La lógica inquietud por los acontecimientos en Afganistán tanto por la catástrofe humanitaria que se teme pueda ocurrir como por la debilidad geopolítica demostrada por Occidente (China dice estar dispuesta a desarrollar 'relaciones amistosas' con los talibanes, Rusia tampoco parece inquieta con el nuevo gobierno) tiene también un reflejo económico difícil de valorar.

En principio se habla de hordas de refugiados, de un aumento de la violencia y, en general, de inestabilidad política en la región que aumentará el gasto militar y reducirá inversiones más productivas. ¿Se reflejará esto en la bolsa?

El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” dice un viejo proverbio chino y es posible que de hecho algo haya ya influido en la negativa sesión asiática con la que ha empezado la segunda parte de agosto. Sin embargo, todo indica que su efecto será limitado o nulo ya que noticias similares en el pasado no han tenido consecuencias y, de hecho, todo lo que ha pasado en las últimas horas en los mercados, se puede explicar por factores ajenos a las noticias de Kabul.

La tendencia bajista en la rentabilidad de la deuda, así como las caídas bursátiles en Europa se pueden atribuir tanto al aumento de casos de Covid en toda Asia (y más concretamente en Japón) como a los decepcionantes datos económicos chinos que avisan de una posible ralentización de su crecimiento.

Hoy los ojos estaban puestos en la cotización del crudo puesto que, en general, los conflictos en aquella región del mundo, suelen encarecer su precio. Sin embargo, continúa la tendencia bajista de la semana pasada, pesando más las presiones de Biden sobre la OPEP para que aumenten la producción.

Si bien nada apunta a que la clara tendencia alcista bursátil vaya a trastocarse por la llegada de los talibanes al poder en Afganistán 20 años después, sí es posible que afecte a determinadas acciones relacionadas con el sector de la defensa –y de peso en los índices- como Northrop Grumman o Locked Martin, lo que explicaría por qué los futuros de Wall Street hoy sólo bajan levemente a pesar del mal desempeño asiático y europeo.

Ni siquiera el dólar se ha visto afectado por estas noticias que socavan de alguna manera el prestigio estadounidense.

Tampoco el oro, valor refugio por excelencia, ha reaccionado al alza hoy tras la caída de Kabul, lo que parece indicarnos que, con razón o sin ella, no existe un miedo real en los mercados a que Afganistán pueda cambiar ninguna de las actuales tendencias.

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