Por segunda vez en lo que va de año, Ryanair ha anunciado recortes de rutas en los aeropuertos regionales de España. Una medida que supone un pulso con Aena y el Gobierno, pero que también deja entrever el debilitamiento de su modelo low cost y plantea cuestiones como si estamos ante el fin de los billetes baratos.
Algo difícil de contestar. Todo dependerá de si Ryanair consigue mantener las bases de su negocio intactas en España, tal y como las escribió hace más de 20 años.
La compañía irlandesa llegó a España en 2002 y en poco tiempo se convirtió en el líder del mercado gracias a sus billetes baratos.
De hecho, consiguió democratizar los vuelos en nuestro país y permitir que mucha gente pudiera volar cuando antes económicamente era imposible.
¿Cómo lo hizo? Con un modelo de negocio claro y sencillo. Su éxito consiste en tener aviones con altas ocupaciones volando constantemente.
Y la gran mayoría en aeropuertos secundarios, donde muchas reciben subvenciones de sus rutas y los costes son menores.
Otro de los pilares fundamentales del negocio de Ryanair son los ingresos suplementarios, servicios auxiliares o ancillary. Si alguien piensa que se puede ser rentable sólo vendiendo billetes baratos, está equivocado.
Eddie Wilson, CEO de Ryanair DAC y Michael O'Leary, CEO del Grupo Ryanair en un encuentro con medios.
Más de un tercio de los ingresos totales de Ryanair proceden de este apartado. Parte de ellos se consiguen con la venta a bordo (comida, bebida, tarjetas de Rasca y gana y hasta perfumes).
Además, la irlandesa ha conseguido que los usuarios paguen también por sus políticas de equipaje, la elección de asiento u otros servicios.
Y, por último, la flota de Ryanair está compuesta por aeronaves Boeing 737 muy parecidas: aviones 737-800 y 737 MAX 8-200 (Gamechanger).
Tienen una capacidad para entre 189 y 197 pasajeros. Esto reduce los costes de revisión, mantenimiento y reparación.
Agotamiento
Pero en esta estrategia han aparecido fisuras y síntomas de agotamiento. El primero tiene que ver con los aeropuertos secundarios, donde las tasas son menores.
En concreto, ascienden a 2 euros por pasajero, muy inferiores a los 10,35 euros del promedio del resto de aeropuertos, según Aena.
Pero para la irlandesa no son suficientes. Por eso -y el aumento de tasas para 2026- ha anunciado para la temporada de invierno el recorte de un millón de plazas en estos aeródromos, la eliminación de 36 rutas y su salida de Vigo y Tenerife Norte.
Para Aena, el motivo de eliminar rutas es porque Ryanair traslada sus aviones a los aeropuertos en los que puede fijar precios más altos en sus billetes de avión y ganar así más dinero, como, por ejemplo, en los grandes aeropuertos españoles.
Y precisamente en los grandes aeródromos de los que habla Aena es donde la aerolínea está poniendo más capacidad. El problema es que aquí la competencia es mayor.
Cierto es que el fin último de una empresa es ganar dinero. Algo que Ryanair ha tratado de explotar hasta el punto de querer intentar que la gente volara de pie en sus aviones. Algo que, de momento y por seguridad, no es posible.
El gestor aéreo, a través de su presidente, Maurici Lucena, asegura que la gratuidad de las infraestructuras y los servicios aeroportuarios en los aeródromos regionales es únicamente posible si, en lugar de pagarlos Ryanair, los pagan los contribuyentes españoles mediante subvenciones del Gobierno de España o de los gobiernos autonómicos.
Por esta razón, “Ryanair es famosa entre los alcaldes y los consejeros de los gobiernos autonómicos por su trabajo de zapa constante en busca de dinero público para financiar sus vuelos en los aeropuertos regionales”, denunció hace unos días.
Ryanair tendrá tres nuevas rutas este verano desde Santiago a Fuerteventura, Ibiza y Menorca
No es la primera vez que Ryanair usa la amenaza o el chantaje público para conseguir instalarse en aeropuertos de España o incluso en otros de Europa como en Alemania, Portugal, Francia…
De hecho, el consejero delegado de la aerolínea, Eddie Wilson, lleva tiempo amenazando a las autoridades españolas con que otros países como Marruecos, Italia o Hungría ofrecen más incentivos en los aeródromos regionales.
Multa de Consumo
A esto hay que añadir otro gran problema. La multa de 179 millones de euros a Ryanair, Vueling, Volotea, EasyJet y Norwegian por prácticas abusivas como la de cobrar suplementos por el equipaje de mano o reservar asientos contiguos.
La sanción a Ryanair es la más alta de todas y supera los 107 millones de euros. Al igual que el resto de sus competidores ha conseguido que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) las suspenda, pero sólo de forma cautelar.
Se trata, por tanto, de un toque de atención que supone un problema para su modelo de negocio. Recordemos que a través de los servicios auxiliares la compañía genera muchos ingresos.
En definitiva, con dos partes de su negocio tocadas (los aeropuertos regionales y los ingresos auxiliares) parece que a Ryanair le toca seguir probando suerte con la estrategia de chantaje o cambiar parte de su modelo de negocio para mantener esos precios low cost.
