El Ibex 35 y el resto de índices de la bolsa española volverán a tener en 2022 y 2023 un factor idiosincrásico que tiren de ellos a la baja, lo que podría volver a colocar al parqué español a la zaga de los europeos. Este detonante serán los desguaces de sicavs que se esperan para el año y medio próximo fruto de la nueva ley antifraude. Estas sociedades, que usan las grandes fortunas para gestionar su patrimonio, albergan más de 1.700 millones de euros en acciones de empresas españolas que ahora se ponen en juego.

Con la nueva ley antifraude y bajo la supervisión de Hacienda para el análisis fiscal de su tributación ventajosa al 1%, las sicavs que no cumplan los requisitos mínimos (100 accionistas reales, y no meros figurantes, con 2.500 euros cada uno) tendrán que disolverse y liquidarse si no quieren pasar a tributar al 25%.

No obstante, la banca busca soluciones in extremis para cumplir con la norma (participaciones cruzadas entre sicavs del mismo grupo y ‘subvención’ de los ‘mariachis’, como se les conoce a estos figurantes, por el accionista principal), aunque no queda claro si serán fórmulas válidas o serán consideradas como fraude de ley.

Sede de la Agencia Tributaria.

El caso es que ya ha habido una buena desbandada de sicavs y se estima que la gran fuga está aún por producirse. Tal y como recoge BME en su Informe de Mercado 2021, desde finales de marzo de 2020, coincidiendo con el inicio de la Covid-19, hasta 283 sicavs (154 de ellas en 2021) se han excluido de la bolsa por valor de 1.468 millones de euros.

El punto álgido de las sicavs se tocó en 2015, cuando había 3.373 sociedades inversoras de esta tipología, pero el éxodo visto desde entonces las ha dejado reducidas a 2.292, lo que arroja una pérdida neta de más de un millar.

Sin embargo, gracias a la evolución positiva de los mercados este año, sobre todo de las acciones, su patrimonio ha ascendido a cerca de los 28.700 millones (un 4,9% más desde diciembre) a pesar de ser menos vehículos, con datos de BME.

Dentro de estos casi 28.700 millones, es donde se encuentran invertidos más de 1.700 millones en acciones españolas que corren peligro, según las últimas estadísticas trimestrales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La banca teme que hasta 20.000 millones más de sicavs se disuelvan, dejando un minúsculo negocio por debajo de los 9.000 millones en 2023. También con datos de la CNMV, el 75% de las sicavs está en entredicho al tener menos de 150 accionistas, siendo 100 el mínimo exigido.

Escenarios para el Ibex

El salvoconducto fiscal que ha abierto el Gobierno para aquellas sicavs que se disuelvan y liquiden, reinvertir ese dinero en los siguientes siete meses en fondos españoles (aunque sin permanencia mínima para saltar después a fondos extranjeros), puede hacer que no todo el montante en valores españoles se vaya por el sumidero, siendo así los 1.700 millones el peor escenario de pérdidas directas para la bolsa de nuestro país.

Además, hay que tener en cuenta que otra parte indirecta y no determinada está en fondos de inversión que también compran acciones ibéricas.

En un punto intermedio es donde creen los expertos que se moverá la futura espiral bajista. “Solo se van a deshacer las sicavs más pequeñas. Quienes más volumen tienen precisamente no van a deshacerlas, esos van a mantenerlas, y esos son los que seguramente más porcentaje representen sobre la bolsa española”, creen desde una importante gestora española, para quien “quizá, la corrección no sea tanta”.

Desde el sector de las gestoras de activos se mencionan más motivos para un mayor optimismo del Ibex. “La liquidación va a ser ordenada. Se complicaría si todas se tuvieran que liquidar en la misma fecha, pero tienen un plazo suficientemente largo. La mayoría se traspasarán a un fondo nacional, que, por lo tanto, tendrá que comprar valores. Y por ser IIC, las acciones en cartera corresponden a títulos con mucha liquidez, básicamente Ibex”, coinciden varias fuentes financieras consultadas.

Una de ellas añade que “cada día se negocian en las bolsas españolas en torno a 1.100 millones de euros, por lo que este volumen de 1.700 no parece muy importante”. Otra lo refrenda asegurando que “en el Ibex se negocian de media unos 30.000 millones al mes, creo que es bastante digerible”.

Acorralar al sector financiero

Una relevante fuente del mercado bursátil prevé que “la expectativa actual es que se sigan produciendo cierres, transformaciones y fusiones de sicavs con fondos españoles o, lo que es peor y más común, con sicavs y fondos luxemburgueses”.

Como recuerda, “la figura [de la sicav] existe en toda la Unión Europea y con condiciones más laxas que en España, de ahí que los nuevos vehículos estén creándose en el extranjero, especialmente en Luxemburgo, país donde se cuida al máximo la industria de gestión de activos. La legislación es muy estable y, lo que es peor para las autoridades españolas de control tributario, se garantiza el anonimato del inversor”.

A su juicio, “lo de las sicavs con la excusa de la Ley de Medidas Antifraude es una medida más que se suma al Impuesto sobre las Transacciones Financieras (o ‘tasa Tobin’), a la negación de la posibilidad de los ETFs de acogerse al traspaso fiscal de los fondos tradicionales o a la elevación de la fiscalidad de las socimis, entre otras acciones llevadas a cabo por el actual Gobierno”, según critica.

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