Bruselas

Tras semanas de tira y afloja, Bruselas ha dado finalmente su visto bueno al rescate masivo de 9.000 millones de euros concedido por el Gobierno alemán a su antigua aerolínea de bandera, Lufthansa. Sin embargo, al tratarse de una compañía que ostenta un poder significativo en el mercado alemán, el Ejecutivo comunitario ha impuesto duras condiciones: en particular, la cesión de derechos de vuelo en los aeropuertos de Frankfurt y Munich.

"Esta cantidad sustancial de dinero ayudará a Lufthansa a sortear la actual crisis del coronavirus, que ha golpeado al sector de las aerolíneas con particular dureza", ha dicho la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado. El rescate se compone de una inyección de capital por valor de 6.000 millones de euros más un aval público para un crédito de 3.000 millones de euros.

"Pero la ayuda viene con condiciones para garantizar que el Estado reciba una remuneración suficiente y medidas adicionales para limitar las distorsiones de competencia", ha insistido Vestager.

"En particular, Lufthansa se ha comprometido a poner a disposición derechos de vuelo (slots) y otros activos en los aeropuertos de Frankfurt y Munich. Eso dará a las aerolíneas rivales la posibilidad de entrar en esos mercados, garantizando precios justos y más alternativas para los consumidores europeos", sostiene la comisaria de Competencia. 

Devolver la ayuda en 2026

En concreto, Lufthansa cederá hasta 24 slots diarios en Frankfurt y Munich y los activos asociados, lo que según Bruselas permitirá a las compañías rivales establecer una base con hasta cuatro aviones en cada uno de estos aeropuertos.

La Comisión Europea se ha asegurado de que el tamaño del rescate no supere el mínimo necesario para garantizar la viabilidad de Lufthansa y se limite a restaurar la posición de capital que tenía antes del estallido del Covid-19, sin superarla. Además, Alemania ha presentado a Bruselas un plan de negocio desarrollado por la compañía para devolver tanto el capital como el crédito para 2026.

Hasta que el Estado no se haya marchado, Lufthansa no podrá pagar dividendos ni recomprar acciones y tendrá prohibido pagar bonus a los directivos. Tampoco podrá comprar más del 10% de compañías rivales u otros operadores en la misma línea de negocio. Finalmente, deberá publicar el uso de la ayuda recibida y cómo ha contribuido a cumplir obligaciones de la UE como la transición digital y verde. 

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