Doblete en atl Capital. La firma de asesoramiento financiero ha conseguido los mejores resultados de su historia por segundo año consecutivo, con ingresos por 13,1 millones de euros y un volumen de activos bajo gestión superior a los 2.200 millones al cierre de 2021. Dos cifras que espera incrementar este ejercicio gracias a su reforzada apuesta por los grandes patrimonios en pleno desmontaje de sus sicavs.

La firma tiene prevista la creación de una nueva línea de negocio específica para grandes patrimonios con el objetivo de impulsar su presencia en este disputado segmento. Al frente de la misma se situará José Manuel García, socio de atl Capital y responsable de la oficina de Valencia. Una tarea que por el momento seguirá desempeñando.

El patrimonio bajo gestión "récord" alcanzado este año supone un incremento interanual del 30%. La cifra se distribuye entre sus más de 3.000 clientes y se construye con los 1.350 millones de euros que aporta la unidad de banca privada y los 850 millones procedentes del negocio institucional, según ha explicado Jorge Sanz, presidente de atl Capital.

Desmontar las sicavs

Tras cerrar el 2021 con una captación neta de 175 millones de euros, procedentes en un 48% de antiguos clientes, la hoja de ruta de la entidad apunta a un objetivo de 2.500 millones de euros bajo gestión al término de este año. Así lo ha explicado este martes Guillermo Aranda, consejero delegado de la firma.

Los planes sobre las sicavs del grupo -que actualmente atesoran unos 61 millones de euros- pasan por la opción elegida por el grueso de la industria tras el marcaje de Hacienda. "Disolverlas, acogerse al régimen transitorio e ir incorporando el capital a fondos de inversión", ha concretado Aranda antes de señalar que "la solución de buscar accionistas nos parecía más compleja". 

Con este objetivo, atl Capital apostará fundamentalmente por dos fórmulas: fondos perfilados y fondos por compartimentos. Además, después de un primer trasvase a fondos españoles, como exige la Agencia Tributaria para esquivar la tributación por plusvalías, sí que plantea la posibilidad del traspaso a vehículos internacionales en función del perfil de cada cliente.

En cuanto al escenario previsto para este ejercicio, en la firma prevén un año positivo para las economías y los mercados financieros. Sin embargo, el equipo gestor se decanta por dar más peso a activos de riesgo porque "son los que mejor lo van a hacer" en un entorno marcado por "tasas de inflación más elevadas de lo que se ha visto en la última década" y el giro en el discurso y las políticas de los bancos centrales.

El impulso de la banca

"Los estímulos monetarios se van a ir acabando", según ha explicado Ignacio Cantos, socio director de atl Capital. Sin embargo, considera que como contraparte "va a haber un crecimiento económico bastante sincronizado que, por una vez, va a afectar a todas las regiones". Especialmente, ha puntualizado, "si se alivian las presiones de las cadenas de suministros y se mantiene fuerte la demanda".

Este es el escenario más favorable para el sostenimiento de la remontada de los beneficios corporativos, que espera que en España alcance su pico después de un 2021 en el que las empresas domésticas se han quedado algo más rezagadas. Tanto que desde atl Capital aguardan un incremento de hasta el 11% frente al 10% que prevén para EEUU y el 7% que estiman para la media de Europa.

A favor de la bolsa española, según ha explicado Cantos, también juega también "una mayor presencia de valor (value) y de bancos". Y es que, con el horizonte de subidas de tipos de interés en las grandes economías, mundiales, especialmente en la Eurozona, en la firma se muestran "razonablemente positivos con la banca después de años con recomendación negativa".

Además, el gestor Mario Lafuente acota esta idea de inversión al apuntar hacia "aquellos con un negocio más local, por pura exposición a la subida de tipos y esquivar los más internacionales por su exposición a las incertidumbres de Turquía y Latinoamérica", entre otros factores de fricción. 

Las tres españolas favoritas

Más allá de este sector, entre las favoritas de atl Capital en bolsa española también figura Repsol, ya que consideran que cotiza "a niveles atractivos teniendo en cuenta dónde están los precios del petróleo". Si bien consideran que la valoración actual del crudo tenderá a suavizarse en los próximos meses.

En el grupo también se ganan un hueco Grifols, que se había visto afectado por "cuellos de botella de donantes de sangre en EEUU", y la tecnológica Indra, impulsada por "la mejora de sus márgenes de negocio" y el desarrollo del nuevo caza europeo. Además, de esta última destacan que "el impacto por el tema de la gobernanza" vinculado con el relevo en su presidencia debería diluirse a estas alturas.

Atención a la prima de riesgo

Por lo que se refiere a la inversión en renta fija, el gestor Félix López no tiene dudas en que "la inflación y el comportamiento de los bancos centrales van a ser las claves". No obstante, considera que en el incremento de precios al consumo "lo peor lo estamos viendo ahora". Eso sí, ha avisado de que la relajación será para quedarse en tasas de entre el 2% y el 2,5%. "Hay que olvidarse de las tasas de los últimos diez años", ha sentenciado.

La estrategia de la casa para este 2022 pasa por duraciones cortas para esquivar el mayor impacto de las decisiones de los bancos centrales, con más foco en deuda corporativa de calidad crediticia media, e incluso baja. También en emergentes, en moneda más local que fuerte, con un progresivo paso hacia emisiones denominadas en dólares "cuando la Reserva Federal complete su programa de su subida de tipos".

En cuanto a previsiones para el bono español a diez años, que en las últimas semanas ha visto engordar sensiblemente su rentabilidad y su diferencial frente a los 'bunds' alemanes, López aguarda que las tensiones se mantengan. Sin embargo, advierte de que aunque la prima de riesgo está de vuelta, "si llega a rondar los 150 puntos del inicio de la pandemia, habrá algún tipo de reflexión o comunicado por parte del BCE". En su opinión, "no tiene mucho sentido que el trabajo de contención de los últimos años salte por los aires en unos meses con el inicio de su retirada".

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