El Gobierno británico ha confirmado que reimpondrá desde la medianoche de este domingo una cuarentena de catorce días para los viajeros que regresen al país procedentes de España. La decisión del Ejecutivo británico llega después del repunte de casos de coronavirus en España, con más de 900 contagios nuevos contabilizados en la jornada del viernes.

Los viajeros que lleguen al Reino Unido desde España tendrán que guardar una cuarentena de 14 días, después de que el Gobierno británico haya excluido a España de la lista de países seguros frente al Covid-19. La medida se aplicará a todo el territorio español, incluidas las islas Baleares y Canarias, tal y como ha explicado este sábado un portavoz del ministerio de Transporte de Reino Unido.

La exclusión de ese listado, en el que figuran países como Francia, Alemania, Estonia o Eslovenia -pero no Portugal o Estados Unidos-, significa que los viajeros que lleguen de España, tanto residentes como turistas, tendrán que encerrarse durante catorce días en un domicilio en el Reino Unido bajo pena de multa de hasta mil libras (1.072 euros).

El presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes, Carlos Garrido de la Cierva, ha considerado que la decisión del Reino Unido "tiene unas consecuencias muy negativas para el sector porque supone volver a parar de nuevo todo".

En declaraciones a RNE, de la Cierva explica que la medida "afecta de forma directa a un mercado -el inglés- muy importante para España", y teme cómo puede repercutir en la imagen de España en el exterior. "Puede ser una publicidad muy negativa", añade.

TUI cancela sus vuelos

La decisión de Reino Unido supone un varapalo para todo el sector turístico, también para las aerolíneas, que esperaban recuperar parte de su actividad durante el verano. El operador turístico TUI ha sido el primero en cancelar todos los vuelos con destino a España hasta el 9 de agosto, con excepción de las islas Canarias y Baleares, a las que sus clientes podrán desplazarse a partir del lunes.

Andrew Flintham, director gerente de TUI para el Reino Unido e Irlanda, ha comentado en declaraciones a medios británicos que “están increíblemente decepcionados por no haber podido conocer antes este anuncio, al suponer que esta decisión no se tomó ayer, ya que muchos británicos viajan de vacaciones el fin de semana”.

“Queremos saber por qué se ha emitido la cuarentena para todo un país, incluidas las Islas Canarias y las Islas Baleares, cuando las advertencias para viajar no están consensuadas aún ni son oficiales”, añadía Flintham.

Otros operadores turísticos como EasyJet y British Airways han confirmado que, por el momento, mantienen sus vuelos programados con España.

La importancia del turista británico

El sector turístico es uno de los más castigados por el Covid-19 y la nueva normalidad era vista como una tabla de salvación para, al menos, no echar el cierre definitivo y tener algún ingreso. En esa esperanza, el turista británico cobraba una importancia vital ya que representa el principal mercado emisor con 18 millones de visitantes en 2019.

El estallido de la pandemia cortó de raíz la llegada de turistas a nuestro país, un sector que aportó 153.900 millones a la economía nacional en 2019, cerca del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) y 2,5 millones de empleos. La propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió de que España se situaba entre los países que sufrirían un mayor impacto negativo inicial.

Los peores pronósticos de la alianza turística Exceltur cifraban en 124.000 millones de euros la caída de ingresos del turismo este año. Es decir, más de un 80% de retroceso con respecto al ejercicio anterior. Un agujero en el PIB difícil de soportar para la economía española.

El sector temblaba. Los hoteles, restaurantes y empresas de ocio no veían otra salida que cerrar temporalmente sus negocios. De hecho, los afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el turismo llegaron a superar los 75.000 trabajadores.

La desescalada trajo las prisas. Los empresarios veían cómo otros países abrían sus fronteras y lanzaban campañas publicitarias y comerciales para atraer un incipiente turismo que no podía venir a España. Finalmente, el Gobierno decidió aceptar la entrada de turistas el 1 de julio, primero con un plan piloto en Baleares.

