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Shell abandona sus planes renovables en España y venderá su cartera fotovoltaica de 3.000 MW
La petrolera elimina el mercado español de sus regiones prioritarias y busca desinvertir en la totalidad de sus proyectos en desarrollo.
Más información: Los gigantes petroleros de Europa repliegan sus planes verdes tras recortar sus beneficios en 28.000 millones
Shell ha decidido abandonar sus planes renovables en España. Como parte de su nueva estrategia global, la multinacional anglo-holandesa del petróleo ha excluido a España de sus mercados prioritarios, por lo que desinvertirá en su cartera de proyectos fotovoltaicos de 3.000 megavatios (MW), según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia.
La empresa —que proyectó una millonaria inversión en España durante los años de auge del mercado renovable— renuncia ahora a su estrategia solar en el país. Su plan inicial es vender la totalidad de los proyectos que lleva años desarrollando, algunos de las cuales se encuentran en un estado avanzado y se preveía que estuvieran operativos en 2026.
No obstante, si no logra cerrar acuerdos de venta dentro de un plazo determinado, procederá a dar de baja los proyectos como write-off. Es decir, los eliminará de su balance contable al considerar que no tienen viabilidad para generar beneficios, asumiendo así la pérdida económica asociada.
Fuentes oficiales de Shell dicen que la compañía anglo-holandesa "está siempre buscando formas de crear más valor con menos emisiones en toda su cartera". "Estamos monitoreando continuamente el panorama externo y revisando nuestra presencia en el mercado para maximizar el valor de nuestra cartera de productos energéticos", reconocen. No obstante, han declinado hacer comentarios "sobre acuerdos comerciales (actuales o potenciales), actividades o plazos".
La decisión de Shell se produce en un contexto desfavorable para las inversiones en energía fotovoltaica en España, donde los proyectos enfrentan una reducción significativa en los precios del mercado eléctrico. Se encuentran, por tanto, con una retribución menor como consecuencia de la sobreoferta de esta tecnológica durante las horas de sol.
Shell inició en 2018 su actividad en las energías renovables en España con la firma de varios acuerdos con distintos desarrolladores como Foresight, SunCo o Solaria, entre otros.
En 2022, la petrolera dio el salto con un acuerdo con la compañía sevillana Green Tie Capital para la adquisición de una cartera de diez proyectos con una potencia de 2.000 MW solares. Además, en 2023 engordó su portfolio renovable en España con la adquisición de otros 12 proyectos fotovoltaicos de 1.100 MW a Isemaren.
Cambio de estrategia
Desde que Wael Sawan asumió el cargo de consejero delegado en Shell hace dos años, su enfoque ha sido claro: reducir costes y realinear la compañía hacia sus sectores más rentables, como el petróleo y el gas natural, mientras se distancia de la generación de energía renovable.
En marzo, Shell presentó una nueva estrategia global en la que incluía un ambicioso objetivo de reducción de costes. La compañía planea recortar entre 5.000 y 7.000 millones de dólares de costes estructurales para 2028, en comparación con los 2.000 a 3.000 millones de dólares que tenía previstos para finales de 2025, los cuales implicaban cientos de recortes de empleo en su división de petróleo y gas.
Sobre su estrategia renovable, Shell aseguró que su prioridad sería el valor sobre el volumen en la generación y venta de energía, concentrándose en mercados y segmentos selectivos para maximizar el rendimiento de su cartera.
Los nuevos planes de la multinacional incluyen recortar su inversión programada en energía baja en carbono, pasando del 20% de su gasto de capital al 10% para 2030.
Cabe recordar que, en 2024, la petrolera experimentó una caída del 17% en sus beneficios, descendiendo del entorno de los 27.300 millones de euros de 2023 a los 22.900 millones. El CEO de Shell ya advirtió en la presentación de sus cuentas que había visto “muchos retrocesos” en los mandatos que exigen la adopción de energía con bajas emisiones de carbono.
“Eso ha significado que hemos tenido que dar marcha atrás mientras esperamos las señales del mercado. Cuanto más sólidos sean los mandatos, más probabilidades tendremos de poder invertir en crecimiento”, sentenció.
La nueva estrategia de Shell se alinea con la de otros gigantes del sector petrolero europeo, como BP, TotalEnergies o Equinor, que han dado un paso atrás en su apuesta por las inversiones bajas en carbono, para dar prioridad al negocio de los hidrocarburos. En España, Repsol ha decidido reducir significativamente su inversión en hidrógeno verde
El mes pasado, Shell anunció su retirada de los proyectos renovables a gran escala en Brasil. En este mercado, donde ya operaba con plantas fotovoltaicas y eólicas, la compañía decidió suspender su actividad como parte de un "ajuste de cartera", según informó.
En Brasil los proyectos renovables también se están encontrando con dificultades para implementarse debido al exceso de oferta energética, el lento crecimiento de la demanda y ciertas incertidumbres regulatorias.