Es un clamor. Por activa y por pasiva los medios de comunicación españoles llevan una semana pidiendo al Ejecutivo de Pedro Sánchez un plan de ayudas públicas específico para la prensa ante el desplome de los ingresos publicitarios desde que comenzara la crisis del coronavirus.

No obstante, cuando el Gobierno ya piensa en un tercer paquete de ayudas económicas en menos de dos semanas, los incentivos para el sector siguen sin estar sobre la mesa de manera oficial.

Una situación incomprensible si consideramos que otros países de nuestro entorno como Italia o Francia ya se han comprometido a ayudar calificando al sector de "estratégico", mientras que otros como Alemania no lo descartan.

La situación que no es nueva. En la última década, Italia, Francia y Alemania han sido sensibles con las crisis de la prensa y han apoyado su reconversión con varios cientos de millones de euros, mientras que España ha optado por dejar que los medios superen en solitario los problemas financieros.

No obstante, esta vez la situación es ciertamente es más dramática que el crack de 2008. Desde que ha comenzado el confinamiento, la prensa, radio, Internet y la televisión se han transformado en servicios de primera necesidad al mismo tiempo que su principal fuente de ingresos -la publicidad- ha caído entre un 50% y un 80%, dependiendo del soporte.

Caída de la facturación

La radio comercial ha denunciado una caída del 80% en su facturación en las últimas semanas, mientras que la televisión en abierto se ha dejado un 45%. En el caso de los medios de prensa -digital e Internet- el desplome ha sido del 70%. Y lo peor está por venir, dicen los directivos de los medios.

ERTEs, ayudas a pymes, renta básica, autónomos, hipotecas, alquiler. Los beneficios fiscales y las ayudas directas llegan cada vez a más sectores, pero el apoyo a la prensa sigue sin estar -al menos públicamente- en la agenda del Gobierno.

Realmente no es ninguna novedad respecto a crisis de años anteriores. España ya no apoyó al sector en su crisis de 2008-2009 y no lo ha hecho tras ver caer su facturación por publicidad a casi la mitad en la última década.

Algo muy diferente a lo que pasa en el resto de Europa. Francia es uno de los países que más ayudas aporta a la prensa. El país galo creó un fondo de ayuda al desarrollo de servicios de prensa digitales en 2004 y lo renovó tras el congreso general de la prensa de 2009.

En 2012, el Estado francés dedicó 1.200 millones de ayudas directas, lo que representa el 11% de la cifra de negocios del sector, unos 10.000 millones de euros. Del mismo modo, desde febrero de 2014 la prensa digital se beneficia de una tasa superreducida de IVA, del 2,1%. En los últimos años las ayudas públicas directas en Francia rondan los 260 millones de euros al año, establecidas en los presupuestos del Estado.

Italia y Francia

En  Italia, las ayudas públicas al sector ascendieron en 2017 a 100 millones de euros. Del mismo modo, la Comisión Europea avaló en 2019 una ayuda de 171,74 millones de euros de las autoridades italianas a la empresa estatal de correos Poste para distribuir a precio reducido diarios y otras publicaciones entre 2017 y 2019.

En el caso de Alemania, históricamente reticente a dar ayudas a la prensa, el presupuesto de 2020 aprobado por el Parlamento alemán el pasado 29 de noviembre incluyó por primera vez una partida de 40 millones de euros en ayudas a la prensa.

¿Y durante la crisis del coronavirus? Italia ha sido el primer país en mover ficha con un plan integral de ayuda al sector. El Gobierno ha aprobado una medida de choque que permitirá a las empresas desgravar el 30% de todas las inversiones en publicidad del año 2020 en diarios y medios digitales, además de televisiones y radios locales.

Del mismo modo, los quiosqueros podrán desgravar hasta 4.000 euros en costes como el alquiler o las facturas de luz, teléfono o Internet y también los gastos de envío a domicilio. 

En esta misma línea, Francia expresó su voluntad de ayudar a los medios de comunicación, pero todavía sin medidas concretas. El Gobierno de este país ha indicado que es fundamental garantizar el acceso a la información por lo que prometieron medidas de "adaptación" para aumentar las subvenciones que ya recibe la prensa y las emisoras de radio.

¿Y España?

En relación a las ayudas al sector en España, la Asociación Española de Editores de Publicaciones Periódicas (AEEPP), la Asociación Revistas de Información (ARI), la Asociación de Prensa Profesional y Contenidos Multimedia (Coneqtia) y la Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE)- enviaron el lunes un documento conjunto a la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, con 25 propuestas.

Entre las medidas de aplicación más urgente solicitaron la suspensión de cotizaciones a la Seguridad Social mientras se mantengan las medidas del estado de alarma, facilitar la presentación de ERTE, abonar de modo urgente los pagos que deban las administraciones públicas a los editores, implantar el IVA superreducido a las publicaciones digitales, abrir una línea de financiación bonificada al sector a través del ICO o de Cesce y lanzar un plan especial de publicidad y comunicación institucional por la pandemia que llegue a todos los editores, incluidos los pequeños y medianos.

Los editores también piden un Plan Nacional de Fomento de la Lectura de Prensa Impresa y Digital, la integración del envío de publicaciones periódicas impresas en el Servicio Postal Universal, planes de formación para los profesionales del sector y la creación de un Instituto para la Innovación Periodística.

Medidas que los propios editores han calificado como de gran alcance para el sector, pero que no representaría un gran esfuerzo inversor de parte del Estado, si consideramos los 200.000 millones que está movilizando el Ejecutivo para paliar la crisis económica que está generando el coronavirus.

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