"Nuestra visión sobre la participación en Endesa es de estabilidad, no tenemos ninguna intención de vender. Es una empresa verticalmente integrada, es líder en el país y por eso ni cambiamos la cúpula directiva ni cambiamos nuestra participación", dijo este miércoles Cattaneo, durante el Capital Market Day.

Así pues, Bogas se mantendrá al frente de la compañía nueve años después de que, en octubre de 2014, fue nombrado por el entonces presidente de Endesa, Borja Prado.

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Con la llegada a la presidencia del Gobierno italiano de Giorgina Meloni y los cambios en la cúpula directiva de Enel, se extendieron rumores de que se estaba contratando a un headhunter, pero finalmente se ha preferido dar estabilidad y continuidad a la compañía.

Se confirma así que "no es una buena práctica echar a un directivo salvo que haya habido algún conflicto de interés o incompatibilidad para el puesto, y en el caso de Endesa, aparentemente no tienen ninguna necesidad de que se modifique la ratificación de su cargo", explicaba entonces María de la Torre, experta legal en Gobernanza y socia directora de Governance & Compliance.

Sin embargo, los mercados no han acogido con mucha alegría la decisión, y tras la presentación de la actualización de su plan estratégico para el periodo 2024-2026, la cotización de la acción ha caído un 2,38%.

Continuar con la descarbonización

El plan de Endesa es apostar por redes de distribución y generación renovable, dos de los pilares de la electrificación limpia, como ejes clave.

Los 8.900 millones de inversión se distribuyen en 2.800 millones de euros brutos para redes de distribución, 200 millones más que en el plan anterior pendientes de una mayor visibilidad sobre la revisión regulatoria.

Luego, los otros 4.300 millones son para renovables, misma cifra que en el plan precedente, con un mayor peso de la eólica para alcanzar los 13.900 MW de capacidad renovable a final de 2026, Y con Andorra, Pego y los 800 MW eólicos de Galicia como proyectos estrella.

Por último, 900 millones para el área de clientes para alcanzar los 7,5 millones en el mercado libre en la Península Ibérica al final del trienio, al tiempo que la electrificación de todos los usos energéticos guía la estrategia comercial.

La senda hacia la plena descarbonización de Endesa en 2040, lo que la haría una compañía Net Zero, se mantiene con la salida del carbón en el negocio insular como hito intermedio en 2027. Todo ello tras haber logrado cerrar este 2023 la última central de carbón en la Península, As Pontes. El 93% de la producción peninsular de Endesa estará libre de emisiones en 2026, desde el 79% a cierre de este año.

Gas y nuclear

En el negocio de gas, se prevé una recuperación de los márgenes tras el negativo de 2023, al tiempo que la cartera de clientes se mantendrá plana en 1,8 millones, de los que 1,4 en el mercado libre.

Se prevé un descenso en el uso de gas para producir electricidad en centrales de ciclo combinado derivado de la progresiva normalización de esta tecnología de generación.

Respecto a su apuesta por la nuclear, la compañía no quiere "participar en otra construcción con la tecnología actual. Pero están "estudiando la cuarta generación de nuclear. En general, toda la tecnología a este respecto", pero no es su línea empezar con la tecnología actual".

"Endesa nos da buenos rendimientos, por lo que podemos esperar una mejora, si he de ser sincero, en los próximos años del marco regulador en España".