Silken Hoteles encara la recuperación tras dos años en los que la pandemia ha impactado duramente en el sector turístico. A pesar de ello, la hotelera no ha dejado de crecer con la apertura de hoteles. Estrategia que seguirá llevando a cabo con la apertura de dos nuevos hoteles este 2022.

La compañía abrirá a finales de año su tercer hotel en Canarias, concretamente en el Puerto de la Cruz, y el Maravilla Palace, en Estepona (Málaga). Estos se suman a los abiertos recientemente: Silken Axis en Vigo y el Silken Villa en Laguardia (Álava), con 72 y 84 habitaciones, respectivamente, o al Gran Hotel Durango en Vizcaya (2020). De esta forma, la compañía superará los 30 establecimientos. 

Para 2023, está prevista la apertura de Platja d´Aro, en Girona. Y más adelante llegará el salto a Marruecos con tres hoteles nuevos en gestión. El primero de ellos esperan abrirlo en 2024. Hecho que les permite impulsar su internacionalización.

El director de RRHH, calidad y comunicación, Amado Jiménez.

Todo ello a la espera de la llegada de la ayuda pública de 32 millones de euros solicitada a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). “Todo apunta a que estamos en la fase muy final”, señala el director de RRHH, calidad y comunicación, Amado Jiménez, quien espera que haya una resolución positiva “a finales de este mes o principios de abril”.

La compañía, con sede en el País Vasco, también solicitó un crédito al Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 15 millones, que empezará a devolver a partir de abril. 

Cabe recordar que en 2020, Silken registró pérdidas de 17 millones con un 70% de caída de ventas fruto de los efectos de la Covid. “En 2021 hemos alcanzado ventas de 54,6 millones de euros y con un verano en algunos destinos casi mejor que en 2019, en el norte sobre todo”, explica el directivo con 20 años en la cadena. El pasado año consiguieron recortar las pérdidas hasta los 3,2 millones de euros. 

Silken Durango.

Además, llevaron a cabo un proceso de rebranding de su marca que consistió en la actualización de marca e identidad visual. La compañía pasó de llamarse Hoteles Silken a Silken Hoteles.

"Es una marca nueva, fresca y moderna. Se trata de potenciar la marca sin que cada uno de los hoteles pierda su propia personalidad", explica. Durante la pandemia, la hotelera invertió 25 millones en digitalizar y renovar sus establecimientos. 

Recuperación

Pero la recuperación está cada vez más cerca. “Prevemos que 2023 tiene que ser el año de equipararse y volver a cifras parecidas en 2019 en ventas y beneficios”, señala Amado Jiménez, quien lamenta el impacto de la sexta ola en el sector.

Por eso, en 2022 todavía estarán por debajo de 100 millones de euros de facturación de 2019. Así, las cuentas de Silken prevén acabar el año con 86 millones de euros y un beneficio que les podría llevar a ser rentables. “Este año perderemos muy poco o ganaremos algo ya”, afirma. 

Además, este año el precio medio por habitación subirá tras caer a los 70 euros de media en 2021. ¿La razón? Porque la cadena está sufriendo la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de los precios de la luz… 

En definitiva, los planes de Silken pasan por seguir creciendo en gestión y, sin llegar a ser una cadena de sol y playa, sí que cada vez quiere abrirse más a destinos vacacionales.

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