Consumo de gas en la industria

Consumo de gas en la industria Invertia

Observatorio de la Energía

El precio del gas se desploma por la falta de demanda en la industria europea: GNL, crisis y eficiencia son las claves

El coste de esta materia prima ha caído hasta niveles previos al inicio de la guerra de Ucrania.

26 junio, 2023 02:17

El precio del gas en el mercado europeo, es decir, tomando el índice holandés TTF como referencia, está de capa caída. Y, más aún, si se comparan los más de 300 euros/MWh del mes de agosto de 2022 y los 33,79 euros/MWh a los que cerró este viernes pasado, el 23 de junio.

El precio se ha desplomado sin contemplaciones, hasta niveles vistos por última vez antes del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, e incluso cerca de los precios prepandemia. Es la consecuencia de una caída importante de la demanda. ¿Estamos en el preludio de una crisis económica?

"Es difícil brindar una perspectiva fundamentada sobre esto", explica a EL ESPAÑOL-Invertia José María García Berrendero, country manager Iberia & México de Vertis, consultora de commodities medioambientales. Lo que sí se sabe es que "la crisis energética se ha calmado, pero el caluroso verano que se avecina y el mantenimiento de las plantas mantienen inestables los mercados del gas".

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Para la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la caída de los precios del gas se puede explicar en parte como consecuencia a unos precios insosteniblemente altos, y por la sustitución con otras fuentes de energía alternativas en el sector industrial.

En su Gas Market Report, Q1-2023, señaló que el consumo de gas natural en Europa disminuyó el año pasado en un 13%, o más de 70.000 millones de metros cúbicos. Es su descenso más pronunciado de toda la historia en términos absolutos.

Y el análisis de McKinsey & Company publicado el 25 de abril decía que la reducción se debió principalmente a una caída en la demanda de edificios durante este invierno 2022-2023, lo que podría sugerir "un cambio de comportamiento en respuesta al aumento en los precios del gas", o unas temperaturas inusualmente cálidas.

Para la caída del consumo en la industria, McKinsey apuntaba a que las empresas aprovecharon las medidas de eficiencia energética para reducir el consumo de gas, y las industrias intensivas en energía (como fertilizantes, productos químicos y acero) experimentaron importantes reducciones en la producción que, a su vez, redujeron la demanda de gas natural.

Desaceleración de la industria

"Desde un punto de vista puramente descriptivo, el precio del gas se desplomó recientemente debido a varios factores, como los niveles de almacenamiento y el aumento de las importaciones de GNL", continúa Berrendero.

"Es importante tener en cuenta que nos encontramos en un entorno en el que las recientes interrupciones y perturbaciones en el tránsito de Ucrania desencadenaron una alta volatilidad en el lado de la oferta del mercado del gas". Por lo tanto, para Vertis, "la razón detrás de la caída es que la demanda industrial probablemente no podría respaldar este aumento de precios después de que el mercado interiorizara las alteraciones de la oferta".

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"Ahora, por el lado de la industria, la suposición sobre la demanda está corroborada por la publicación del PMI compuesto de la eurozona, de este viernes, 23 de junio, que muestra signos de contracción de la industria en todos los Estados miembros".

"En resumen: el aumento de la volatilidad causado por las interrupciones de la infraestructura se encontró con una demanda industrial lenta", añade.

Menos demanda eléctrica

No solo se ha dejado de consumir gas en industria y como calor en edificios, también la AIE asegura que ha habido una menor demanda de electricidad, que unido a una fuerte producción de energía eólica y el continuo cambio de gas a carbón, se convierten en los principales factores para esa disminución.

Junto con esta tibia demanda, se está en niveles de almacenamiento récord en Europa. Dicho acopio se ha visto empujado por la decisión política de que los operadores de almacenamiento maximizaran esas inyecciones, con el objetivo de garantizar un suministro suficiente de gas natural durante el invierno.

El 1 de noviembre pasado, que marca el inicio oficial de la temporada de calefacción, las existencias de almacenamiento estaban llenas en un 95%, muy por encima de la media de los últimos diez años, que se sitúa en el 89%.

Y el hecho de que tanto Europa como Estados Unidos pudieran llenar sus capacidades de almacenamiento mucho antes de esta fecha envió una señal enormemente positiva para los compradores y pesimista a los vendedores de gas natural.

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El hecho de que el invierno haya sido notablemente suave en todo el hemisferio norte también mantuvo a raya la demanda de calefacción y, por lo tanto, sólo incrementó aún más los inventarios de almacenamiento.

Al final de la temporada de calefacción en Europa, el 1 de abril, el almacenamiento había alcanzado niveles máximos históricos para esa época del año, al conservarse el 56% de las reservas. A fines de enero, febrero y marzo, las existencias almacenadas también se encontraban en sus niveles más altos registrados en esos meses.

Del gas ruso al GNL

Tampoco se puede ignorar el enorme impacto que el gas natural licuado (GNL) está teniendo ahora en el mercado del gas natural, con una ola de nuevas terminales de exportación que entrarán en funcionamiento en los próximos años y que probablemente pesará mucho en los precios.

De hecho, con la reducción del suministro de gas de Rusia a Europa, ha surgido una especie de frenesí de suministro a medida que los exportadores de GNL intervienen para reemplazar este déficit.

Estados Unidos, por ejemplo, está listo para expandir su capacidad de exportación de manera significativa, y se espera que pronto se lancen varios proyectos de GNL en la costa estadounidense del golfo de México que utilizan gas de esquisto de Texas.

El gigante americano es hasta el momento el tercer mayor exportador de GNL del mundo, con 76,4 millones de toneladas métricas por año (mmtpa).

La consultora Wood Mackenzie espera que la reanudación de la producción en la planta de exportación de Freeport LNG en Texas, tras una interrupción de ocho meses, permita a Estados Unidos superará a Catar y Australia este año.

"Los precios récord y la necesidad de seguridad energética impulsaron a los compradores a buscar acuerdos a largo plazo de GNL con Estados Unidos en 2022", dijo Giles Farrer, director de investigación de activos de gas y GNL de Wood Mackenzie en febrero. "Solo en 2022, se firmaron compras a largo plazo por 65 mmtpa, eclipsando los 18,5 mmtpa de 2021".

A la espera de China

Los precios también pueden verse impulsados por una recuperación en la demanda de GNL en Asia, particularmente en China, donde la AIE cree que la demanda podría aumentar hasta en un 10% este año tras el fin de las restricciones impuestas para controlar la pandemia.

Por su parte, Jera, el principal comprador mundial de GNL, ha advertido de que antes de que termine 2023 podría materializarse otro aumento de precios en medio de la renovada volatilidad del mercado.

Tal y como señaló su presidente, Yukio Kani, en declaraciones a Bloomberg, el aumento de la capacidad de importación en Europa y el resurgir de la demanda de China tras el fin de las restricciones por la Covid-19 podrían disparar los precios en caso de que surjan condiciones climáticas severas.