Los gestores de Samlyn Capital repliegan velas en Banco Sabadell. El hedge fund, especialmente conocido por haber sido uno de los que ganó con la quiebra del Popular, ha reducido un 26% sus posiciones bajistas en la entidad financiera en los últimos tres meses. Un tiempo en el que el vallesano se ha revalorizado un 49%.

Conforme el Sabadell ha ido dando muestras de recuperación en bolsa, los responsables del fondo especulativo han aflojado sus cortos. Desde su apuesta más abultada registrada a comienzos de febrero, cuando llegaron a acumular un 2,31% de las acciones del banco en posiciones bajistas, se han producido cinco rebajas sucesivas que han reducido su peso al 1,72%.

Actualmente, Samlyn Capital es el único bajista relevante con posiciones en el capital del Sabadell, un banco que a lo largo de esta pandemia ha recibido el ataque de hasta otros cinco fondos oportunistas. Un elenco en el que, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), figuran nombres tan conocidos como BlackRock, Citadel y Millennium International.

Único bajista

No obstante, a pesar de estos últimos pasos atrás, la posición de Samlyn Capital aún sigue siendo abultada. Tanto que equivale a una apuesta de 56,3 millones de euros en contra de la evolución en bolsa del banco vallesano, de acuerdo con su actual valor de mercado, que ronda los 3.270 millones de euros.

En este sentido, a consecuencia de la fuerte revalorización que en las últimas semanas acumula la entidad, su posición actual es más valiosa que la de hace tres meses, cuando el hedge fund rebasó por primer vez la cota del 2% del capital. Entonces, esta posición equivalía a 37,1 millones de euros a precios de mercado.

Remontada 'made in UK'

El salto desde los 0,39 euros hasta los 0,59 por acción que ahora se esfuerza en sobrepasar su gráfica tiene mucho que ver en esta retirada. Y en la remontada bursátil, sus cuentas del primer trimestre del año, que se han ganado el aplauso de los analistas al superar con holgura las previsiones de consenso.

Al término del primer trimestre del año, el banco que desde finales de marzo comanda César González-Bueno como consejero delegado registró un beneficio de 73 millones de euros. Una cota que, aunque supuso una contracción del 22% frente al mismo periodo del ejercicio anterior, resultó más amable de lo que se venía descontando en las quinielas del mercado.

No obstante, la piedra angular del cambio de percepción hacia la entidad se produjo por la entrada en beneficios de su filial británica, TSB. El muchas veces origen de los dolores de cabeza del banco de origen catalán dio cuenta de ganancias por 10 millones de euros y se ganó la defensa por parte del nuevo consejero delegado, que descartó una eventual venta a medio plazo.

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