Amazon ha anunciado a última hora del miércoles que paraliza toda su actividad de reparto en sus seis centros en Francia durante una semana. Lo hacen después de que la Justicia francesa les obligara a limitar sus envíos a productos esenciales por las dudas que hay respecto de la seguridad sanitaria de sus instalaciones y el riesgo de contagio de coronavirus.

Después de una denuncia de sindicatos, el Tribunal de Nanterre decretó el martes un plazo de 24 horas para restringir sus envíos solo a productos básicos con la amenaza de una multa de un millón de euros diarios, hasta que no hiciera una evaluación completa de los riesgos sanitarios para sus trabajadores.

"Dada la complejidad inherente a nuestras actividades logísticas y a la multa de un millón de euros por infracción impuesta por el tribunal, el riesgo de incumplir la decisión era demasiado elevado", ha dicho en un comunicado la empresa, que paraliza su actividad desde este jueves y hasta el día 20.

Amazon dice que no puede discriminar entre productos básicos y los que no lo son sin arriesgarse a una multa, por lo que han decidido parar todos sus envíos. No obstante, esta paralización puede ser interpretada como un mensaje a los gobiernos europeos -entre ellos el español- que han puesto en el punto de mira la seguridad sanitaria de sus centros.

"La acción sindical que ha conducido a esa decisión probablemente tendrá consecuencias para numerosas personas en nuestro país, ya sean nuestros miles de trabajadores, los clientes que cuentan con nosotros más que nunca en este momento o las numerosas empresas francesas que se apoyan en Amazon para desarrollarse", ha advertido en Francia, un mensaje que podría extrapolarse a todo el continente.

Servicio esencial

Amazon es de las pocas empresas consideradas como esenciales por los Gobiernos de la UE dentro de los mermados aparatos productivos de los países del continente. Gracias a que es la compañía más grande de comercio electrónico se ha transformado en uno de los pilares del abastecimiento (de productos básicos y no básicos) para los ciudadanos confinados desde hace semanas. 

No obstante, sus trabajadores en todo el continente llevan semanas denunciando las condiciones de sus centros logísticos donde, consideran, no hay las suficientes medidas de seguridad para prevenir los contagios por Covid-19. 

En España, este periódico ha informado de las protestas de los sindicatos y de la apertura de un expediente por parte de la Inspección de Trabajo. Después de casi un mes de expediente el centro logístico de San Fernando (el más grande de España) no ha sido clausurado y sigue funcionando con total normalidad, pese a las diferencias entre los empleados y la empresa respecto de las medidas que hay que tomar.

Un reciente informe reciente de The New York Times también descubrió que 50 de los 75 centros logísticos de la firma en los EEUU se han detectado casos positivos de Covid-19. En España se habla de una veintena de casos, aunque la empresa no confirma ningún dato de manera oficial. 

Protestas en Europa

El pasado fin de semana, cientos de trabajadores de Amazon en Europa protestaron para pedir mejores condiciones y poner en cuestión la declaración de la compañía como uno de los servicios esenciales en casi toda Europa. 

Ahora que todos sus envíos se paralizan voluntariamente, salta la duda respecto de lo esencial de su servicio. Los empleados de Amazon consideran que la compañía no entrega productos básicos y que la mayoría de sus envíos son de productos accesorios y de ocio que no justifican su carácter de servicio fundamental. De esta manera, creen que se pone en riesgo a sus trabajadores de centros logísticos, como de repartidores.

Por el contrario, los gobiernos europeos creen que estamos ante una empresa clave para mantener vivo el comercio electrónico, el único permitido en momentos de confinamiento. Una valoración que conoce y comparte Amazon y que según los sindicatos, utilizan para no tener toda la rigurosidad deseable en sus controles y elementos de protección ante el Covid-19.

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