guardias obligatorias y las de 24 horas no desaparecen y el tiempo de descanso debería computar como tiempo efectivamente trabajado, y no es así", precisan en un comunicado conjunto.

Además, no hay un reconocimiento pleno "del exceso de jornada como factor de sobrecarga laboral sometido a criterios de voluntariedad", terminan.