
Beatriz Corredor, presidenta no ejecutiva del Grupo Redeia
El 'escudo antiapagones' de Red Eléctrica tras el 28-A ha costado 400 millones 'extra' que los usuarios pagarán en la factura
Las restricciones técnicas del mercado eléctrico español pasaron de suponer unos 5-7 millones de euros al día en abril al doble en mayo.
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El apagón del 28 de abril no solo ha tensionado las redes eléctricas y las relaciones entre las empresas del sector, también lo ha hecho con el coste de la factura de la luz del mes de mayo, que ha sumado unos 400 millones de euros más respecto a meses anteriores.
Este sobrecoste tiene que ver con la 'operación reforzada' empleada por Red Eléctrica (REE), el operador del sistema, esto es, un incremento de lo que se conoce como restricciones técnicas.
Es un mecanismo para ajustar la entrada de tecnologías y garantizar la seguridad y estabilidad del suministro. O lo que es lo mismo, ha reducido la generación renovable y la ha sustituido por ciclos combinados de gas y por nuclear lo que ha encarecido el precio final de la luz.
"En solo un mes, los consumidores tendrán que pagar en su factura de la luz casi el doble de lo que pagan las centrales nucleares por el impuesto del combustible gastado al año, unos 250 millones de euros", señalan fuentes del sector eléctrico.
"Y si se le suma la tasa Enresa, las ecotasas autonómicas y otros impuestos estatales, el total de la carga fiscal supera los 1.000 millones".
Sobrecoste de 400 millones
El coste medio de las restricciones técnicas en mayo de 2025 fue de 22 euros/MWh, frente a los 9 euros/MWh registrados en mayo de 2024. Esto supone un aumento de más de 13 euros/MWh en solo un año. Y si se toma como referencia los meses previos, también se observa un extraordinario aumento.
"Las restricciones técnicas han pasado de tener un coste de entre 5 y 7 millones de euros al día en abril y meses anteriores a tener aproximadamente el doble en el mes de mayo", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Jorge Antonio González Sánchez, director de Energía y Proyectos de Losán, una multinacional fabricante de productos derivados de la madera.
"Es decir, se puede hacer una estimación gruesa de unos 200 millones de incremento, una subida del 100%, que daría los 400 millones totales".
"Aunque ahora en junio ha bajado de nuevo porque al subir los precios en el pool, permite la entrada de ciclos combinados por mercado y no por restricciones", añade el experto.
Aún así, la factura de la luz no baja. "Si no se aplican tantas restricciones técnicas nos viene bien a todos, y a las renovables también, aunque igualmente termina repercutiendo en el consumidor final, porque seguirá siendo caro el precio final", concluye el responsable de Losán.
El precio de la electricidad en el mercado mayorista suele subir durante el verano principalmente por dos factores clave: el aumento de la demanda (con el encendido del aire acondicionado) y una menor aportación de energías renovables, especialmente la eólica.
Más cerca del fin de la nuclear
Y mientras el coste eléctrico de mayo por restricciones técnicas ha aumentado hasta los 400 millones de euros, el futuro de las centrales nucleares en España sigue pendiente de un hilo por la elevada presión fiscal que sufren.
De hecho, Iberdrola y Endesa, principales propietarias del parque nuclear nacional, enviaron hace un par de semanas al Ministerio de Transición Ecológica una misiva no vinculante en la que planteaban la extensión del funcionamiento de varias instalaciones con dos peticiones, que no hubiera nuevas subidas fiscales hasta 2035 y que se eliminara el impuesto al combustible nuclear gastado.
Sin embargo, el Gobierno ha rechazado la propuesta porque "no cumple con las tres líneas rojas establecidas por el Gobierno para tramitar una petición formal".
Esto es que se garantice la seguridad de las personas, el suministro energético y que no suponga un mayor coste para los ciudadanos.
"La decisión del Gobierno de no moverse para buscar soluciones, no deja espacio más que cerrar Almaraz en un par de años", explican fuentes expertas del sector eléctrico a este diario.
"Ahora bien, precisamente esta central con generación síncrona está en un territorio con una alta penetración solar y pocas alternativas para compensar ese exceso. Se debería tener en cuenta antes de que sea demasiado tarde", concluyen.
Según todos los informes publicados hasta la fecha sobre el día del apagón, donde hubo menos inercia en el sistema eléctrico peninsular fue en el suroeste del país. Tan sólo había una central convencional conectada en operación, la de Palos de la Frontera de Huelva.
Un reparto geográfico desequilibrado que dejó al sistema en una situación de vulnerabilidad, coincidiendo con el apagado de los dos reactores de Almaraz por falta de rentabilidad.