La escalada bursátil del Sabadell ha arrinconado a Samlyn Capital, el único que actualmente mantiene cortos abiertos contra el banco. El hedge fund, especialmente conocido por haber sido uno de los que ganó con la quiebra del Popular, ha mermado sus posiciones bajistas por debajo del 1% del capital de la entidad por primera vez en siete meses.

Conforme a la última notificación remitida por los gestores de Samlyn Capital a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su apuesta a la baja ya solo aglutina un 0,73% de las acciones de la entidad. Un porcentaje que, sin embargo, alcanza una valoración de mercado de algo más de 27 millones de euros a consecuencia de la fuerte revalorización que acumula el banco.

Solo en el último mes, Banco Sabadell ha acumulado una remontada bursátil del 41%. En paralelo, en este mismo periodo, el fondo especulativo ha rebajado en un 67% su posición corta. Con respecto a su apuesta más abultada durante la pandemia, que fue del 2,31% del capital a comienzos de febrero, el recorte ya es del 68%.

Diez recortes consecutivos

La participación que este miércoles ha declarado Samlyn Capital es el fruto de diez recortes consecutivos de su apuesta a la baja. Es el único fondo que mantiene su presión contra un banco que a lo largo de esta pandemia ha recibido el ataque de hasta otras cinco instituciones de inversión oportunista. Un elenco en el que, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), han figurado nombres tan conocidos como BlackRock, Citadel y Millennium International.

No obstante, a pesar de estos últimos pasos atrás, la posición de Samlyn Capital aún sigue siendo abultada. Precisamente, a consecuencia de la fuerte revalorización que en las últimas semanas acumula la entidad, su posición actual es casi tan valiosa como la de hace tres meses, cuando el hedge fund rebasó por primer vez la cota del 2% del capital. Entonces, esta posición equivalía a 37,1 millones de euros a precios de mercado.

Remontada 'made in UK'

El salto desde los 0,39 euros hasta los 0,65 por acción que ahora se esfuerza en sobrepasar su gráfica tiene su claro motor en las cuentas del primer trimestre del año de la entidad. A pesar de las dudas reinantes, el balance de cierre de marzo del vallesano se ha ganado el aplauso de los analistas al superar con holgura las previsiones de consenso.

Al término del primer trimestre del año, el banco que desde finales de marzo comanda César González-Bueno como consejero delegado registró un beneficio de 73 millones de euros. Una cota que, aunque supuso una contracción del 22% frente al mismo periodo del ejercicio anterior, resultó más amable de lo que se venía descontando en las quinielas del mercado.

No obstante, la piedra angular del cambio de percepción hacia la entidad se produjo por la entrada en beneficios de su filial británica, TSB. El muchas veces origen de los dolores de cabeza del banco de origen catalán dio cuenta de ganancias por 10 millones de euros y se ganó la defensa por parte del nuevo consejero delegado, que descartó una eventual venta a medio plazo.

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