Eólica marina flotante.

Eólica marina flotante.

Observatorio de la Energía

La eólica marina flotante en Canarias será ‘troceada’ para probar las tecnologías de los proyectos existentes

España podría liderar la industria eólica marina flotante a nivel mundial, pero se arriesga a asumir el coste de la curva de aprendizaje. 

21 diciembre, 2021 05:30

Noticias relacionadas

La eólica marina flotante está pidiendo pista en España. Su punto de partida está frente a las costas del archipiélago canario y ya hay promotores con grandes proyectos bajo el brazo. Greenalia, Equinor, Cobra (antes ACS), Iberdrola, Capital Energy... la lista es cada vez más numerosa, y cada uno utilizará una tecnología flotante diferente. 

Por el momento, en toda España las solicitudes de reservas de zonas para el desarrollo offshore suman una potencia total de 13.000 MW, a la espera de que el Gobierno y las comunidades delimiten los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM). 

Y solo en Canarias, los proyectos offshore anunciados suman más de 1.160 MW, aunque el sector asegura que una vez que haya luz verde, podría haber más interesados. "El Gobierno central quiere que todas las empresas puedan poner a prueba sus tecnologías flotantes para comprobar cuál es la más apta para desarrollar", explican fuentes gubernamentales a EL ESPAÑOL-Invertia. 

Eólica terrestre o marina

"No tiene sentido desplegar más capacidad renovable en el mar cuando todavía queda por desarrollar eólica terrestre", señalan por su parte fuentes del sector eólico en Canarias.

"Instalar más energías renovables en Gran Canaria es inviable y eso que en unos seis años contaremos con la central hidroeléctrica de bombeo Chira-Soria. Pero es que en Tenerife no tienen ningún proyecto que dé energía de respaldo".

"Ya se están parando parques eólicos terrestres en determinadas horas del día porque la generación supera y con mucho a la demanda, y sin embargo, seguimos necesitando encender el diésel para las horas donde no hay viento ni sol". Además, "los parques eólicos en las islas tienen como mucho 9, 12 o 14 MW, alguno grande hasta 20 MW, pero es que en el mar hay proyectos que suman los 250 MW. Es una barbaridad". 

Es el caso de Greenalia. Con sus proyectos de cinco parques flotantes de 50 MW frente a las costas canarias, sumaría esa cifra. Muy de cerca le seguiría la energética noruega Equinor, cuyo objetivo es alzarse con un parque eólico marino flotante a diez kilómetros de la costa sureste de la isla, con una potencia total de 225 MW.

También Cobra, antigua filial de ACS ahora de Vinci, quiere llevar a cabo distintos proyectos para desarrollar 200 MW de eólica marina flotante junto a la misma isla, e Iberdrola planea otros 238 MW de potencia. La última en llegar, Capital Energy, quiere instalar un parque de unos 250 MW.

Retribución de 1.000 euros/MWh

"Es muy bonito conceptualmente que se quiera dar vía libre a todos los proyectos para que se prueben sus tecnologías flotantes, pero lo que necesitan esas empresas es que haya volumen para que sean rentables sus parques", continúan las fuentes eólicas.

"Y es un disparate que haya tanta offshore cuando la demanda punta de la isla es de 450 MW y ya hay instalados en tierra unos 250 MW renovables".

La única opción para hacer viables los proyectos "es que reciban ayudas o subvenciones onerosas, como ocurrió con el proyecto de Gorona del Viento en la isla de El Hierro, que percibía primero 1.000 euros/MWh (después se redujo a 400 euros/MWh) a costa del bolsillo de los contribuyentes", añaden. "Así consiguieron amortizar las millonarias inversiones en pocos años". 

Pero ¿cuánto sería la retribución que habría que pagar a esta tecnología aún no madura? "Esperemos que no se vuelva a hacer lo que ocurrió con Gorona del Viento o con la fotovoltaica en 2005, y termine creando un agujero en el sistema eléctrico o un déficit de tarifa". Pero no solo preocupa cuánto se va a pagar por estas tecnologías flotantes sino también por el proyecto de Chira-Soria. "Aún no sabemos por cuánto se le va a retribuir y ya se ha aprobado su construcción". 

El Gobierno aprobó hace unas semanas la Hoja de Ruta de la Eólica Marina y de las energías del mar en España, una estrategia para potenciar el liderazgo español en el desarrollo tecnológico y de la I+D de las distintas fuentes limpias que aprovechan los recursos naturales marinos, con especial atención a la eólica. 

Ahora toca hacer números y evitar que la ambición por liderar una industria floreciente no termine siendo una pesada carga para el resto de la sociedad.