Las claves
nuevo
Generado con IA
El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha asegurado este miércoles que "no es problema para un empresario pagar muchos impuestos", pues se sienten "orgullosos de hacerlo", sino que "luego los demás tienen que saber gestionar la riqueza". "Y eso nos toca exigirlo", ha insistido.
Roig ha inaugurado el Congreso de empresas de Gran Consumo Aecoc, que se celebra en el Roig Arena de Valencia y que esta edición cumple 40 años.
En su conferencia titulada El orgullo de ser empresario, ha animado al auditorio a "salir del armario, a ser referentes" en la sociedad. En sus palabras, "porque somos -ha defendido- los que movemos el mundo, los que generamos empleo y riqueza y si hay riqueza y se sabe gestionar, hay bienestar".
También ha instado al público a preguntarse qué pueden hacer por España, en lugar de pensar qué puede hacer España por ellos.
"Tener beneficios es indispensable para un empresario, pero no puede ser su principal propósito, no es sano, pero es la única forma de satisfacer al trabajador, de reinvertir, y por ello debemos sentirnos orgullosos y ser referentes en la sociedad civil", ha añadido.
Un año de la dana
En alusión a la dana que arrasó parte de Valencia el 29 de octubre de 2024, el presidente de Mercadona ha lamentado que hace un año se sintieron "desamparados": "Hasta donde yo sé, fue un fenómeno natural que no se supo decir... pero lo que peor es que luego nos sentimos desamparados".
En este punto, Roig ha explicado que sintió inspiración al ver a miles de voluntarios acudiendo a limpiar las zonas anegadas y, en particular, la imagen de un peluquero que salió a cortar el pelo en la calle.
"Eso inspiró el movimiento Alçem-se (levantémonos)", a través del cual se repartieron ayudas de 8.000 euros a 4.000 empresarios (alrededor de 35 millones de euros) con la única condición de que reabriesen sus negocios, ha recordado.
"Hubo nueve personas que, después de haber cobrado esa ayuda, la devolvieron porque no iban a abrir. La gente es muy honrada", ha aplaudido el presidente de Mercadona.
El jefe, el cliente
En su intervención, además, ha alabado el funcionamiento de Aecoc y ha asegurado que "no hay mejor asociación de fabricantes y distribuidores".
Por ejemplo, ha destacado algunos de sus logros como el palé estandarizado de 80x120 o el uso de los códigos de barras, y ha abogado por "mantener el equilibrio inestable" que les caracteriza y "seguir discutiendo cómo hacer las cosas lo mejor posible para el país".
En este sentido, Roig ha señalado que "la misión de una empresa es satisfacer, por este orden, al jefe (cliente), trabajador, proveedor, sociedad y capital". "Creemos que los cinco son igual de importantes, pero hay que ordenarlos, y cuando tenemos cualquier problema lo analizamos desde este punto de vista", ha añadido.
Según Juan Roig, el jefe para él es "el cliente", "quien tiene el poder sobre la vida o la muerte de una empresa": "Es el cliente el que quiere que le llenemos la tripa, aseo personal y del hogar, pero desde nuestro punto de vista lo que quiere es seguridad alimentaria, calidad, servicio, surtido y presupuesto".
"Nosotros, además, queremos que el cliente acierte, no queremos tener todos los productos del mercado, sino que hemos de seleccionar lo mejor para el jefe, y para conseguirlo hemos de tener interproveedores de confianza, que sean especialistas en lo que hacen", ha agregado.
También ha señalado que hay que "cuidar muy bien al trabajador" y se ha mostrado "muy orgulloso" de los cerca de 120.000 trabajadores de Mercadona: "Un trabajador no es solo manos, es corazón y cerebro".
Así, ha detallado que un gerente A de Mercadona puede cobrar hasta 2.100 euros mensuales netos.
Sobre el futuro de Mercadona, ha señalado como principales objetivos "continuar cumpliendo con el trabajo rutinario de ser 'totaler' radical, junto a los interproveedores", seguir con la expansión en Portugal, un país al que -ha advertido- no se mira "de igual a igual y no se trata como merece", y crecer en el área de 'listo para comer'.
El empresario ha expresado que está convencido de que "a mitad de siglo no habrá casi cocinas en las casas".
"Si nuestras tatarabuelas hubiesen tenido la tecnología que tenemos ahora tampoco hubiesen cocinado. La humanidad ha avanzado gracias a la sociedad civil, y cada día se vive mejor", ha concluido.
