Y en España, en marzo se anticipa una caída del 18%, a falta de conocer los componentes desagregados por hogares e industria, según adelanta Pedro Cantuel, analista sénior en la compañía energética Ignis, en redes sociales.

A la espera de los datos definitivos, la caída se suma a la ya anunciada de enero pasado, con un consumo inferior en un 29,9% respecto al mismo mes del año anterior, situándose en 29.135 GWh, según el avance provisional de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

[El consumo mundial de gas disminuyó un 1,6% en 2022 y un 13% en Europa, su mayor caída en la historia]

Según datos del Gobierno, España ha reducido su demanda de gas natural un 19% desde el pasado mes de agosto y hasta el 28 de febrero, en comparación con el nivel de consumo del mismo período en los últimos cinco años.

La reducción de la demanda interna, por su parte, alcanza el 21%, según estos datos del Ejecutivo.

Cogeneración, bajo mínimos

Uno de los sectores que no levanta cabeza desde que comenzaron a dispararse los precios del gas es la cogeneración. La patronal de este sector, ACOGEN, señala que la producción industrial de la cogeneración se desplomó en 2022 y, aunque en 2023 ha mejorado, aún está por debajo de los niveles de años anteriores.

"El año 2023 ha arrancado de igual manera que 2022, ya que nada nuevo ha hecho el Ministerio [para la Transición Ecológica] para remediarlo, resultando en enero una caída del 43% frente al mismo mes del año anterior", advierte Javier Rodríguez, el director general de ACOGEN, en su informe especial.

Generación de la cogeneración 20219-2023 ACOGEN

No son los únicos que arrojan cifras negativas. Según el Índice Grandes Industriales de Gas de febrero publicado por Enagás, solo el sector del refino ha aumentado su consumo de gas y lo ha hecho un 8,1%.

El resto ha caído. Química y farmacéutica (-19,3%), construcción (-7,5%), electricidad (-17,7%), agroalimentaria (-4,8%), resto industria (-11%), metalúrgica (-20%), papel (-10,6%), servicios (-5%) y textil (-7,2%).

La industria en Alemania

En Centroeuropa la situación no es muy diferente. La industria pesada y las intensivas en energía están con el agua al cuello, publican varios medios del país. No solo son los altos precios del gas que sufrieron en 2022, también señalan al acero barato de China, los efectos de la pandemia, la escasez de semiconductores y las cadenas de suministro rotas.

Pero el precio de la energía, más concretamente la volatilidad de los mercados, son el problema más apremiante en este momento. "Estamos produciendo para los pedidos del próximo año", dice a Westfalentpost, socio director de Irle Rolls. "Nuestros clientes quieren precios fijos. Pero estamos comprando la energía hoy".

Uno de los mayores productores de acero de Europa dijo recientemente que, debido a los altos precios del gas, ha reducido su consumo un 30%. Una evolución paralela a lo que está ocurriendo con sus homólogos españoles.

El consumo de gas en la industria se está reduciendo por tres causas, dice News.de. Por un lado, cae la producción, especialmente en sectores intensivos en energía, como la industria química y del vidrio. Por otro lado, las industrias están tratando de implementar un cambio a corto plazo en materias primas y combustibles y, como fuente de energía, a veces se intenta minimizar el consumo de gas para la generación de electricidad con energías renovables, pero también con carbón o petróleo. 

La Agencia Federal de Redes alemana publica semanalmente la situación del consumo de gas y confirma su tendencia decreciente. "El consumo de gas en la 12ª semana natural estuvo un 33,5% por debajo del consumo medio de los años 2018 a 2021. Cayó un 15,9% respecto a la semana anterior".

Y aunque "las temperaturas fueron 5,2°C más cálidas que en años anteriores, está un 20% por debajo del valor de referencia para los años 2018 a 2021 y, por lo tanto, se encuentra en un rango estrecho".

Finalmente, el estudio Efectos de un embargo de gas natural sobre la producción macroeconómica en Alemania, realizado por IMK (Institut für Medizin und Kommunikation), señala que "si la disponibilidad de gas natural se desarrolla muy favorablemente, se puede esperar una disminución a corto plazo en la producción económica general de entre el 1,2% y el 3% del producto interno bruto".