Central nuclear de Almaraz.

Central nuclear de Almaraz. CSN

Observatorio de la Energía

Iberdrola, Endesa y Naturgy notifican al Gobierno su intención de prorrogar la vida de la central nuclear de Almaraz

Transición Ecológica insiste en que la propuesta, que se hará formalmente la próxima semana, debe cumplir sus "tres líneas rojas" para que sea estudiada.

Más información: La última bala de las eléctricas para salvar la central nuclear de Almaraz: entre el riesgo de apagón y el 'capote' de Guardiola

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Las claves

Iberdrola, Endesa y Naturgy han notificado al Gobierno su intención de prorrogar la operativa de la central nuclear de Almaraz hasta 2030.

La decisión de prorrogar la vida útil de Almaraz hasta 2030 fue discutida en la Junta de Administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT).

Las eléctricas deben obtener autorización de sus consejos de administración y confirmar el acuerdo en la comunidad de bienes antes de solicitar formalmente la prórroga al Gobierno.

Iberdrola, Endesa y Naturgy mueven ficha. Las grandes eléctricas han enviado este viernes al Ministerio para la Transición Ecológica su intención de prorrogar la vida de la central nuclear de Almaraz, situada en Extremadura.

Fuentes del Ministerio confirman a EL ESPAÑOL-Invertia que han recibido una carta de las tres compañías “en la que exclusivamente trasladan su disposición para ampliar el calendario de cierre de la central”, aunque precisan que “no se notifica nada ni se avanza ningún tipo de actuación”.

La decisión de solicitar la prórroga se tomó el pasado martes durante la Junta de Administradores de Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), donde las propietarias abordaron formalmente la modificación del calendario de cierre.

La información disponible apunta a que las compañías contemplan una miniprórroga de tres años para Almaraz, una extensión que daría margen a la planta para definir su futuro energético en un escenario de transición hacia fuentes más sostenibles. El plan actual fija el cese definitivo del primer reactor en noviembre de 2027.

No obstante, la petición formal de las eléctricas no se presentará hasta finales de la próxima semana, justo antes de que expire el plazo máximo para remitir al Consejo de Seguridad Nuclear el plan de desmantelamiento.

Antes de formalizar la solicitud, cada eléctrica deberá obtener la autorización de su propio consejo de administración. Posteriormente, deberán ratificar el acuerdo alcanzado en la Junta de CNAT y refrendarlo en la comunidad de bienes correspondiente, paso previo a la presentación oficial ante el Gobierno.

El último movimiento, adelantado por El País, llega en un contexto en el que el Ministerio para la Transición Ecológica mantiene su postura invariable.

"Para estudiar cualquier ampliación de la vida útil de la central, la propuesta debe cumplir tres líneas rojas: que se garantice la seguridad de los ciudadanos desde una perspectiva radiológica; que no suponga un mayor coste para los ciudadanos y los contribuyentes; y que sea conveniente para garantizar la seguridad de suministro", recuerdan desde Transición Ecológica.

Cabe recordar que el pasado junio Iberdrola y Endesa enviaron al Ministerio para la Transición Ecológica una primera carta en la que planteaban la posibilidad de prolongar el calendario de cierre de varias centrales nucleares.

En aquella misiva, las dos eléctricas defendían mantener la fecha final del apagón nuclear en 2035, pero proponían extender los plazos intermedios, entre ellos el de Almaraz, cuya actividad podría prolongarse hasta 2030. El plan implicaba, de facto, una rebaja del 18% en la tasa de Enresa, la congelación de impuestos hasta 2035 y la eliminación del gravamen sobre el combustible nuclear gastado.

Aunque el Gobierno descartó entonces la propuesta rápidamente, el contexto energético ha cambiado de forma significativa. Los recientes picos de tensión detectados por Red Eléctrica y la creciente preocupación social ante posibles riesgos de suministro han revalorizado el papel de la energía nuclear como fuente estable y segura.

Responsables de Iberdrola, Endesa y Naturgy trasladaron esta visión la semana pasada a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según adelantó este medio. Sobre la mesa, un plan alternativo al de Red Eléctrica que busca reforzar la estabilidad del sistema, con las centrales nucleares como pieza clave.

Además, la presidenta de Extremadura, María Guardiola, anunció este octubre que reducirá a la mitad, de forma gradual, la ecotasa -el impuesto autonómico que grava las instalaciones con impacto ambiental-. La medida supone también un gesto estratégico que refuerza la posición de las eléctricas.

La reducción de este impuesto situará su recaudación en torno a 45 millones de euros en 2029, frente a los más de 80 millones que la planta abona actualmente cada año. Un alivio fiscal de peso, dado que la carga impositiva sigue siendo hoy el principal obstáculo en el futuro de Almaraz.