Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, en una entrevista.

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, en una entrevista. Invertia

Observatorio de la Energía

Ribera: "No he oído ni una sola propuesta del PP o de Vox de política energética, sólo la sinrazón de volver al carbón"

"Es difícil encontrar un representante de la derecha que domine cuestiones ambientales y energéticas, he tenido que hablar con ex comisarios para ello".

5 junio, 2023 13:00

Las elecciones generales del 23J abren el debate a las propuestas de cada partido en materia energética. Para la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no hay un interlocutor válido en materia energética y ambiental de los partidos de la derecha.

"No he oído ni una sola propuesta del Partido Popular o de Vox que tenga sentido, solo ideas básicas como volver al carbón, a la nuclear o al fraking, debates que ya están fuera de tiempo, es algo extraño", ha dicho en una entrevista realizada en el medio ElDiario.es.

Incluso ha reconocido que "solo he podido debatir desde el conocimiento del sector con ex comisarios europeos" retirados de la política, en clara alusión a Miguel Angel Arias Cañete, que fue comisario europeo de Energía y Acción por el Cambio Climático entre 2014 y 2019, y previamente ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 2011.

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La vicepresidenta también ha puesto sobre la mesa los asuntos de su ramo que quedan pendientes por debatir en Europa, en un periodo en el que España presidirá el Consejo, "como la Ley de materias primas estratégicas, y cómo establecemos relaciones con los países terceros para su comercio".

También "la reforma del mercado eléctrico y la descarbonización de la industria, vital para alcanzar el nuevo objetivo de reducción del CO2 para 2030 aprobado en Bruselas".

"Algunos de los países, más del Este, que tienen una interpretación más conservadora de lo que debe ser la transición energética, juegan sus cartas, y en un momento de tensiones sociales, generan un cambio en la opinión pública", continúa la ministra.

"Entonces habría que preguntarse si queremos poner en riesgo la Unión Europea, que cada cual pueda hacer lo que quiera sin reglas, respondiendo a las reclamaciones locales. El mundo sabe que los recursos son finitos, si nos tiramos todos a la batalla de conseguir todos los recursos en nuestro provecho sin preocuparnos de los demás no funcionará".

"La historia demuestra que cuando hay una cooperación entre todos es cuando se alcanza el éxito, hay que evitar una guerra en la que nadie va a salir ganando".

Apuesta por el hidrógeno verde

Para Ribera, "la industria del hidrógeno verde es una parte muy importante para nuestro país. Se dan las condiciones de aprovechar toda la generación renovable excedente para descarbonizar la industria, desarrollar toda la cadena de valor que existe en nuestro país, y convertirnos en exportadores cuando tengamos las infraestructuras adecuadas".

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Y se puede ver ya en todo el territorio nacional. "El primer punto fue en Mallorca con nuestra presidenta Armengol, pero inmediatamente después en Puertollano, con conexión a proyectos industriales muy imporantates como fertilizantes, y en el polo sur con Huelva y Cádiz, donde se está desarrollando una industria del hidrógeno que, entre otras cosas, se destinará a transporte marítimo".

Ribera ha señalado que "ahora se comprobará que sirve para desplazar los combustibles fósiles, que nos colocaría a nuestro país al frente de esa nueva economía del hidrógeno.

Polémica por las fresas de Huelva

A la pregunta de si la Agenda Verde suma en las elecciones generales, Ribera no tiene duda. "Sí, sin lugar a dudas, pero el debate de Doñana es una historia enormemente triste, es un ejemplo de cómo no se debe hacer política".

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"Forzar la parte emocional de los ciudadanos con una propuesta que se sabe de antemano que Europa no lo aprueba, no es la solución".

"Doñana es nuestra catedral ambiental, y no pertenece solo a los onubenses, sino que es de todos nosotros y así se ha hecho notorio desde la Unión Europea. Es un problema que nos perjudica como país enormemente".

También está el riesgo reputacional porque también se han visto afectados regantes y agricultores que cumplen con una ley, que además es muy exigente. El compromiso y la legalidad con la que se producen esos frutos rojos se ven enmarronados buscando a no sé qué culpables que ha generado una alerta en todas partes", ha concludido.