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Mercados

...Y los analistas sacaron la tijera: Morgan Stanley culmina un año entero de recortes en Inditex

Fiel a lo que venía siendo habitual en su vida como cotizada, Inditex se pasó la primera mitad de 2017 subiendo. Pero algo empezó a cambiar a mediados de junio. Y a finales de agosto los analistas iniciaron una ronda de ajustes que, un año después, continúa abierta.

30 agosto, 2018 04:00

Como si quisiera conmemorar la fecha, el banco de inversión estadounidense Morgan Stanley ha aplicado un contundente tijeretazo al precio objetivo que concede a la Inditex justo un año después de que los analistas empezaran a romper el idilio que habían mantenido hasta entonces con la textil española. La firma norteamericana considera que el valor justo para los títulos de la empresa se sitúa en los 21 euros, un 19% menos que su valoración anterior de 26 euros y el precio más bajo que la compañía recibe de cualquier firma de inversión. Además, rebaja su recomendación para las acciones de Inditex desde `igual que el mercado¿ -mantener- a `peor que el mercado¿ -vender-.

Esos 21 euros ya dejaron su huella en el mercado este miércoles, jornada en la que Inditex bajó un 5,6%, hasta los 26,69 euros, en su peor sesión desde febrero. Con todo, esta cotización aún se encuentra un 27% por encima de la que debería tener a juicio de Morgan.

UNA PODA DESDE LOS 38 EUROS

Con su informe, la firma norteamericana corona un año de recortes por parte de las firmas de inversión para la textil. Hace justo un año, el consenso de mercado que recoge Thomson Reuters daba un precio objetivo de 38,01 euros para Inditex, pero entonces comenzó un continuo desfile de rebajas. Como consecuencia, 12 meses después el precio objetivo se limita a 31,35 euros -en abril llegó a caer hasta los 31 euros-, un tijeretazo del 17,5% que, pese a todo, todavía deja a las acciones un potencial alcista también del 17,5% desde el precio actual.

También ha crecido el número de firmas que recomienda vender los títulos de la empresa presidida por Pablo Isla, aunque siguen mandando con claridad los que aconsejan comprarlos. Así, y como en agosto de 2017, 23 de los 36 expertos que cubren el valor se inclinan por el consejo de compra, en tanto que el bando de los que recomiendan vender sus acciones ha pasado de dos a seis analistas.

Este viraje de los expertos ha corrido paralelo al comportamiento de la cotización. A comienzos de junio de 2017, elevó su récord hasta los 36,65 euros. Con los 3.116 millones de acciones que tiene la compañía, ese precio deparaba una capitalización de 120.000 millones de euros.

Pero fue entonces cuando todo empezó a torcerse. Ese mes, y tras las dudas que dejaron los resultados trimestrales publicados a mediados de junio, terminó cayendo cerca de un 8%, e inició una secuencia que ahora, en agosto -hasta la fecha se deja un 5% en el mes-, consumirá su décimo mes bajista de los últimos 15. Desde sus máximos, el valor ha corregido un 27%, y por el camino ha llegado a perder incluso los 24 euros. Ahora, su valor bursátil se sitúa en los 83.000 millones, que, con todo, le sirven para seguir siendo la mayor cotizada española.

Los inversores cortos o bajistas, aquellos que toman posiciones en un valor a la espera de que sus acciones caigan, no se han quedado fuera de esta 'fiesta'. Si durante 2017 apenas llegaron a tener el 0,2% del capital de la textil, durante 2018 han ido incrementando esta posición, que ahora alcanza ya el 1,11%, la más alta de siempre.

MÁS ALLÁ DE LOS MÁRGENES

La gran pregunta es: ¿a qué se ha debido este cambio de escenario? Y las respuestas, como las proporcionadas por Morgan Stanley, son claras: nadie duda de la bondad ni del liderazgo de la compañía¿ pero sí lo hacen de su capacidad de crecimiento.

Y, claro, si la empresa ha alcanzado ya un punto de maduración que le llevará a frenar su ritmo de crecimiento, los múltiplos de valoración que se le deben aplicar también deben ajustarse -a la baja, por supuesto- para recoger esa nueva realidad. De hecho, lo que viene a resaltar Morgan Stanley es que el mercado, pese a la caída acumulada por las acciones en los últimos meses, aún no refleja ese nuevo entorno de menores múltiplos.

O dicho de otro modo: aunque la compañía sigue logrando unos márgenes considerables -los mejores del sector-, eso no le garantiza mantener la velocidad de crucero de los últimos años, que es justo en lo que se está fijando ahora el mercado.

Según las previsiones del mercado, al menos hasta 2021 la compañía seguirá teniendo un margen bruto del 56%, un margen operativo del 17% y un margen neto del 13%. Sin embargo, el crecimiento del beneficio por acción (BPA) se frenó ya el pasado ejercicio del 9,8% al 6,7% y para este año el consenso espera una moderación mayor, con aumento inferior al 5%, aunque en 2020 y 2021 contempla un repunte que llevaría de nuevo el crecimiento del BPA a ritmos del 10%. Con estas previsiones, lo que se está poniendo actualmente en tela de juicio es si Inditex debe cotizar a un PER -número de veces que la cotización recoge el beneficio por acción- de 25 veces, como sigue ocurriendo, o si, por el contrario, ese múltiplo debe ir moderándose hasta una zona próxima a las 20 veces para reflejar la moderación del crecimiento de la compañía.

Estos datos, así como la evolución de las ventas y el impacto que las oscilaciones de las divisas pueden causar en las cuentas de la empresa, serán analizados con lupa por el mercado en los resultados semestrales que Inditex presentará el próximo 12 de septiembre. Las previsiones contemplan un incremento de las ventas del 3,7%, hasta los 12.109 millones de euros; un crecimiento del 4,1% en el resultado de explotación, hasta los 1.817 millones; y un aumento del beneficio neto del 3,9%, hasta los 1.419 millones.

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