El sector de costa registraba “cifras esperanzadoras” y con la apertura de las fronteras esperaba recuperar el negocio. Comenzaba una paulatina reactivación del turismo español, hibernado durante más un trimestre. Los hoteles abrían sus puertas con nuevos protocolos de higiene, limpieza y seguridad, y los primeros turistas llegaban con sus mascarillas y sus maletas. Ni un mes después, el castillo de naipes corre el riesgo de desmoronarse por completo.

Aumento de casos

La nueva normalidad, con el virus aún presente, ha traído un cambio en el perfil de contagiados. De personas mayores, con enfermedades respiratorias o profesionales de la Sanidad ha pasado a jóvenes y trabajadores. Hemos pasado de vigilar residencias a discotecas.

Tal es el peligro de una nueva ola de contagios en nuestro país que cuatro comunidades españolas estaban entre las 15 regiones con más rebrotes de toda Europa, según un tracking actualizado diariamente por el semanario británico The Economist. En concreto, Aragón, Cataluña, País Vasco y Navarra.

Cataluña encabeza el número de contagios en los últimos días. En concreto, ha registrado hasta este sábado 89.727 casos positivos de coronavirus SARS-CoV-2 confirmados por prueba diagnóstica (test rápido o PCR), 1.493 más que en el recuento del viernes, tal y como ha informado la Conselleria de Salud de la Generalitat en un comunicado.

Vista de la playa de San Sebastián, en Barcelona, la semana pasada.

Ante este caos, la Generalitat ordenó el viernes el cierre de la todas las discotecas y salas de baile durante al menos 15 días. De la misma manera, limitó los horarios de actividad en casinos y salones de juegos hasta la medianoche.

Veto europeo a España

La BBC ha adelantado este sábado que desde hoy todos los viajeros que lleguen a territorio de Reino Unido procedentes de España tendrán que someterse a una cuarentena de 14 días. Esta noticia supone un golpe definitivo en la línea de flotación de un sector que se encuentra con la respiración asistida de los ERTE y la necesidad imperiosa de que los turistas pasen sus vacaciones y consuman en nuestro país.

Lo peor de todo es que Reino Unido no está solo. Los casos de nuevos contagios en diferentes puntos de España, sobre todo en Cataluña, corren como la pólvora por los medios de comunicación internacionales y los gobiernos empiezan a tomar medidas para que sus ciudadanos aparquen su intención de visitar España.

La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado también este sábado que tras revisar los datos más recientes se “reimpone la cuarentena de 14 días para los viajeros que regresan de España”.

Bélgica ha sido más específica en sus restricciones con respecto a España. Ha prohibido los viajes no esenciales a las provincias españolas de Lleida y Huesca. Es más, quienes lleguen desde ellas al país tendrán que someterse a una cuarentena de 14 días y a un test de coronavirus, según las últimas recomendaciones de viaje del Ministerio de Asuntos Exteriores belga.

El primer ministro francés, Jean Castex, recomendó “vivamente” este viernes a sus ciudadanos que eviten viajar a Cataluña ante “los indicios de degradación de la situación sanitaria”. Aunque descartaba el cierre de fronteras, el mensaje era muy claro. Rápidamente, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, salieron a la palestra para animar a los turistas a viajar a Cataluña, un destino “seguro”.

Noruega también anunció este viernes que cualquier viajero procedente de España o Andorra deberá hacer una cuarentena de 10 días. Una medida ya puesta en rigor que se mantendrá vigente hasta el próximo 20 de agosto.

Ante este panorama, la tímida esperanza del sector turístico español por recuperar la normalidad parece esfumarse. Mientras no se controlen los brotes que inundan gran parte del país, los gobiernos de las naciones llamadas a llenar nuestros hoteles, restaurantes y tiendas mantendrán las restricciones y recomendaciones de no visitar España. ¿Será demasiado tarde?

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