La presidenta Ursula von der Leyen, durante su discurso en Eslovenia este lunes

La presidenta Ursula von der Leyen, durante su discurso en Eslovenia este lunes Comisión Europea

Observatorio de la Energía

Bruselas activará la intervención de emergencia del mercado eléctrico en cuestión de "semanas"

Las propuestas para cambiar el modelo de fijación de precios a largo plazo no llegarán hasta principios de 2023.

30 agosto, 2022 12:56

La intervención de urgencia en el mercado eléctrico europeo anunciada por Ursula von der Leyen para frenar la subida imparable de precios se activará en cuestión de "semanas". Pero la reforma en profundidad del modelo de fijación de precios no llegará hasta principios de 2023 debido a la complejidad del sistema, según ha confirmado este martes la Comisión Europea.

La presidenta dijo este lunes por sorpresa que el Ejecutivo comunitario trabaja en dos iniciativas diferentes con un objetivo común: poner coto a los "precios exorbitantes" de la electricidad. En primer lugar, Bruselas propondrá una "intervención de emergencia" del mercado, que irá seguida más tarde de una "reforma estructural" del modelo actual de fijación de precios, en el que el gas es el que determina el precio de la luz.

Su portavoz ha precisado este martes el calendario que maneja la Comisión para presentar sus propuestas: "Para lo primero es cuestión de semanas. La reforma en profundidad llegará a principios del año que viene", ha explicado. No obstante, no ha aclarado si el plan de intervención urgente llegará a tiempo de la reunión extraordinaria de ministros de Energía convocada para el 9 de septiembre en Bruselas.

[Von der Leyen anuncia una "intervención de emergencia" en el mercado eléctrico por los precios disparados]

"Tenemos que cuadrar dos elementos. Por un lado, la gravedad de la situación y el impacto para consumidores e industria. Pero también la necesidad de presentar propuestas que se ajusten a la complejidad de nuestro mercado de la electricidad. Es importante tomarse el tiempo necesario para que nuestras propuestas respondan a estas dimensiones", ha señalado el portavoz. Bruselas está además consultando con todos los Estados miembros, que son los que tienen las principales competencias en materia de energía. 

El Ejecutivo comunitario no ha querido dar ningún detalle sobre el contenido de sus propuestas. Durante un coloquio en Berlín el lunes por la noche, Von der Leyen explicó que el objetivo prioritario es evitar que los precios disparados del gas se contagien a la electricidad.

"Tenemos que desarrollar un instrumento que garantice que el precio del gas deje de dominar el precio de la electricidad", sostiene la presidenta. "Tenemos que garantizar que las energías renovables se generen a menores costes, que estos costes se repercutan en los consumidores y que los beneficios extraordinarios se usen para ayudar a los hogares vulnerables", dijo Von der Leyen.

"La Comisión trabaja sobre un sistema que es extremadamente complejo, lo que exige definir propuestas que puedan responder a los desafíos a los que nos enfrentamos, sin eliminar las ventajas y objetivos políticos que perseguimos: el aumento de las renovables en Europa o la reducción de la demanda de gas", ha insistido su portavoz.

El Ejecutivo comunitario se había negado hasta ahora a reformar el modelo de fijación de precios de la electricidad, pese a que países como España, Portugal, Francia o Italia lo reclaman desde hace casi un año. ¿Por qué ha cambiado ahora de postura?

Bruselas argumenta que la situación ha cambiado por completo por la guerra en Ucrania y por el chantaje energético del Kremlin, que se traduce en "interrupciones cada vez más frecuentes del suministro que llega de Rusia". A ello hay que sumar que la UE ha decidido prescindir por completo de los combustibles fósiles rusos y que las renovables tienen cada vez más peso en la cesta energética de todos los Estados miembros.

No obstante, el Ejecutivo comunitario defiende que ha actuado desde que España y Portugal empezaron a reclamarlo, con medidas como la "excepción ibérica", que se aprobó en el Consejo Europeo de marzo.