El viejo aforismo inglés ‘sell in May and go away’ que auguraba un verano tranquilo para los mercados lleva años sin funcionar. Quizá menos que nunca en este 2020 del coronavirus en el cual el oro ha alcanzado máximos históricos. Todo un reclamo para muchos a la hora de decidir cómo dejar sus ahorros a buen recaudo antes de irse de vacaciones.

Los gestores consultados por Invertia comentan que la opción preferente para esta apuesta de búsqueda de refugio en tiempos de turbulencias debe pasar necesariamente por el oro físico. Esto es, no en derivados que al fin y al cabo siguen vinculados en mayor o menor medida a los vaivenes de los mercados financieros y no suponen la tenencia de ningún activo real ‘en el bolsillo’.

No obstante, hay más de un camino para invertir así en oro. El primero y más evidente es la compra de piezas físicas, de las cuales se ofrecen diferentes calidades, tamaños y pesos en el mercado.

No todo lo que reluce

A pesar de que es habitual que las casas especializadas en este modelo de negocio ofrezcan las piezas en gramos para facilitar los cálculos a los inversores, la unidad de medida habitual del preciado metal es la onza, que este viernes igualó máximos históricos al superar los 1.900 dólares, una cota que sin embargo no fue capaz de retener hasta el cierre de la sesión.

Varios gestores consultados por Invertia confirman que la demanda de piezas de oro físico ha vuelto a repuntar con fuerza en las últimas semanas, lo que ha contribuido a esta escalada de precios. La necesidad de buscar refugio seguro a los ahorros ha ido a más conforme las tensiones políticas entre Londres y Bruselas, de una parte, y Pekín y Washington, de otra, han ido a más. Unos factores que se han sumado al creciente temor a nuevos confinamientos por una segunda oleada más dramática de contagios.

Un buscador de oro tamiza una pepita en Burkina Faso.

En este sentido, la venta de piezas de oro físico se multiplicó con fuerza durante el pasado confinamiento. Hasta seis veces en los mostradores ‘online’ de varias firmas del sector. Una demanda tan fuerte que provocó que incluso piezas que no suelen estar en el circuito encontrasen compradores. Una circunstancia que hace que los menos experimentados tengan que extremar la cautela.

Los más letrados en la materia hacen una serie de recomendaciones que pasan por no invertir así más de un 10% del patrimonio, prestar atención a los sellos de garantía de las piezas físicas, recurrir a firmas reconocidas y supervisadas, elegir la opción de almacenamiento más conveniente y sus posibles costes, y poner el foco en piezas de fácil colocación. Este último consejo se vuelve más conveniente ahora, puesto que la incertidumbre económica reinante podría provocar necesidades de liquidez inesperadas.

El auge de los fondos cotizados

No obstante, esta no es la única opción para invertir en oro físico. Especialmente, si lo que interesa más es contar con la seguridad de esta apuesta pero sin tener que custodiar los lingotes, monedas o barras. Aquí aparece la cada vez más popular opción de los fondos de inversión cotizados sobre esta materia prima.

En este caso, el inversor debe cerciorarse de que el fondo elegido invierte realmente en oro físico, no en derivados o acciones de empresas vinculadas a esta materia prima. Si bien estas otras son opciones válidas, de nuevo caería en una mayor correlación con los mercados y quedaría uno sin el respaldo de las piezas físicas que los gestores de los fondos del primer tipo -frecuentemente etiquetados con las siglas ETP- sí custodian en primera persona o a través de delegación.

Suscripciones récord

El analista de Invertia y socio y administrador de OrocashSC, Eduardo Bolinches, señala sobre esta opción que las abultadas suscripciones netas que vienen registrando mes tras mes estos productos de inversión se han traducido en un insólito incremento de tenencias de fondos y también de oferta por parte de las firmas de gestión especializadas.

El experto no duda en calificar estas entradas de inversión como “brutalmente importantes” e “históricas”, pues incluso baten los volúmenes registrados en el año 2011, cuando el oro tocó los 1.900 dólares por onza que ahora está luchando por conquistar con solvencia.

Este es el telón de fondo en el que Invesco ha lanzado un ETP con cobertura sobre el riesgo divisa -pues el oro se negocia en dólares en los mercados internacionales-, el Amundi Physical Gold ha incrementado sus tenencias físicas en un 180% y casi un 36% el SPDR Gold Shares, el producto más grande del mundo en estas lides.

Mineras a contracorriente

La tercera opción que los gestores señalan para ganar exposición al oro físico pasa por la inversión en compañías mineras especializadas en esta materia prima. Aunque las que cumplen esta condición han mostrado con creces su descorrelación frente al bamboleo de los mercados financieros, los expertos advierten que los riesgos que se asumen son mayores, empezando por el que implica que más allá de la cotización de la onza, entra en juego la gestión y la evolución del negocio y el balance de la compañía seleccionada.

Un reciente informe de Bank of America pone el foco en el repunte de operaciones de fusiones que se está viviendo en el sector, por lo que invertir en una minera mediana con expectativas de una posible adquisición por parte de un jugador más grande parece adquirir un mayor sentido. “Después de años de baja inversión [en operaciones corporativas], vemos los perfiles de producción bajo presión y las reservas en declive”, dicen desde el banco americano.

Entrada a unas instalaciones mineras.

Con nada menos que 12 transacciones anunciadas a lo largo de un segundo trimestre del año en el que las quiebras o la acumulación de liquidez han sido el pan de cada día en otros muchos sectores, los estadounidenses concluyen que “la evidencia es demasiado obvia para ignorarla”. Y es que desde el cuarto trimestre de 2012 no se veía una actividad así, tal que ha movilizado 2.860 millones de dólares.

En lo que va de año, Barrick Gold, la principal minera de oro a escala global, acumula una revalorización del 58%. Muy cerca se le queda Newmont Corporation, con ganancias del 53% desde que empezó este año del coronavirus en el que el consenso de los analistas le sigue viendo potencial para sumar un 13% más a su gráfica. Y con 15 consejos de comprar frente a solo cinco de mantener y ni uno solo de venta.

Incluso la canadiense Alamos Gold, que se revaloriza un 87% desde enero, cuenta con margen para repuntar un 8% más según los expertos que más de cerca la vigilan.

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