Moderna, junto a Pfizer, es una de las grandes 'beneficiadas' por la Covid. Su vacuna está siendo la más fiable del mercado, junto a la de la multinacional americana. Para aumentar la producción, ha llegado a un acuerdo con la farmacéutica Lonza para impulsar la producción de sustancias farmacológicas, y así de dosis, en sus instalaciones en Países Bajos. Dan Staner, vicepresidente de Moderna y responsable de la compañía para Europa, Oriente Medio y África, explica que gracias a ello se podrán fabricar, a escala mundial, unos 3.000 millones de dosis. Aunque esto no será hasta 2022.  

Con todo, en la entrevista que ha concedido a Invertia mediante videoconferencia, el directivo suizo indica que Moderna, además de cumplir sus contratos con la Unión Europea al "100%", trabaja en suministrar "millones de dosis adicionales" de su vacuna antiCovid a los países europeos este verano. Un suministro que puede ser clave, dados los problemas de abastecimiento de AstraZeneca y Janssen

Además, el responsable de la compañía en el viejo continente avanza que Moderna está negociando un nuevo contrato con la Comisión Europea en el que espera poder ofrecer un "mejor precio" por dosis a la UE

Un momento de la entrevista.

Han cerrado un acuerdo con Lonza para incrementar su producción en Europa. ¿Cuántas dosis se podrá fabricar a partir de ahora de la vacuna de Moderna contra la Covid?

El año pasado, nuestro CEO anunció que en 2021 fabricaríamos entre 800 millones y 1.000 millones de dosis. Con las inversiones adicionales en Lonza, en Rovi y en Recipharm, creemos que seremos capaces de producir entre 1.000 millones y 3.000 millones de dosis. Este es un incremento enorme.

Pero a partir de 2022. ¿Estas inversiones van a tener algún impacto en 2021?

No. Para este año teníamos planeado producir unos 500 millones de dosis. Con las inversiones adicionales que hemos hecho, el máximo que podremos fabricar será entre 800 millones y 1.000 millones de dosis. Somos conscientes de la necesidad de vacunas contra la Covid-19 y de que hay que abastecer no solo a Europa, Japón y Estados Unidos, sino también al resto del Mundo. Asia, África, Latinoamérica… Seguirán ahí. Por eso Moderna ha aumentado su capacidad de producción y será capaz de fabricar el próximo año hasta 3.000 millones de dosis.

¿Lo que se está produciendo en el viejo continente es solo para Europa o es para más países?

Los entre 800 millones y 1.000 millones de dosis son para todo el mundo. Para 2021, los contratos que tenemos con la Comisión Europea indican que tenemos que entregar unos 310 millones.

Estamos cumpliendo al 100% las condiciones de los contratos de la Comisión Europea

¿Está negociando Bruselas con Moderna ampliar este contrato o tratar de acelerar la entrega de vacunas en los próximos meses?

De hecho, negociamos semanalmente. Hablamos con la Comisión cada dos o tres días. Estoy contento por poder decir que Moderna está entregando y cumpliendo el 100% de las condiciones de los contratos con la Unión Europea. Si fuera posible, trataremos de proporcionar más. Estamos trabajando en entregar más dosis a la Comisión Europea para que los países miembros tengan más.

Además, estamos negociando con la Comisión Europea un contrato para 2022, para que podamos planear y escalar nuestras capacidades para los países europeos el próximo año.

En definitiva, ¿podemos esperar más dosis de Moderna aparte de los 310 millones contratados?

Esa cifra es lo que tenemos contratada con la Comisión Europea. Pero sabremos mejor lo que podemos hacer en unos meses. Estamos trabajando en poder entregar en julio, agosto y septiembre algunos millones de dosis adicionales para ayudar a los países europeos en sus campañas de vacunación.

Entonces… Están ustedes trabajando en acelerar y en dar más dosis a los países europeos. ¿Es así?

Sí, en próximas semanas podremos contar más. Todavía no puedo dar cifras al respecto porque no las tengo. Pero estamos trabajando muy duro en ello.

Lo cierto es que en Europa hay ciertos temores de que se puedan repetir fallos de suministro de la vacuna contra la Covid, tras lo ocurrido con AstraZeneca y los problemas que está registrando Janssen. ¿Siente presión de los países europeos por estas cuestiones?

Estamos en esta pandemia juntos. Las vacunas de Moderna de ARNm son una necesidad muy importante. Pfizer ha sido la mayor compañía farmacéutica del mundo en los últimos 10 años. Moderna hace 10 años no existía. Me siento orgulloso de poder decir que hemos producido en los últimos cinco meses 200 millones de dosis en Estados Unidos. Europa sigue muy de cerca este camino. Esperamos incrementar y llegar a cifras similares en poco tiempo. Estamos trabajando muy duro para poder entregar más dosis en los próximos cuatros meses a la Comisión Europea.

 Cada vez que una compañía tiene un problema, los gobiernos meten presión al resto de los laboratorios

En esta guerra contra la pandemia no podemos ganar sin la innovación y sin las vacunas. Obviamente, al principio éramos muchos más lo que trabajábamos en traer vacunas contra la Covid: AstraZeneca, Janssen, Sanofi… Mucha gente. Desafortunadamente muchos no llegaron a la ronda final y la vacunación está recayendo sobre los hombros de Pfizer/Biontech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Obviamente, cada vez que hay alguna noticia negativa, nos afecta. Porque pone más presión para suministrar vacunas más rápido, mejor y en mayor cantidad.

Y cada vez que una compañía tiene un problema, los gobiernos meten presión al resto de los laboratorios. Si algo le ocurre a AstraZeneca, si algo le ocurre a Janssen, se va a presionar más a Pfizer/Biontech y Moderna.

