Por Yolanda González

Según cuenta la ONU, cada año se roban más de 2,286 billones anuales mediante la corrupción, suma que equivale a más del 5% del producto interior bruto mundial. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se estima que en los países en desarrollo se pierde, debido a la corrupción, una cantidad de dinero diez veces mayor que la dedicada a la asistencia oficial para el desarrollo.

La corrupción es un delito grave que frena el desarrollo económico y social en todas las sociedades. Por ello, desde hace 15 años, el 9 de diciembre es un día destinado a recordar la importancia de la lucha contra la corrupción.

Es un virus del que no se libran ni empresas ni instituciones. Por ello, María Rocha, gerente de SR Integrity de Repsol, y Alejandra Miranda, al frente de desarrollo de negocio para Latinoamérica, Iberia y Francia en EcoVadis, han compartido con 'Business Insider' algunas de las medidas que existen en sus propias compañías para prevenirla o combatirla.

Mejorar la transparencia, la promoción de un código ético desde la alta dirección o fomentar la acción de denuncia por parte de los empleados son algunas de las propuestas básicas para establecer medidas anticorrupción dentro de las empresas. Ambas ponentes compartieron mesa en la sesión `Políticas activas de lucha contra la corrupción¿, organizada por la escuela de negocios Esade en Madrid las disyuntivas éticas que deben afrontar a menudo las organizaciones.

Ambas portavoces comparten la opinión de que las medidas anticorrupción tiene que ser algo más que mera superficialidad, sino que deben de ser una fuerza que movilice a las empresas. En este sentido, Miranda insta a implementar auditorías internas, a tener una radiografía de los riesgos de corrupción dentro de las empresas y a evaluar a los proveedores y las partes interesadas asociadas a ellos. "Además, las multas deben ser exponenciales para que suponga una lección para las empresas", sostiene Miranda.

Por su parte, Rocha subraya la necesidad de localizar los sectores más sensibles a ese riesgo. Y recalca que la formación de los empleados como medida preventiva es esencial, así como la implicación del equipo directivo. ¿Los empleados estadounidenses están muy decididos a denunciar, algo que en España no es tan común. Las empresas deben garantizar la confidencialidad de las denuncias para que se convierta en una práctica habitual¿, comenta la ejecutiva.

Para hacer frente a la corrupción, Repsol estableció un canal de denuncia para sus empleados en 2016, según contó María Rocha. En su primer año en marcha, se denunciaron unos 40 casos de corrupción y desde entonces la cifra ha ido aumentando año a año. En esta herramienta también tienen cabida los casos de acoso u otros actos que no pueden tener cabida en el mundo laboral.  

Combatir la corrupción dentro de las compañías parece que, al menos por el momento, es cosa de los países desarrollados. Las empresas europeas y norteamericanas son las que mejor nota sacan en la implementación de políticas anticorrupción, según los datos de sostenibilidad empresarial del último estudio realizado por EcoVadis.