A estas alturas de calendario, Reino Unido ya debería estar fuera de la Unión Europea. Pero el 29 de marzo quedó atrás, los días se suceden, las votaciones en el Parlamento británico se acumulan... y el Brexit sigue sin ser una realidad. 

A la espera de que lo que ocurra finalmente, el mercado se inclina por un veredicto: se acabará imponiendo un Brexit blando, sea cual sea la versión en la que se sustente. Pero blando. Y así lo refleja la libra esterlina, que en 2019 saca pecho contra la mayoría de las principales divisas del mundo. 

Contra el dólar estadounidense se aprecia un 2%, hasta los 1,30 dólares; contra el yen japonés y contra el franco suizo se revaloriza en torno a un 4%, hasta los 145,2 yenes y los 1,30 francos, respectivamente; y contra el euro suma casi un 5%, hasta los 1,165 euros. Solo le aguanta el pulso del yuan chino, que se aprecia un 0,2% contra la divisa británica, hasta los 8,757 yuanes por libra. 

"Mientras la entereza de la libra refleja que el mercado descarta un Brexit caótica, el negociador europeo, Michel Barnier, lo vez cada vez más probable"

La entereza de la libra resalta en el caos que envuelve al remate del Brexit, decretado por la mayoría de los británicos en aquel polémico referéndum de junio de 2016. Pero tiene una explicación: responde a que el mercado no cree que, pese a todo, un divorcio desordenado acabe imponiéndose, ya que, como describe Stefan Rondorf, de Allianz Global Investorsel, "el tipo de cambio de la libra debería de seguir sirviendo de indicador de la fiebre del Brexit". Y por ahora no descuenta una enfermedad grave.  

"A corto plazo seguimos siendo neutrales con la libra esterlina como reflejo de la incertidumbre política, pero a largo plazo somos alcistas, ya que esperamos que se materialice un Brexit más suave", aseguran los expertos de Julius Baer. "Una persistente incertidumbre ronda en el futuro de las relaciones entre Reino Unido y la UE, aunque la valoración de los mercados parece no temer de momento una salida unilateral del bloque", constatan desde Monex Europe. 

El parecer de los inversores y los expertos está claro. Pero falta saber lo que opinan los parlamentarios británicos. Porque, por ahora, un Brexit por las bravas todavía acecha. Y en pocos días, porque, si no hay una propuesta convincente a Europa que propicie una nueva prórroga, que es el deseo manifiestado este martes por la primera ministra británica Theresa May, por ahora el precipicio del Brexit duro aguarda el 12 de abril. Es más, de forma contraria a  lo que esperan los mercados, entre los políticos no abunda el optimismo. El negociador de la UE para el Brexit, Michel Barnier, lo dejó claro este martes al advertir de que la salida caótica del Reino Unido cada vez es "más probable"

Noticias relacionadas