¿Se plantea Moderna nuevos acuerdos para ampliar su producción en las próximas semanas o meses?

Siempre vamos a explorar potenciales alianzas. Esa es la ventaja de una biotecnológica como la nuestra. Estamos abiertos al mundo. Pero le puedo decir que la columna vertebral de nuestra estrategia de producción está en Rovi, Lonza y Recipharm, particularmente en Rovi y Lonza.

¿Cuál es el rol de Rovi dentro de la estrategia global de Moderna? ¿Se ha dado una situación de beneficio mutuo?

Bueno, no puedo hablar por Rovi. Estamos completamente comprometidos y felices por la colaboración. De hecho, Rovi y Lonza son pilares clave. Este viaje no hubiera sido posible sin la alianza de Rovi, Lonza y Moderna. Son agentes críticos para nosotros.

Dan Staner, vicepresidente de Moderna (Foto: cedida / Alessandro della Valle).

¿Cómo se gestó el acuerdo con Rovi?

No puedo comentar gran cosa porque no estaba todavía en Moderna, por lo que no conozco estas negociaciones. Pero asumo que el Gobierno español estuvo involucrado. Además, Rovi tiene el historial, las capacidades, los conocimientos técnicos… Tanto Lonza como Rovi, una en producción de sustancias activas y la otra en llenado y finalización de viales, son las mejores de su clase. Y por eso nosotros trabajamos con ellas.

Hay muchas discusiones sobre el futuro de las patentes de vacunas contra la Covid-19. Concretamente, en el seno de la Organización Mundial del Comercio se está debatiendo su liberación.

La patente de Moderna ya está disponible. La hicimos pública en Estados Unidos hace meses. La cuestión es otra. Tenemos el know-how, que es nuestra tecnología. Es nuestra propiedad intelectual.

Este es el problema número uno. Verá: aún trabajando con compañías como Rovi o Lonza, construir una fábrica nueva nos llevaría año y medio. Si a nosotros nos lleva 18 meses, a cualquiera le llevará más tiempo. Esas nuevas dosis no se podrán tener hasta dentro de 18 a 24 meses como mínimo. Es decir, que nunca estarán disponibles en 2022.

Por otro lado, Moderna planea fabricar hasta 3.000 millones de dosis en 2022. Pfizer y Biontech han comunicado que el próximo año producirán 4.000 millones de dosis. Por tanto, entre los dos seremos capaces de producir 7.000 millones de dosis. Esto es suficiente para vacunar a todo el planeta.

El tercer pilar es el siguiente. Una vacuna necesita 600 componentes. En el caso de las vacunas de ARNm, estamos ‘Ok’ en estos momentos, porque solo estamos Pfizer y nosotros. Imagínese el escenario si hubiera tres, cuatro, cinco o más fabricantes. Todos iríamos a los mismos productores de componentes porque solo hay unos pocos. ¿Qué ocurriría? Que nadie tendría todos los componentes necesarios y se tendría que frenar la fabricación.

¿Ahora mismo no está teniendo problemas Moderna para hacerse con estos componentes?

No, pero tampoco hay grandes remanentes. Hay stock pero también una gran demanda que no nos permite tener grandes reservas.

¿Este incremento de la demanda de los componentes puede aumentar el precio de las vacunas?

No. Vamos a intentar mantener el precio bajo control. Estamos trabajando duro en una nueva propuesta de precio a la Comisión Europea para 2022 y estamos haciendo un esfuerzo para evitar que el coste se nos suba.

Estamos haciendo todos los esfuerzos para mantener el precio de nuestra vacuna estable o incluso mejorarlo

¿Entonces el precio se va a mantener o va a subir?

No puedo darle todos los detalles porque estamos negociando. Pero sí le puedo decir que estamos haciendo todos los esfuerzos para mantener el precio estable o incluso en mejorarlo.

¿Mejorarlo para Moderna o para la Comisión Europea?

(risas) Para ustedes. Para la Comisión Europea.

La Covid se ha convertido en el gran negocio para Moderna. Pero ¿cuál es el futuro de la compañía en el corto y en el largo plazo?

Mucha gente cree que Moderna es Covid-19. En realidad, la Covid-19 ha permitido acelerar la prueba de concepto de la nueva tecnología de ARNm, y ha probado que funciona. Moderna no es una compañía para la Covid-19. El coronavirus solo el área en la que hemos lanzado nuestro primer producto.

Tenemos un 'pipeline' de 23 productos. En fases I, II y III. Hablamos de productos contra el virus respiratorio sincitial, vacunas contra el citomegalovirus, que es la mayor causa de malformaciones en niños. Hemos iniciado estudios de una vacuna contra el VIH y también contra la gripe estacional.

La vacuna actual contra la gripe tiene una efectividad de entre el 25% y 50%. Eso lo queremos cambiar, aumentándola significativamente. También trabajamos en una vacuna que actúe de manera combinada contra la gripe y contra la Covid. Imagínese: con una dosis al año, las personas estarían protegidas contra ambas enfermedades.

También tenemos seis productos en desarrollo en oncología. Vacunas contra tumores, contra el cáncer. También en enfermedades cardiovasculares o raras.

Pero en los últimos años las vacunas se han devaluado, debido a reducción paulatina de los precios que están dispuestos a pagar los países. De hecho, por eso varios productores habían dejado de fabricarlas en los últimos años.

La Covid-19 ha cambiado la situación. La gente se ha dado cuenta de que el enemigo de mañana ya no viene en aviones o en tanques. Puede ser un virus o una bacteria. Y, en esta situación, creemos que nuestra tecnología, ARNm, con diez vacunas en desarrollo y otros productos biológicos, podría ser totalmente revolucionaria.

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