El 24 de junio de 2017, España y Europa no apartaban los ojos de Andalucía. El Parque Nacional de Doñana, el humedal más importante de Europa, ardía en un incendio que arrasó más de 10.000 hectáreas de vegetación durante los once días que duró el fuego. Tras esto, ayudando a frenar las llamas vecinos, bomberos, efectivos de la Consejería andaluza de Agricultura y los satélites de Airbus.

El gigante aeronáutico aportó su gran granito de arena con OneAtlas, una plataforma que facilita el acceso y análisis de las imágenes captadas por sus satélites. A través de internet, permite que el usuario acceda vía streaming y a las fotografías diariamente actualizadas de todos los rincones del mundo. La plataforma permite además programar el satélite para que capture concretamente lo que el cliente desea.

El proyecto nace en la división nacional de Connected Intelligence encargada de la explotación de la información capturada por los satélites. Así lo explica a Invertia Tomás Fernández como parte del personal que compone la citada división. El sistema puede presumir de sus funciones: analizar el tráfico marítimo o aéreo, analizar cambios en infraestructuras o la evaluación de incendios y el seguimiento de su recuperación.

Los ‘ojos’ de Airbus dan 15 vueltas diarias a la Tierra y espera sumar otros cuatro satélites los próximos dos años. Pese a que el proyecto está liderado por el equipo de Toulouse (Francia), unas 30 personas coordinadas trabajan desde España. Precisamente, el nuevo miembro del equipo es la inteligencia artificial. Permite, entre otras cosas, interpretar la información que capta: desde identificar nuevos edificios a aportar alertas automáticas.

La utilidad de OneAtlas se extiende como tentáculos también en la gestión agrícola y medioambiental. Así, sus trabajos permiten saber el abono preciso que el campo necesita, el agua que requieren los cultivos, la monitorización por satélite de la gestión de ayudas a la Política Agraria Común o analizar la deforestación en casos de incendios.

Emergencias

Andalucía, por su diversidad geográfica, es una comunidad idónea para que OneAtlas se desenvuelva como pez en el agua. El proyecto cuenta con una amplia cartera de clientes: de particulares a empresas hasta administraciones. Es aquí donde entra en acción la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. Así lo explica a Invertia el secretario general de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático, Francisco Gutiérrez.

En el caso del Gobierno andaluz, el uso de las imágenes satélite de alta y muy alta resolución se emplea para gestionar emergencias o durante el periodo postemergencia. Junto a ello estudian que en un futuro se convierta en soporte para inspecciones ambientales. Su función se centrará en abordar trabajos que en el campo resultan casi inabordables por tiempo y personal.

¿Cómo trabajan un satélite y un operario? En función del objetivo y del ámbito geográfico de trabajo, el personal busca sobre el catálogo de imágenes. En el caso de no disponer de las imágenes que se necesitan, se programan las adquisiciones en días de interés. Tras su procesado, pasan a formar parte del archivo o se descargan los archivos para su análisis exhaustivo.

Lejos de sustituir

Con el avance de las tecnologías y el protagonismo de la inteligencia artificial, la pregunta es clara. ¿La digitalización superará en el futuro al trabajo de las personas en materia de teledetección? Para Gutiérrez no es un tema que les quite el sueño. "Lejos de la sustitución de las personas, se trata de la especialización de las mismas en trabajos más técnicos y específicos".

“Proporciona grandes oportunidades para que más técnicos especializados y usuarios finalistas puedan hacer uso de esta oferta de imágenes que aporta esta visión tan actual y de detalle sobre nuestro entorno”, afirma el experto. Herramientas como OneAtlas permiten, en definitiva, abordar los retos de la gestión a los que no se puede llegar por técnicas clásicas. Así es como gestionan los ojos desde el espacio. De Andalucía al cielo.