Leichtfried explicó en una rueda de prensa en Viena que el acuerdo también incluye primas de los fabricantes para quienes cambien su vehículo diésel por uno nuevo menos contaminantes.

Por el momento no se ha especificado la cuantía de los incentivos, que dependerá de la oferta de cada constructor.

La reducción de la contaminación será posible gracias a una actualización del software de los vehículos, con la garantía de que no afectará a la potencia del motor.

El Ministerio de Transportes informó que representantes de Mercedes-Benz, BMW, Kia, Ford, Renault, Porsche, Volkswagen, Audi, Seat, Skoda, Hyundai, Mitsubishi y Opel asistieron a la reunión.

El acuerdo se produce después de otro similar cerrado en Alemania a principios de mes entre el Gobierno y la industria del motor para mejorar la calidad del aire en las ciudades y reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno entre un 25 y un 30 %.

El acuerdo en Austria no ha satisfecho al principal club del automovilista del país, ÖAMTC, que lo considera poco ambicioso y lamenta que deje muchas cuestiones en el aire.

El acuerdo no prevé primas para mandar al desguace vehículos diésel antiguos, y por ello más contaminantes, y tampoco se ofrecerá una modernización técnica, lamenta ÖAMTC.

Tampoco se especifica cómo se actuará con los propietarios que no lleven a sus vehículos a actualizar el software porque teman una pérdida de potencia de sus vehículos.

VCÖ, una asociación que promueve la movilidad sostenible, considera que la mera actualización del software no reduce de forma significativa la contaminación de los vehículos diésel.

Leichtfried indicó a la prensa que en otoño volverá a reunirse con los fabricantes para tratar de ampliar el acuerdo con nuevas medidas.